La verdad es simple
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 03/06/2013 10:34:40
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Por más difícil que sea para algunos entender esto, la verdad es siempre simple. No existe complejidad en la expresión de la verdad, pero, nosotros, seres humanos, insistimos en sentirnos como si la vida nos hablase en un idioma totalmente extraño.
Es, de hecho, incomprensible para la mente entender el lenguaje y las señales emitidas por la existencia. Por lo tanto, para aprehender plenamente la verdad, es necesario ante todo, entrar en la dimensión de la no mente.
Cuando conseguimos realizar esto, o sea, adentrar en un territorio donde apenas el silencio y la ausencia de pensamientos pueden ser vividos, comenzamos finalmente a aprehender el concepto de nada, de vacío.
Al mismo tiempo, nos volvemos más sensibles y perceptivos para comprender las señales que nos envía la existencia. El primer paso para alcanzar esta condición es la meditación.
Retirarse por algunos minutos todos los días, parar y entrar en contacto con nuestro interior, es una práctica muy saludable que todos deberían al menos intentar realizar.
Pero no es apenas a través de la relajación y del silencio que la verdad puede sernos revelada. Puede manifestarse también en las actividades más simples y más comunes del cotidiano, si las realizamos en un estado de total relajación y paz.
Cuando decidimos vivir en ese nuevo territorio de la no mente, la sintonía con la existencia se vuelve cada vez más intensa y las señales que ésta nos envía pasan a ser percibidas con mucha más claridad.
"Buda dijo: aunque sea difícil encontrar y reconocer a tu Maestro, difícil de entender, difícil de percibir la comprensión y concretar el entendimiento en tu vida, aún debe decirse que el enseñamiento es simple. La dificultad surge a partir de ti, el enseñamiento es muy simple. Tiene que ser así: la verdad es siempre simple.
La complejidad está en ti y es por tu complejidad que una simple verdad se vuelve muy compleja. No quieres oír o quieres oír otra cosa. Vienes para los consuelos, no para las revoluciones… Viniste para ser aceptado y amado, no para ser transformado. Llegaste a ser respetado. También viniste de modo que puedas sentir que eres importante, necesario.
La necesidad más profunda de la mente es ser necesaria. Si comienzas a sentir que un maestro precisa de ti, que eres indispensable, te da un gran ego… pero perdiste el punto entero. Viniste tan lleno de ideas --y esas ideas continúan haciendo tanto ruido en ti-- que aunque Buda grite desde arriba de los tejados, aún así oirás apenas lo que quieras oír".
OSHO. The way of Buda.