La psicoinmunología y los milagros
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 07/10/2015 10:05:05
por Renato Mayol - [email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
Hasta no hace mucho tiempo, un médico que clasificase una curación como milagro era ridiculizado. Afortunadamente, hoy la medicina ya reconoce que hay muchos casos de curaciones inexplicables y considera importante el estudio de las curaciones llamadas milagrosas para intentar descubrir cómo se producen y, si es posible, reproducirlas, para adentrarse en una nueva medicina curativa.
Para ello son importantes los adelantos del conocimiento en el área de la psicoinmunología, ciencia que, a través del ramo de la psiconeuroinmunología (PNI), estudia la capacidad que tiene el sistema nervioso de afectar al sistema inmunológico; éste es el sistema responsable por la defensa del organismo y conjuntamente con el sistema nervioso y el sistema endocrino, constituido por las glándulas que arrojan sus secreciones en la circulación en forma de hormonas, forman el trípode sobre el cual se asienta la salud del cuerpo.
Las bases de la PNI fueron establecidas a partir de los resultados de los experimentos de los investigadores Robert Ader y Nicholas Cohen, que lograron, únicamente con agua endulzada con sacarina, provocar muertes por inmunosupresión, en ratas previamente condicionadas para sentir aversión al agua así endulzada por su administración conjunta con un inmunosupresor que causaba vómitos.
En las ratas condicionadas, la administración forzada del agua endulzada sólo con sacarina desencadenaba, a través de las terminaciones nerviosas de las papilas gustativas, señales que suprimían el sistema inmunológico, aun sin la administración conjunta del inmunosupresor.
El sistema inmunológico, responsable por la defensa del organismo, está constituido por células de diferentes tipos y con diferentes funciones, que se encuentran en la sangre, en los ganglios linfáticos y en el bazo. A su vez, el cerebro, integrante del sistema nervioso central, produce sustancias químicas que son los neuropéptidos, y que por la sangre van hasta los respectivos receptores diseminados por todo el organismo. Y es a través de los receptores en las células del sistema inmunológico para determinados neuropéptidos producidos en el cerebro, como se da la comunicación entre el cerebro y las defensas del organismo.
La interacción entre la mente y el sistema inmunológico, con la mediación del cerebro, lleva a la posibilidad de que los individuos puedan actuar sobre sus enfermedades con armas como - emociones, sentimientos y pensamientos, para ejercer su deseo de vivir o su voluntad de morir, en dependencia del estado mental.
Así, se ha observado que viudos con altos niveles de depresión tiene una gran posibilidad de desarrollar cáncer entre el sexto y el décimo mes de viudedad. Situaciones estresantes como la pérdida del empleo, o la preocupación de no ser capaz de aprobar algún examen académico, también reducen las defensas del organismo.
De modo igual, hay estudios que demuestran que una elevada implicación social está asociada a altos niveles de inmunidad y también hay estudios que sugieren que emociones positivas, como la compasión, el perdón y el amor, pueden ejercer un efecto benéfico sobre el sistema inmune reduciendo la gravedad de muchas dolencias e incluso propiciando su curación.
Curaciones esas que a veces se producen de forma extraordinaria, y no habiendo todavía una explicación científica en base al conocimiento actual, tales curaciones son denominadas milagros.
Los milagros no dependen de estar ligado a alguna religión, sino que dependen de la religiosidad, que es un sentimiento innato que motiva la búsqueda de la filiación Divina, sin que necesariamente haya presencia de intermediarios como curas, pastores, rabinos, obispos u otros.
Los estudios sobre la relación entre el estado mental, el sistema inmune y la salud han venido avanzando gracias a la introducción de exámenes como la tomografía computarizada, y la resonancia magnética, que son capaces de reconocer las áreas cerebrales afectadas en diferentes estados emocionales, y en actividades como la oración y la meditación.
De esa forma, la importancia del conocimiento de los factores que pueden actuar para producir las llamadas "curaciones milagrosas" reside en el hecho de que en llegando a conocer cómo se producen los milagros, quizá podamos conseguirlos cuando más los necesitamos.