La Otra Cara de la Separación
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/04/2010 12:09:30
por Adriana Aguiar Brotti - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Cuando dos personas se unen, la intención de ambas es que la relación dure para siempre. El caso es que buena parte de las relaciones conyugales no alcanzan esa meta, de ahí el ciclo que se instala de forma cada vez más frecuente en nuestra sociedad: matrimonios, separaciones, divorcios, nuevos matrimonios.
Cuando cuestionamos el motivo de la desunión, la respuesta es generalmente el otro, lo cual merece nuestra reflexión para evaluar hasta qué punto hemos contribuido o no para el éxito de nuestra unión.
Muchas parejas optan por la separación, alegando que el amor se ha acabado, lo cual no siempre es verdad. Los “restos del amor” llevados al juzgado muchas veces provienen de conflictos no tratados y, con el tiempo, ponen fin al proyecto de la vida a dos.
Todos nosotros somos capaces de prevenir conflictos y aunque éstos ya estén instalados en la relación, podemos transformarlos en crecimiento personal, restaurando el vínculo. Para evitar el aflojamiento de los lazos conyugales, debemos activar nuestro amor:
1. Estimulando el diálogo: desgraciadamente, muchas veces durante una conversación interrumpimos al otro o sacamos conclusiones precipitadas. Para que tengamos una buena conversación con nuestra pareja es preciso saber hablar, expresándose con gentileza, eligiendo el lugar y el momento adecuados para tratar determinados asuntos y saber oír (con interés y ofreciendo atención indivisa al otro). Para cualquier tipo de conversación es importante mirarse a los ojos;
2. Buscando respuestas (equilibrando amor y razón) : evita la intervención de terceros en la relación; todas las respuestas para los conflictos de una pareja están en la propia relación. Muchas veces es preciso desahogarse, intercambiar ideas y, en este caso, opta por un profesional especializado o por personas que realmente aprecien y deseen lo mejor “para la pareja”. Siempre somete las orientaciones y consejos recibidos al cribo de tu propio corazón. Solo tú sabes lo que te hace feliz;
3. Compartiendo nuestro Yo con el Otro: Las mujeres crean más expectativas que los hombres, en cambio, la asertiva vale para ambos: nadie es capaz de imaginar lo que el otro quiere o espera de nosotros. Es preciso “hablar”, informando al otro sobre nuestros sueños/fantasías, proyectos... Con esas informaciones es con lo que habremos de crear un clima emocional más favorable y estimularemos la creatividad de nuestra pareja;
4. Invirtiendo en la relación: debemos mantener e incrementar los comportamientos positivos que adoptábamos en la época de noviazgo, tales como: cuidar de uno mismo (mente, cuerpo y espíritu), transmitir nuestros sentimientos al otro; compartir creencias y hacer pequeñas renuncias.
Para contribuir al éxito de nuestra relación, nuestro amor debe ser activo, con dosis diarias de conquistas, de complicidad y alegría. La otra cara de la separación nos revela que existe la posibilidad de recuperar un amor en crisis.
¿Qué tal empezar rescatando lo que nos motivó a desear pasar el resto de nuestra vida con nuestra pareja? Al fin y al cabo, los buenos recuerdos nos despiertan para lo que realmente importa y nos estimularán a repetir esas buenas experiencias con mucha más intensidad.
Apuesta por esto. Cree en el amor.
