La Señora de las Verdades
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 15/05/2009 14:23:06
Traducción de Teresa - [email protected]
Me ocurre… en tiempos de cambio profundo… empezar con cuestionamientos sobre las cosas que para mí eran verdad hasta entonces…
En una de esas ocasiones, cuestionaba los muchos ropajes diferentes que se usan para simbolizar la verdad… y otras cosas más… parecía que todo dentro de mí estaba en ebullición, revuelto.
Era uno de aquellos tiempos que limitaban el antes… y el después… porque lo que ocurría allí hacía que todo cambiase, o continuase como estaba, pero renovado, y nuevamente validado por el corazón…
Fue mientras estaba así, con el corazón tumultuado por esos cuestionamientos… cuando soñé con Ella… La Verdad… que se me apareció como la Señora de las Verdades. Ya no me acuerdo si fue un sueño o una visión, pero fue así…
Ella se me apareció allá en el fondo de la naturaleza donde yo me encontraba, en un tipo de altar muy bonito… en arco, excavado en la piedra y esculpido… Ella no era nada hermosa como las imágenes que yo estaba acostumbrada a ver en los altares… era una vieja, muy vieja… y delgada, muy delgada… con los cabellos muy blancos y muy largos, era casi la imagen de la muerte…
La atmósfera era como la de los sueños, con luces y sombras que parecían vivas… en pulsiones que hasta hoy, mucho tiempo más tarde… me remiten a aquel lugar como si aún fuese hoy.
Ella pide que me acerque… parecía que me iba a revelar la Verdad.
Respiré hondamente llevando conmigo todos los cuestionamientos y dudas y, cuando me preparaba para dar los primeros pasos en dirección a ella, percibí que el suelo estaba ardiendo en llamas… el suelo era puro fuego… Miré las llamas encantada, pero temerosa e indecisa, miré hacia Ella que continuaba llamándome para que avanzase.
Así lo hice, con la respiración ahora en suspenso… como si cualquier movimiento en falso pudiese ser fatal, pero… percibí que el fuego no me quemaba… Nuevamente respirando aliviada anduve un trecho sobre las llamas en dirección al altar de la Señora de las Verdades… Me detuve con miedo, cuando en determinado punto percibí que a partir de allí yo veía las ascuas que daban origen al fuego… y eso me impedía tener el coraje de continuar.
El miedo de quemarme fue más fuerte y me hizo permanecer allí parada un tiempo… casi desistiendo de encontrar la Verdad…
Miré de nuevo hacia Ella, que seguía llamándome… pero el ver las ascuas… el origen del fuego, me daba mucho miedo y no me acuerdo cuánto tiempo habré permanecido así…
Hasta que me decidí a entregar el miedo y avanzar, y cuando di el primer paso percibí que las ascuas tampoco me quemaban. Con el corazón acelerado me vi cada vez más y más cerca del altar…
Cuando ya iba a alcanzarlo, miro a la Señora de las Verdades… y para asombro mío y desilusión, ella se deshizo en cenizas finísimas, bien delante de mis ojos…
No me había rehecho del asombro cuando vi surgir y deshacerse en ceniza, en el lugar donde ella estaba en el Altar, otras muchas imágenes adoradas por las varias religiones y culturas… Iban creándose y deshaciéndose en cenizas hasta que el Altar se transformó en el Gran Misterio…
El Gran Misterio se presenta como el Espacio Infinito cuajado de estrellas…
Aquel altar… donde antes estaba la Señora de las Verdades y después otras muchas representaciones de la Divinidad, ahora se me revelaba como un Portal para el Gran Misterio.
Contemplé encantada esas posibilidades… cuando veo allá en el infinito de estrellas a la Señora de las Verdades, que se me aparecía nuevamente y me hacía ademanes para que fuese a su encuentro… y al fin voy…
Ya sin el peso del cuerpo ni de los conceptos, ella me transmite, sin hablar, que… los muchos ropajes son caminos hacia la Verdad, como flechas indicadoras… pero que muchos se pierden adorando los caminos.
Y, en el silencio, me habló de muchas más cosas… que calmaron nuevamente mi Alma… y seguí viaje…