La Semilla del Mañana
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 15/07/2010 13:03:18
por Maria Cristina - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Al igual que una semilla encierra en sí misma una nueva vida, cada instante, el Ahora es el comienzo de una nueva andadura, aunque no siempre se tenga conciencia de ello. Podemos seguir andando siempre de la misma manera, si lo queremos así, repitiendo siempre el pasado, arrastrando el peso de nuestros errores, las tristezas de momentos ya vividos, pero también tenemos la posibilidad – y es real – de encarar este instante como un nuevo comienzo, el inicio de una historia distinta, aunque con sus raíces en el pasado, ¡en todo cuanto ya hemos sentido, aprendido y pensado!
¡Este milagroso momento que vivimos es nuestro instante de libertad! En él podemos elegir, podemos dar un vuelco a la mesa, podemos transformarnos. A cada instante estamos sembrando el futuro y esto puede hacerse amorosamente y con responsabilidad, de forma clara, consciente de que la cosecha llegará y que dependerá de la calidad de lo que estamos haciendo en el momento presente…
¡El pasado ya forma parte de nosotros! Estamos así, ahora, porque vivimos todo cuanto recordamos bien, momentos que nos han enseñado y moldeado, que nos han transformado en lo que somos ahora. Por eso, todo lo pasado ha sido importante, pero no debemos vivir repitiendo y recordando siempre lo que ya sucedió.
Privilegiemos el ahora, con alegría y esperanza, sabiendo que nuestra historia está siempre recomenzando a partir de donde se había detenido…
Si hemos vivido momentos tristes, difíciles, felices, amorosos, alegres, y estamos aquí, ahora, hemos de tener la confianza de que nos sostendremos de aquí en adelante, pase lo que pase. Y de que siempre será más fácil vencer, pues estamos más fortalecidos por las diversas experiencias ya vividas.
Importa tener esperanza, creer en que lo nuevo está a nuestra puerta, darle siempre la bienvenida y entregarnos nuevamente, recomenzando, dando el primer paso y no solamente el paso siguiente.
Cuando somos jóvenes es bastante más fácil actuar así. Sin embargo, para los mayores es todavía más importante trabajar la esperanza y la conciencia de que somos eternos aprendices, recomenzando y haciendo un camino diferente. Pues, si no tenemos ese cuidado, podemos ponernos en una posición neutra, de no acción, cuando dejamos que la vida pase, sin realmente vivirla, con todas sus delicias y todas sus agruras.
Está claro que cambiamos mucho con el paso de los años. Mucho de lo que nos atraía ya no nos agrada. Esto se llama madurez. Pero es preciso no dejarnos estancar, solamente porque nuestro cuerpo ya no es el mismo. Pues nuestro espíritu es eterno y tiene una infinidad de cosas nuevas que aprender. A cada instante llega una nueva oportunidad y podemos y debemos estar conscientes de ella…
Somos Todos Uno en esencia, pero nos expresamos de maneras muy diversas, recorremos caminos diferentes y por eso hay una infinidad de cosas que no conocemos, de caminos que jamás hemos recorrido, de emociones que no habíamos sentido, de personas que aún no hemos encontrado…
¡Nuestro camino es infinito, por tanto, andemos! Atendiendo a lo que nos sucede, a quien nos llega, a los que se van, a lo que sentimos. Para ayudarnos, para transformarnos, para aprender.
Vivamos plantando semillas, en cada momento presente. Que ellas se hagan siempre más saludables, más puras, más plenas de amor y de luz, a fin de que el mañana, no solo el nuestro, sino el de toda la humanidad sea más feliz y menos denso.
¡En este Ahora yo te saludo y te emplazo a vivir lo más plenamente, todas nuestras posibilidades!