La respiración Hortensia
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 18/01/2009 15:23:33
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Vosotros me conocéis, todo lo que entiendo del Universo ha de tener aplicación. ¿De qué te sirve, por ejemplo, oír una conferencia o leer un libro sobre un determinado asunto y no saber cómo aplicar en tu vida, tu cuerpo y alma, aquello que has aprendido u oído? Quedará tan solo como un adorno en tu cabeza. Hay personas que son verdaderas bibliotecas andantes, saben de todo, pero de aplicarlo, que es bueno, nada. Leo siempre historias de personas que dicen haber leído muchos libros, frecuentado cursos, participado en religiones, pero que frente a un problema no saben cómo hacer.
En una clase en el CE Nosso Lar, hice mi lectura de las palabras de Jesús: el amor cubre la muchedumbre de los pecados. Y se produjo una reacción de los alumnos, porque no comprendían bien cómo es eso, de que el amor elimine los pecados. Preguntan cómo queda la cuestión de los errores cometidos y de los resultados mórbidos que causa una actitud maléfica.
Entendían ellos que es preciso que la persona sufra la expiación, pase por la probación y después, sí, podrá liberarse. Yo sé que existe ese proceso, pero ese enfoque de acción y punición pertenece a un pasado que queda muy distante. Es la pena de Talión, promulgada por Moisés. Por lo que entiendo, nuestra civilización, en el sentido moral, está bajo la jurisprudencia de Jesús, por ahora el mayor Maestro que ha pasado por la Tierra.
Podéis elegir. Un camino o el otro. Jesús dice que puedes eliminar en tu alma todo vestigio del mal que has cometido. Ahora bien, si estás aprendiendo o entiendes que es necesario sufrir o prefieres guardar dentro de ti la culpa, el remordimiento y el miedo, permitiendo que se adueñen de tus pensamientos e impulsos, entonces, quizá lo mejor sea de veras que sufras, para sentirte librado con la Ley. Si formas parte de esa comitiva y prefieres esa opción, muy bien. Quédate con ese camino, yo prefiero seguir a Jesús, o sea, al amor.
Y a los espíritas de guardia, que permanecen en estado de alerta, les indico el Libro de los Espíritus, donde hay una respuesta a Allan Kardec, informando que el Espíritu puede seguir la línea recta, lo cual significa que el dolor y el error no son obligatorios. Son atajos. Hay también otro libro que aborda con mucha propiedad ese tema, Cavaleiro de Numiers (Caballero de Numiers), psicografiado por Ivone Pereira, cuya narrativa envuelve el nacimiento de Charles, criatura que se había suicidado y se preparaba para habitar un nuevo cuerpo en la Tierra.
En la Biblia está la leyenda de que Dios hizo al hombre de barro y sopló en su nariz, y el hombre anduvo y vivió. Parece una cosa muy extraña, pero no lo es. Veamos, por ejemplo, qué es lo que alienta el cuerpo humano, cuál es el tipo de combustible que hace que nos pongamos en movimiento: oxígeno y energía cósmica. Sin la respiración, durante unos cuatro minutos, el cerebro pierde su función y la criatura entra en estado comatoso. Sin la energía vital, el cuerpo pierde su cualidad, su esencia.
Por eso, siempre recomiendo: respira. Con la respiración, tienes calidad de vida y te mantienes vivo. Desde la aparición del ser humano en la Tierra es así. Cuando inspiras, atraes el soplo divino para tu cuerpo y alma, dinamizando tus fuerzas y tu voluntad de ser. Con la respiración, tu cuerpo, oriundo de la Tierra, o sea, de los elementos que componen nuestro Planeta, recibe el movimiento y tú, Espíritu inmortal, recibes la energía divina que te da las posibilidades de desarrollar tus talentos.
Estuve el año pasado en un supermercado de la zona norte, dando a los empleados una charla sobre la respiración, en una interesante promoción hecha para homenajear a las madres. En principio, el tema no había causado mucha expectativa, pero un reportaje del Fantástico, el domingo anterior, despertó la curiosidad de los invitados. Acudieron casi todos y tuvieron una participación extraordinaria, preguntado y participando en los ejercicios.
Juntos, hemos podido aclarar muchas dudas, como problemas respiratorios que afectan a la vista, consecuencias de la respiración bucal, efectos en la mente humana, causando depresiones y otras cosas más. La mayoría desconocía el asunto y sus implicaciones, y salió del encuentro satisfecha. Entiendo, incluso, que las empresas deben ampliar ese tipo de orientaciones, porque la calidad de la respiración puede dar más agilidad, inteligencia y memoria, recursos indispensables para el buen desarrollo del trabajo.
A propósito de este tema, suelo sugerir que las personas hagan siempre la respiración Hortensia. Os acordaréis de esa jugadora de baloncesto, la mayor de todos los tiempos, aquí en Brasil y quizá en el mundo. Lo que hacía ella, cuando estaba ante la canasta: respiraba hondo, inspirando profundamente el aire y soplando hacia fuera, todo cuanto pudiese constituir un obstáculo, en aquel momento: miedo, expectativa, cansancio, etc. y tal. Y tras respirar, lanzaba la pelota a la canasta, con una precisión extraordinaria.
Arnaldo Scarlati, en su importante libro A dor que não é doença (El dolor que no es enfermedad), escribe que una mala respiración puede causar: dificultades auditivas, falta de concentración, gastritis, descontrol hormonal, rinitis, sinusitis crónicas y otras disfunciones. Véase lo muy necesario que es el practicar una buena respiración y será interesante que desde muy pronto las madres observen esto en sus hijos para que tengan una mejor calidad de vida.
Por otra parte, cuántas y cuántas veces te encuentras ante una situación, teniendo que acertar, que tomar una decisión importante, que hacer un examen…
Respira hondo, libera todo miedo y ansiedad y ve en busca de tus objetivos. Recuerda, tú estarás en aquel momento, moviéndote bajo el impulso del soplo divino. Y tu victoria, con toda seguridad, estará garantizada. ¡Respira y sé feliz!
