La Vida Espiritual
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 09/01/2010 11:01:59
por Wilson Francisco - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Vivimos en un mundo habitado por seres corpóreos (encarnados, nosotros) y seres incorpóreos (desencarnados, ellos) y la participación de todos esos seres en nuestra existencia es muy grande.
Hay leyes que regulan esta convivencia y, para hacerlas cumplir, los espíritus actúan junto a nosotros, como guías, mentores, ángeles de la guarda, etc.; mientras que otros viven en nuestra atmósfera (amigos, parientes, conocidos, acreedores, necesitados), cada uno buscando algo o alguna cosa en nosotros.
Hay personas que suelen rogar, orar haciendo peticiones y todo lo demás. Ante esto, sugerimos que se pida siempre a Dios o a Jesús. Es un contacto más directo. Pero es bueno ser conscientes de que el resultado depende mucho más de nosotros que de Jesús o de Dios.
Un maestro hindú, Raja Marausha, dice que “el auxilio de Dios, de los Maestros Invisibles y de los Santos Espíritus no viene de lo alto, de un cielo distante, para socorrernos”. Esto sería magia o truco, lo cual no existe.
Cuando tu oración es atendida, la solución viene de dentro de ti mismo, a través de ti en forma de iluminación o de ideas para la solución de los problemas, o bien en forma de flujo de paz para calmar tu aflicción interior.
Hay situaciones en que influencias extrañas, obstáculos, surgen y “entran” en nuestra vida, ¡sabe Dios por qué! ¿Qué hacer frente a eso?
Hemos de ser selectivos, es decir, debemos definir a quién queremos a nuestro lado, conviviendo con nosotros. Selecciona personas y espíritus mediante tu voluntad, tus pensamientos, tus sueños.
Sin embargo, alguien podrá decir: hay situaciones en que surgen criaturas que no deseamos. En ese caso, entonces, es preciso estar vigilante, para saber cómo lidiar con ellas, comprender por qué están a nuestro lado, perdonar sus actitudes y tener el suficiente coraje para establecer límites. Pero a fin de determinar tus horizontes y exigir que personas o espíritus no los sobrepasen sin tu permiso, será imprescindible que sepas qué es lo que quieres de la vida.
Una niña iba por un camino. Vio una cabaña, se detuvo frente a ella y tocó palmas. Una mujer atendió y preguntó: ¿Qué es lo que quieres, niña? Ésta repuso: ¿Cuál de estos dos caminos debo seguir? La mujer preguntó: ¿Sabes a dónde quieres ir? La niña contestó: No, no lo sé. La mujer, antes de cerrar la puerta, dijo: Entonces no importa por cuál camino sigas.
¿Tienes idea de hasta dónde llega tu límite? ¿Respetas el derecho ajeno? ¿Sabes qué es lo que quieres de la vida? Pues bien, todo esto es necesario conocerlo, para definir qué es lo que quieres de Dios y a quién deseas a tu lado.
Para conquistar esto, el hombre ha organizado religiones que pueden ayudar, pero no siempre resuelven. Lo que de veras resuelve es nuestra conciencia, y nuestra búsqueda incesante de lo mejor. Tú eres un ser venido de la luz, poseedor de dones divinos.
Trabaja bastante tu luz interior, desarrolla virtudes, establece metas y busca con tenacidad realizar tus sueños, siempre reconociendo que el mejor camino es aquel que determina nuestro corazón.
