La poesía nuestra de cada día
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/09/2011 14:51:40
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
De pronto, tú vas a informar el número de tu DNI en el buró del crédito y te llevas una sorpresa: tu DNI está caducado. Corre por la columna un escalofrío, una sensación insólita de que la vida ha pasado, de que todo ha sucedido y tú estás allí, parado frente a un extraño en busca de un crédito salvador.
En un impulso incontenible, te miras las manos. Dicen que las manos delatan la edad, o los estragos que la edad ha hecho en tu cuerpo. Y si te encuentras sumida en esa reflexión, si estás preocupada por tus manos, es hora de revisar modos de proceder e ideas.
¡Prueba a traer la poesía de la vida a tu corazón!
Escribe algo sencillo, envíaselo a alguien que aprecias. Inventa un modo de traer la poesía a tu cuerpo y a tu alma.
Qué tal cambiar el perfume que usas, deleitarte con un aroma agradable de nueva fragancia…
Busca en los álbumes una foto tuya de la infancia o adolescencia. Y obsérvate. ¿Qué has ganado con la vida? Encántate. Percibe que hoy eres más inteligente, más seductora… Concédete ese crédito a ti misma. Tú eres la criatura más importante en tu vida…
Recuerda, la poesía que consigues realizar en tu vida puede ser el camino para el rejuvenecimiento. No importa que seas ama de casa o expresiva profesional liberal. El cargo no importa, ni la edad que figura en el DNI. Lo que realmente cuenta es el tiempo que te has dedicado a ti misma.
Uno de estos días, una clienta me observaba incrédula, cuando le dije que era urgente que le dedicase cierto tiempo a sí misma. Azorada, compuso el cabello, ocultó las manos y cruzó las piernas. Eran movimientos que, en vez de ocultarlo, denunciaron que esa mujer no tenía tiempo para sí, ni había realizado poesía en su vida y su cuerpo.
Hacer poesía en tu vida elimina nieblas y oscuridades, te hace observar mejor la vida.
Otra clienta tenía dificultades en su nueva relación. Su hombre no se motivaba ni se mostraba encantado con su cuerpo.
Entonces vino la sugerencia salvadora…
Una amiga dijo: mira, déjale recaditos amorosos con la barra de labios en el espejo del baño. Ella dudaba, al fin y al cabo su hombre era muy serio… Para su sorpresa, el hombre se encantó y aquella noche fue un puro glamur y felicidad.
Cecília Meireles habla sobre la poesía en la vida:
Es preciso no olvidar nada:
ni el grifo abierto ni el fuego encendido,
ni la sonrisa para los infelices,
ni la oración de cada instante.
¡Es preciso no olvidar mirar la nueva mariposa,
ni el cielo de siempre!
Pues bien, ese puede ser un buen camino. Hacer poesía y descubrir en tu cuerpo otras marcas. ¡Señales de alegría y paz!