¡La sensación de peso es inversamente proporcional a su fuerza!
por Rosana Braga em STUM WORLDAtualizado em 03/08/2006 23:48:28
Traducido por Melissa Park - [email protected]
Imagine un paquete de arroz de cinco quilos. Ahora imagine a dos personas aparentemente equiparadas en fuerza. Mientras, una sufre de anemia, está delgada, debilitada y frágil; la otra es físicamente activa, invierte en su condición física y tiene una óptima alimentación.
Cual de las dos conseguirá asegurar el paquete ¿por más tiempo y con menos esfuerzo? Obvia respuesta, ¿no? Aunque el peso sea exactamente igual para las dos, una tiene más condiciones de soportarlo que la otra, por causa de su preparación.
Así también sucede con nuestra capacidad de soportar los problemas, lo dolores, las situaciones inesperadas con las cuales tenemos de lidiar, muchas veces, en la vida. Por lo tanto, el secreto es: ¡manténgase fuerte! ¿¡¿Como?!?
Pues bien, invirtiendo en su equilibrio emocional, descubriendo cuales son sus capacidades más estructuradas, percibiendo sus puntos débiles, manteniéndose consciente de sus limitaciones y buscando ayuda – si fuera preciso – para superarlas y sobretodo, invirtiendo constantemente en buenos pensamientos y actitudes coherentes.
Sé que, algunas veces, superar el fin de una relación o lidiar con sentimientos como el rechazo, carencia, soledad, inseguridad, baja auto estima, entre otros, no es nada leve. Muy por el contrario, la sensación es, que el peso de todo eso es mucho mayor de lo que podemos soportar.
Pero no hay otra manera de encarar la vida, para llegar donde deseamos y ser feliz hay que acoger todos esos dolores, aceptarlos como parte de nuestra historia y aprendiendo lo que debe ser aprendido con cada sentimiento.
Claro que para ciertas situaciones difícilmente estaremos “preparados”. Enfrentar la perdida de alguien que amamos, por ejemplo, además de otras circunstancias extremamente dolorosas con las cuales algunas veces tendremos de lidiar, probablemente sacaría a cualquiera de su eje, independientemente de toda su preparación.
Pero también la recuperación, la asimilación y el aprendizaje delante de ese inmenso dolor suceden, generalmente, de manera menos nefasta para quien está conectado con su potencial divino y con su fuerza interior.
Por lo tanto, no es el peso de sus problemas que importa, si no cuanto usted invierte, diariamente en su fuerza. ¿Qué es lo alimenta su alma? ¿Cuánta atención le ha dado a su acondicionamiento espiritual?
Y puede apostar: si para mejorar su desempeño físico usted puede precisar de la ayuda de un profesional del área, para fortalecer su corazón tal vez usted también precise contar con la sabiduría de otras personas.
No se cierre, no se esconda, no sucumba por creer que no es capaz de soportar algún dolor. La vida puede ser un ‘carro-bomba’ o un ‘carro-alegórico’. Y mucho más que el peso de sus problemas es el modo como usted lidia con ellos que lo coloca en uno o en otro carro...
¿A cuál usted quiere subir?
