La paradoja de la felicidad en 3 pasos...
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:18
Traducción de Teresa
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En una tarde soleada, un Maestro estaba sentado a la vera de un puente con su joven discípulo, charlando animadamente. Las personas que por allí pasaban, aprovechaban para consultar al Maestro.
Fue entonces cuando una de ellas le contó algunos problemas de relación que venía teniendo y preguntó si debía ser más firme o más flexible con las personas. A lo que el Maestro respondió afirmando que ciertamente ella debía ser más flexible.
Al poco rato, otra persona se paró y también contó al Maestro sus problemas de relación. En seguida, sin dudarlo, él le sugirió que fuese más firme en sus encuentros y en el día a día.
Sin comprender, el discípulo le preguntó luego: Maestro ¿por qué a veces dices que seamos más flexibles y a continuación que seamos más firmes? ¿Qué es lo correcto?
Y el Maestro explicó: Cada persona va a su ritmo y con su propio grado de madurez. Algunas son muy rígidas y necesitan ser más flexibles. Otras, en cambio, son demasiado permisivas, y necesitan ser más firmes. No hay una fórmula o una sola respuesta correcta. Todo depende de dónde estás tú para saber cuál es el mejor camino para alcanzar la felicidad.
Cuento esta historia porque la semana pasada escribí un artículo en el cual sugería que las personas dejasen de lamentarse tanto por sus problemas y mirasen un poco más a sus aciertos y alegrías.
Iba todavía más lejos y sugería que se diesen nomás 13 minutos para acabar con los sufrimientos infundados que sólo sirven para victimizarnos y aplazar nuestra felicidad.
No obstante, terminé por darme cuenta de que algunas personas hacen precisamente todo lo contrario. O sea, mantienen la pose de felices pase lo que pase, como si fuese terminantemente prohibido demostrar tristeza, cansancio o cualquier insatisfacción.
He aquí la paradoja de la felicidad en 3 pasos:
1 - ¡No exageres ni subestimes tus sentimientos!
Todo sentimiento es una llamada al aprendizaje, incluso la ira. No hay sentimientos malos o equivocados. Pero sí actos equivocados basados en determinados sentimientos. Y entonces puede incluso ser el amor. Siendo así, permítete sólo sentir, y después deja ir. Simplemente no te apegues ¡y todo será como tiene que ser!
2 - ¡Felicidad no es lo contrario de tristeza!
Tú puedes estar alegre en un momento y a continuación estar triste. ¡Y aun así, ser feliz! ¡La felicidad es la capacidad de lidiar con la temporalidad de todas las cosas, con los ciclos, con las fases de la vida! No reniegues de tu tristeza ni te conviertas con ella en un mártir. ¡Sólo aprende, y después, suelta!
3 - ¡Encuentra tu respuesta en el camino de en medio!
Ni tan rígido, ni tan blando. La flexibilidad es el equilibrio entre demasiado ceder y demasiado retener.
¡Cuanto más capaz seas de observarte y proceder en sintonía con tu corazón, mejor te conducirán tus respuestas al lugar donde tanto deseas estar! ¡Aquí, ahora y feliz de verdad!