La regresión como punto de partida
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 06/04/2010 12:11:09
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“La próxima frontera no está solo frente a ti, ella está dentro de ti”. (Robert Cooper)
La tenue línea que separa el “estar aquí” del “estar en otro lugar”, se halla dentro de nosotros, en el yo físico/material y en el yo espiritual/inmaterial, o sea, en la memoria cerebral que guarda los recuerdos de la vida actual y en la memoria extra-cerebral (o periespiritual) que almacena recuerdos de vivencias de un remoto pasado.
Hoy estamos “aquí”, pero ya estuvimos “allá” en innumerables situaciones anteriores. La existencia humana es un libro abierto repleto de capítulos que corresponden a las vidas del espíritu inmortal.
Por este motivo, la regresión de memoria cuando encaminada por un profesional habilitado, con experiencia, y que trabaje con un método terapéutico seguro y digno de confianza, puede llegar a ser una experiencia sin precedentes en la historia de vidas de la persona.
El auto-conocimiento de nivel avanzado, como sabemos, pasa por experiencias que activan la percepción supra-sensorial del individuo. Y la regresión es un instrumento – o un medio – para que la persona pueda, a través de su memoria extra-cerebral, acceder a niveles de percepción relacionados con su yo espiritual.
En estos varios años de experiencia como psicoterapeuta interdimensional, diversas personas vivieron la experiencia, por medio de la regresión, de lo que necesitaban para obtener un considerable añadido en relación a la certidumbre de la inmortalidad del alma. Hecho que ha contribuido para su despertar de la consciencia, cambiando para mejor la calidad de vida de dichas personas.
Cuando bien elaborado su contenido, lo inédito de la experiencia regresiva trae consigo la magia del despertar para el auto-conocimiento mucho más allá del “aquí-ahora”. Para la mayoría de los que hacen regresión al remoto pasado, la experiencia tiene el significado real de aquello que buscaban respecto de la comprobación de su naturaleza trascendental. Si muchos albergaban dudas, pasan a tener menos dudas... o ninguna duda.
No obstante, cada caso es un caso y cada capítulo vital es único en el libro de la existencia de cada uno de nosotros. Somos seres semejantes, afines... pero no iguales.
Recuerdo un caso en que el objetivo de la persona era hacer la regresión “por curiosidad”. En la primera consulta, de evaluación, había percibido su intención, ya que ella no tenía historial relacionado con ninguna psicopatología, o siquiera algún síntoma reciente que fuese motivo para buscar ayuda en la psicoterapia.
Lo curioso en estos casos es que, por detrás de la pseudo-curiosidad de la persona, por lo regular hay una motivación mayor – si bien inconsciente – relativa al auto-conocimiento. Y estas situaciones ocurren, invariablemente, con personas que se suponen saludables, que no tienen diagnóstico de patologías estructurales.
En esas situaciones atípicas, lo importante es percibir el momento y no frustrar a la persona que en el fondo pretende invertir en su auto-descubrimiento, pero no sabe cómo el psicoterapeuta y la experiencia regresiva podrían ayudarle...
La habilidad, el conocimiento y la experiencia del terapeuta son imprescindibles en esos momentos, principalmente, porque la psicoterapia queda encargada de hacer que la persona decida qué hacer en lo referente a las motivaciones que la han traído al consultorio, o sea, concluir si la experiencia regresiva habrá de acrecentar – o no – lo relativo a eso que ella está buscando.
Esta orientación tiene un sentido ético, pues dentro del proceso terapéutico la duda jamás debe permanecer entre terapeuta y paciente...
Cuando queda resuelta la cuestión ética, y la persona tiene la convicción de que la regresión podrá ayudarle a impulsar su auto-descubrimiento, es llegado el momento del “punto de partida”, cuando el individuo psíquicamente sano se halla en condiciones de empezar su “arrancada” rumbo al auto-conocimiento a nivel avanzado.
Y una vez dada la “salida” a través de la experiencia regresiva bien elaborada, el individuo ya empieza su escalada en el sentido de alcanzar el próximo peldaño de la consciencia. Y como el auto-conocimiento es una experiencia íntima, única e intransferible, termina ahí la función de la psicoterapia y la regresión utilizadas como instrumento consciente de ayuda para quien tiene la convicción de aquello que desea para sí mismo.
Psicoterapeuta Interdimensional.
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