La Solución
por Simone Arrojo em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:35:14
Traducción de Teresa - [email protected]
La solución de un enmarañado tal se hace posible cuando el orden básico queda restablecido, es decir, cuando los excluidos vuelven a ser acogidos y respetados. En este caso, por ejemplo, la segunda mujer debería decir a la primera: "Yo tengo este hombre a costa tuya. Yo honro esto y reconozco que se te ha hecho injusticia. Por favor, tenme aprecio a mí y a mis hijos". De esta forma, la primera mujer es respetada. En las constelaciones familiares se puede percibir entonces cómo se relaja el rostro de la primera mujer, cómo ella se vuelve amistosa por el hecho de ser respetada. Con esto, queda reconocido su derecho de pertenencia.
La solución exige también que la niña, que imita a esa mujer, le diga interiormente: "Yo pertenezco solamente a mi madre y a mi padre. Lo que ha pasado entre vosotros los adultos no tiene nada que ver conmigo. Ella dice a su padre: "Tú eres mi padre, y yo soy tu hija. Por favor, mírame como a hija tuya". Entonces el padre ya no necesita ver en ella a su ex mujer, ya no necesita enfrentarse con el odio o la tristeza que ella pueda tener. O bien, si él aún la ama, no necesita ver a la niña como amante suya, sino únicamente como su hija. Entonces la niña puede ser la hija, y el padre puede ser el padre.
La niña también tiene que decir al padre: "Esta de aquí es mi madre. Con tu primera mujer no tengo nada que ver. Yo tomo a esta como madre mía. Esta es la correcta para mí ". Y entonces ella necesita decir a su madre: "Con la otra mujer yo no tengo nada que ver". De otra forma, esa niña se convertirá en una rival de su madre, y no podrá ser hija. Quizá la madre vea inconscientemente en ella a la otra mujer, y entonces madre e hija entran en conflicto como si fuesen dos amantes rivales. Pero cuando la niña dice: "Tú eres mi madre y yo soy tu hija, con la otra no tengo nada que ver. Yo te tomo como madre mía", entonces el orden queda restablecido.
Sin embargo, hay enmarañados bastante más complicados. Cuando, por ejemplo, en una familia un hijo muere prematuramente, los hijos que sobreviven cargan a menudo con un sentimiento de culpa por el hecho de estar vivos, ya que tienen ventaja sobre el hermano fallecido. Entonces ellos quieren compensar esto, por ejemplo, dejándose estar mal, enfermando o incluso deseando morir, sin que sepan por qué.
Aquí pertenece al orden del amor que ellos digan interiormente al hermano muerto: "Tú eres mi hermano (o mi hermana). Yo te respeto como hermano mío (o hermana). Tú tienes un sitio en mi corazón. Yo me inclino ante tu destino, tal y como te ha sucedido, y digo sí a mi destino, tal y como me fue determinado". Entonces la criatura muerta es respetada, y la otra puede permanecer viva sin sentimiento de culpa.