La realización espiritual del hombre - Parte II
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/02/2015 11:06:31
por Leandro José Severgnini - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Estoy convencido de que el hombre difícilmente encontrará su realización espiritual mientras se sienta impotente y sumiso a la voluntad divina, cuanto más si nos sentimos subyugados por la promesa de castigo de un divino malhumorado. Voy a contar una anécdota…
Me acuerdo perfectamente de cuando me estaba preparando para la primera comunión. Uno de los rituales que todos los “neófitos” debían cumplir era el de la confesión. A aquella edad (no era adolescente siquiera), yo, sinceramente, no tenía demasiada instrucción o discernimiento para comprender e incluso cuestionar por qué Dios habría de ofenderse, y cuán graves serían mis disparates infantiles hasta el punto de despertar la ira del Divino. En mi inocencia, pensé, pensé, pensé, y llegué a la conclusión de que no había hecho nada tan grave para ofender a Dios, que debiese confesarlo. El problema es que todos estaban cumpliendo el ritual y yo tenía que hacer lo mismo. La solución fue inventar algunos pecados.
Recuerdo perfectamente que en la confesión relaté los tradicionales “mentí” y “desobedecí a mis padres” y acabé inventando otras cosas que no había hecho. O sea, que yo ni siquiera sabía muy bien lo que era pecado, ni por qué el Divino habría de enfadarse con mis niñerías, pero mi inocente infancia fue utilizada para inculcarme la idea de que yo era un pecador, y consiguientemente, pasé a arrastrar el sentimiento de culpa. Pero ¿no dicen que Dios es un padre todo amoroso y lleno de bondad? ¿Por qué habría de ofenderse tan fácilmente? Si así fuese, ese sería un Dios digno de compasión, pues tendría una vida mucho más aburrida que la mayoría de nosotros.
¡No! Definitivamente las cosas no pueden funcionar así. Pero eso no significa que no exista un orden que dirija la vida y sus manifestaciones. En modo alguno significa que el hombre esté libre para hacer lo que le plazca sin cargar con las consecuencias. Todo lo contrario: si comprendemos la conciencia humana como parte integrante de la gran conciencia cósmica, veremos que el hombre es el único responsable por su bienestar o malestar, tanto físico como espiritual. Y es que, no habiendo separación, no hay cómo perturbar el orden del Todo sin que esa perturbación recaiga sobre uno mismo. Según Rohden, “el mayor daño que el hombre puede hacerse a sí mismo es intentar hacer daño a otro”.
Es por este motivo que Buda, en vez de priorizar la predicación sobre Dios, priorizó el autoconocimiento y la elevación moral de sus discípulos. Para los maestros orientales, la única posibilidad de realización espiritual en cualquier individuo es enfocar sus acciones en el desarrollo del amor. Según la Ley de Acción y Reacción, todo lo que tú emanas habrá de volver a ti. Siguiendo este principio, llegará el momento en que percibirás que la única Divinidad existente está manifiesta en la propia vida y, por tanto, en ti mismo. Recuerda que eres divino y el sentido de la vida es la Realización de esta divinidad que habita en ti. Nada menos que eso te va a traer la sensación de realización.
