La relación entre el sufrimiento humano y la protección energética
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/11/2012 14:30:47
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Nada en la vida puede ofrecer más capacidad de afectar al patrón energético de las personas que el sufrimiento emocional. El sufrimiento surge porque la mente humana analiza y juzga cada situación, después la compara con sus creencias personales. Cuando el resultado de ese enjuiciamiento (casi siempre hecho de forma inconsciente y automática) muestra aspectos nocivos, así como la necesidad de reaccionar frente a lo que se presenta, la mente dispara pensamientos que causan miedo, tristeza, ansiedad, rabia, frustración, indignación, rebeldía, y por consecuencia surge el sufrimiento puro y simple.
La descarga energética que recibe el aura humana con la aparición del sufrimiento es muy intensa y significativa, lo cual, además de producir un campo energético nocivo, que posteriormente habrá de atraer más acontecimientos de sufrimiento, también promoverá sensaciones desagradables, así como cierto quebranto en las fuerzas vitales de la persona. En otras palabras, el sufrimiento humano es el veneno que intoxica el cuerpo, la mente y el espíritu.
Sería posible aprender a disminuir los estados constantes de sufrimiento si estuviésemos más conectados con la Fuente Mayor, pero por desgracia aún tenemos mucho que aprender sobre esto, y así continuamos siendo vampirizados espiritual y energéticamente porque actuamos de forma equivocada y no tenemos conciencia sobre nuestros papeles en esta experiencia física.
TODAS LAS SITUACIONES, PROBLEMAS Y ACONTECIMIENTOS SON CAMPOS DE ENERGÍA
Vivimos dentro de campos de energías invisibles a ojos humanos, los cuales son magnetizados con el producto de todo lo que pensamos y sentimos. Esos campos afectan a los campos contiguos, con intensidad más o menos elevada, según la afinidad entre las fronteras.
Por acción de la ley de la atracción magnética, también atraemos, a cada sistema de vida, episodios, situaciones, cosas, acontecimientos o personas que estén en la misma sintonía y por eso estamos todo el tiempo intercambiando energías en movimientos constantes de dar y recibir. Y en ese proceso de intercambio energético constante, siempre que nos deparamos con una cosa cualquiera, persona o personas, acontecimientos o lugares, intercambiamos energías.
“Cuando se unen cuerpos, después de ese encuentro, energéticamente jamás serán los mismos”. Analizándolo así, no es posible negar que en el universo todo está interconectado y que aunque ilusoriamente intentemos alejarnos de los problemas ajenos, aun así, no nos es posible. Nuestra única salida es aprender a mejorar lo que esencialmente somos, porque así sabremos renovar nuestras energías siempre que nos permitamos (debido a nuestro patrón energético desequilibrado), ser afectados energéticamente.
Observa que el término más correcto no sería obsesión o ataque, pues nadie nos está atacando, a fin de cuentas estamos atrayendo magnéticamente eso que llamamos ataque. Entonces, los términos más correctos, dentro de ese contexto, serían influencia, retorno o quizá compensación del sistema energético.
Hemos de comprender que intercambiamos energía con todo y con todos, pero lo que determina nuestro equilibrio y vitalidad es la forma en cómo permitimos que eso suceda: elegimos la sintonía. No obstante, sabemos que los ataques (compensaciones energéticas del sistema) se verifican con mucha frecuencia.
A partir de este momento te invitamos a analizar todo proceso de sufrimiento (exceso de pérdida energética o influencia nociva) como compensaciones energéticas del sistema. Si llegas a comprender bien ese aspecto, estamos seguros de que percibirás la causa raíz del sufrimiento humano: la desconexión.