La Psicología y la Meditación son tratamientos para la ansiedad y la depresión
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 28/11/2013 10:40:41
por Fatima Bittencourt - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La meditación es una técnica originaria de la filosofía oriental, ya aceptada como fenómeno físico; gracias a recientes estudios del cerebro, ella ha venido siendo empleada por neurocientíficos, psicólogos y otros especialistas como valiosa herramienta en el tratamiento de diversas dolencias cuyo origen es el estrés, como la ansiedad y la depresión. Químicamente, la meditación estimula una mayor producción de ciertos neurotransmisores en el cerebro, como la dopamina, responsable por el sentimiento de placer y bienestar, y la serotonina, ligada a la sensación de felicidad. Se sabe que parte de tales efectos tienen que ver con modificaciones en los patrones de respuesta a situaciones estresantes, con aumento de la actividad en áreas de inhibición de la ansiedad y mengua de la secreción de hormonas como el cortisol, vinculadas a la reacción aguda frente al estrés.
En torno a ese nuevo concepto, la meditación se ha venido estudiando por medio de técnicas científicas, como el análisis de las ondas cerebrales, y procedimientos de diagnóstico por imágenes, como el electroencefalograma. El objetivo es comprender de qué modo la meditación actúa en el cerebro mientras los que la practican están en fases profundas de interiorización. Integrada en la psicología occidental se ve cada vez más utilizada en los consultorios, propiciando cambios en el paciente en todas las dimensiones, bío-psico-físico y espiritualmente. Alcanzar ese estado superior de conciencia desarrolla e incrementa la compasión hacia los otros seres, siendo ese un diferencial de tal integración. El paciente no sólo se beneficia con el desarrollo de la auto-conciencia, sino que además contribuye a ensanchar la red de nuevas conciencias colectivas a través del estado relajado y tranquilo proporcionado por la meditación.
Se trata de una práctica con múltiples posibilidades de verbalización en compañía del terapeuta. La repetición de un mantra puede ayudar a estabilizar lo mental, aumentando la capacidad de concentración, atención y memoria. En las meditaciones de observación, en cambio, se desarrolla un silencio interior, fundamental para los cambios deseados en el proceso terapéutico. En general, las meditaciones son útiles para llevar la conciencia al estado de presencia, donde se encuentran las respuestas del pasado y del futuro. En ese estado existe el equilibrio y la lucidez necesarios para la conservación de la salud en un momento de tantos factores estresantes como el que vivimos.
Hace tiempo que utilizo la meditación con los pacientes. La indicación de la meditación se produce caso por caso y no hay correspondencia regular con los tipos de patologías. Las técnicas de meditación también son practicadas en diversas tradiciones religiosas, aunque hay diferentes disciplinas, como la nueva psicología, que las utilizan con objetivos no religiosos. La meditación favorece la reprogramación de la vida. Ese nuevo planteamiento es un instrumento de transformación basado en el poder terapéutico que el paciente encuentra al acceder a sus propios archivos, adquiriendo la capacidad de renovar sus patrones de condicionamientos físicos y emocionales.
Partiendo del principio de que el hombre es en realidad un bío-computador, que marcha con base en las informaciones genéticas recibidas por el ADN, añadidas a las informaciones recibidas en el ambiente familiar y social en el período de desarrollo y formación neurológica, es necesario alterar la configuración de estas programaciones cuando están originando sufrimiento.
Con las técnicas de meditación integradas a la psicología, el paciente es remitido a la situación que originó determinado patrón. Al revivir el acontecimiento y sus respectivas sensaciones, esto tiene el poder de modificar el registro de los acontecimientos, retirando toda la carga emocional presa en el pasado de forma a traer el bienestar, la calidad de vida y nuevas posibilidades de administrar el estrés y la ansiedad vividos en el día a día.
Por fin, tanto la psicología como la meditación son, en esencia, herramientas para vivir una experiencia transformadora y espiritual, pues ambas proporcionan el contacto con lo interno y elevan los niveles de conciencia. Después, cada cual encontrará la manifestación esclarecedora, de las causas y soluciones del estrés y sus consecuencias. Ahora, sólo falta practicar. comienza tomando contacto con la respiración; parece fácil, pero mantenerla significa aprender a vivir en armonía con el mundo interno y externo, ¡y además sentir la conexión de lo divino existente en nosotros! Buena práctica.
¡Que todos los seres sean felices!
