La puerta del nunca más
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 25/07/2019 06:23:26
Autor Wilson Francisco
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Traducción de Teresa –
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En Senegal, había una región muy pobre ¡llamada La puerta del nunca más!
En ese lugar las personas eran segregadas y esclavizadas.
Gilberto Gil, inspirado en esa miseria moral y social, elaboró una canción en que dice que la Luna que cubre todas las naciones cubre el pueblo del Goré, como también era llamado aquel lugar.
La Luna, que enternece las almas nobles que circulan por las alamedas de las ciudades que disfrutan del progreso, ciertamente todas las noches se asoma sobre la paja seca que cubre la casa de las criaturas humildes o en las aceras, para observar e iluminar sus corazones.
Nada en este mundo está en descubierto. Los dioses tienen paños calientes y acogedores para cubrir los cuerpos de todos, incluso los de las personas segregadas y esclavizadas por el dolor y la soledad.
Si tú, por un momento en tu vida, te sientes al borde de franquear la puerta del nunca más, ten la seguridad de que, donde faltan ojos humanos para ver tu dolor, la Naturaleza tendrá siempre el Sol y la Luna para encantar y caldear tu corazón.
Déjate ser amado por el Universo. Vale, el Universo te protege, pero, ¿y tú, has estado adquiriendo herramientas para dar calidad de vida a tu alma?
O será que vives así, como dice una antigua y bella canción:
“estaba ocioso en la vida, mi amor me llamó, para ver pasar la banda, tocando cosas de amor; mi gente sufrida se despidió del dolor, al ver pasar la banda, tocando cosas de amor”.
Bien, una canción muy bonita, una banda que pasa por la calle, pueden remitirnos a pensamientos de salud y paz, más aún con la presencia del amor al lado. Sin embargo, a veces, hace falta más, principalmente percepción, tanto en relación a lo que estamos haciendo, como en lo que concierne a lo que hacen con nosotros.
Es posible que te subyugues y te dejes arrebatar por oleadas de maldad, así, de repente. Una situación aparentemente simple, una palabra y listo, nos dejamos llevar por el rencor, nos entristecemos, nuestra vista se nubla y ni Sol ni Luna podrán encantar e iluminar nuestra alma.
La puerta del nunca más puede estar ahí a tu lado, aguardando un momento propicio, para hacerse obstáculo y ahogar tus tentativas y tus sueños.
Observa los detalles, por donde andas y las cosas que haces. ¿Cómo está el cielo en este momento? ¿Hay nubes, presagiando un temporal?
Entonces, prepárate, ponte el chubasquero, deja para salir más tarde, informa a la otra persona que es posible que tú te retrases.
Elimina lo imprevisto de tu vida. Claro, sin martirizarte con ideas preconcebidas, anticipando diluvios, cuando tan sencillamente surge en el horizonte una nube que trae una llovizna ligera.
Si eres de aquellos que andan con las portadas de la tragedia estampadas en tu visual, ¡cuidado!
Pulveriza las situaciones dramáticas en tu mente. Cuida con cariño tus pensamientos. ¿Qué tal pensar hoy que tú eres una persona divina, creada por Dios y que ese Creador tuvo el poder de organizar un Universo perfecto?
Se habrá equivocado en ti. O quizá eres tú quien está haciendo un juicio equivocado de las cosas y criaturas.
Hay muchos seres humanos por este mundo, en sus chabolas, dando el callo para conseguir su pan de cada día. Y no por ello son tristes e irritables. Esas pobres personas transitan por la puerta del nunca más, y todavía mantienen su brillo, la elocuencia en sus palabras, aunque abrumadas por la insania social que amenaza nuestro mundo.
Y tú, que estás todavía por aquí, disfrutando de derechos y posibilidades de vivir bien ¿qué es lo que haces de tu luz? ¿Qué cosas que te encantan haces en tu cotidiano? ¿Cuántas veces al año te haces el regalo de ser feliz?
Quizá la felicidad no esté tan lejos de ti, puede ser que allí al otro lado de la calle encuentres tu motivo de vivir.
Vamos, ve en busca de algo que te encante y nunca más dejes a los grilletes de la melancolía atenazar tu corazón.
