La vida es movimiento. ¡Confía!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:30
Autora Isha Judd
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Traducción de Teresa
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La vida está siempre moviéndose, cambiando, como el latido de tu corazón. Cuando la línea de un electrocardiograma aparece plana, ¿qué es lo que sucede? ¡Estás muerto! La vida es movimiento, la vida es cambio. Muchas veces imaginamos que la realización espiritual es un estado en el cual todo permanece inalterado, pero no es exactamente así.
Aunque interiormente llegamos a encontrar una experiencia eterna - de aquello que nunca cambia - nuestras experiencias emocionales, físicas y mentales continúan en fluctuación. La permanencia se instala a un nivel mucho más profundo, que nos permite jugar con las alteraciones desde un espacio de seguridad interior y de confianza, y sin miedo a la posible pérdida que el cambio pueda traer.
La vida presenta desafíos, de eso se trata todo: la multiplicidad de experiencias de las cuales evolucionamos para experimentar nuestra humanidad, nuestra creatividad. Si todo fuese inmutable, siempre igual, ¡todos seríamos robots! Los seres humanos son emocionales, apasionados, creativos y sensibles. Somos únicos, bellos. ¡Es increíble ser humano! Y no es una existencia plana: si la línea fuese plana, tú estarías muerto.
Las expectativas son las culpables de la decepción y ponen condiciones a nuestra felicidad. Pero el futuro contiene un elemento esencial que hace a la vida emocionante: la incertidumbre. Sin incertidumbre la vida se vuelve monótona. Por eso los niños encuentran cosas tan maravillosas en la vida, ellos no tienen expectativas, cada experiencia es mágica. La vida tiene un millón de sorpresas aguardando por nosotros, más de las que podríamos imaginar.
Cuando yo empecé a enseñar en Venezuela, buscaba un lugar que sirviese como centro para mis alumnos y para entrenar a los maestros. Me recomendaron un lugar llamado La Guaira, una bella comunidad en un peñasco con vistas al Mar del Caribe. Era cercano a Caracas, donde vivían muchos de mis alumnos, entonces creí haber encontrado el lugar perfecto. Busqué mucho por aquella zona, pero en cada propiedad había siempre algo que no encajaba en las condiciones necesarias.
Sin más opciones, empecé a mirar un poco más, hasta que encontré un gran apartamento localizado en un borde rocoso en Puerto La Cruz. Tenía una vista de casi 360 grados al mar, con un grupo de pequeñas islas en la lejanía. El día 14 de diciembre de 1999 me mudé para allá. El 15 de diciembre una inundación catastrófica en La Guaira, provocó un deslizamiento de tierras, barriendo la mayoría de los edificios que había allí. Miles de personas quedaron a la intemperie. Muchas de las propiedades que me habían gustado para alquilar quedaron destruidas.
Confía y fluye con el universo. No te apegues a las expectativas de cómo deberían ser las cosas, pues resulta imposible ver el panorama completo.
¡Hasta la próxima semana!
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