La Vieja y los Círculos de Piedra
por Adília Belotti em STUM WORLDAtualizado em 12/03/2010 12:32:19
Traducción de Teresa - [email protected]
Hace 15 años (probablemente más, el tiempo de la memoria no siempre acompaña los derroteros celestes), un amigo me dio un libro: The Crone, woman of age, wisdom and power (o La anciana, una mujer de edad, sabiduría y poder), de la escritora americana Barbara Walker. Por coincidencia o por otro tipo de artes, él ya llegó a mis manos viejo, porque, en verdad, había sido hallado tirado en una caja, y había sido descubierto en uno de esos días en que uno se pone a hacer una limpieza a fondo en la casa y a ordenar los cajones del alma.
‘Espiritualidad femenina’, era sobre esto, el libro de Barbara Walker. Nunca había oído hablar de esa expresión hasta aquel instante. Leí La Vieja tantas veces después, que acabé aprendiéndome de memoria pasajes enteros… Y cuando miré hacia atrás, comprendí que por detrás de las letanías de los rosarios de mis tías, de la Nuestra Señora de Fátima que paseaba de casa en casa, de las promesas de bollos, flores, velas, todas cumplidas por muchas manos femeninas, de las oraciones acompañadas de ‘señales de la cruz’ hechas en susurros a espaldas de los niños enfermitos, había mucho más que la beatería conformista que yo, hacia las tantas de la adolescencia, había aprendido a criticar.
Por aquella puerta entraron viejas sabias y madres terribles. Pasaron Uróboros tragando la propia cola y Grandes Diosas de donde todo proviene y a donde todos los seres del universo volverán. Desfilaron diosas terribles y diosas deslumbrantes, Kali y Shakti, Inana e Iris. Y lejos de ser representaciones frías, resecas habitantes de las páginas de los libros, yo las descubría viviendo en mí, cálidas y pulsantes, aspectos del alma femenina fascinantes e inexplorados, fuerzas arquetípicas que transformaban el mundo en una epifanía femenina. La Tierra se volvía Gaya y yo formaba parte de ella.
Después de la Vieja, llegaron las Mujeres que Corren con el Lobo. Fue cuando conocí a mis hermanas y ellas iluminaron las tantas y tantas zonas oscuras de mi ser femenino… Me pareció simpático cuando el otro día una niña, muy joven, vino a preguntarme qué me parecía el libro de Clarissa Pinkola Estés. “Déjalo en tu mesilla de noche, le advertí, las palabras van cambiando y adquieren sentidos nuevos, a medida que vas envejeciendo. Es imposible comprobar esto a simple vista, pero ocurre, te lo juro, ¡es cosa de brujas!”
Y llegó el Círculo de Piedras, santuario femenino por excelencia, la más primitiva forma de construcción sagrada, el primer templo. Un círculo, con piedras colocadas en secuencia, ligeramente alejadas unas de otras. Allí era donde las mujeres y los hombres se reunían para compartir las historias de los dioses… de las diosas… Ring of Brogdar, Stonehenge… un día, quizá cuando yo ya no sea una ‘fiftie’ voy a recorrer esas formas extrañas, recortadas contra el cielo, de la mano de mis hijas.
Y envuelta en el círculo, vino la pregunta: Cómo sería de diferente tu vida de mujer si “existiese un lugar para ti, un lugar de mujeres, un lugar donde otras mujeres, más viejas, quizá, estuviesen esperándote para ayudarte a hincar las raíces en la tierra sagrada de lo femenino. Un lugar donde hubiese una comprensión profunda de los modos de ser de las mujeres y donde pudieses encontrar alimento en todas las estaciones de la vida. Un lugar de mujeres para ayudarte a vislumbrar tu propio rostro y evaluar tu propia estatura. Para ayudarte a prepararte y para saber cuándo estuvieses lista… ¿Cómo sería de diferente tu vida?
Sí, la Vieja Sabia me tomó de la mano hace muchos años y me condujo por todas esas carreteras vecinales… De vez en cuando, qué simpático, cuando estoy devorada de perplejidad, pienso en ella. Y fijamos una cita a la sombra de un árbol. Ella siempre está allí, envuelta en un mantón, cabellos largos, recogidos en un moño flojo. Sonrisa de quien, aunque ya haya visto todo, aún es capaz de maravillarse. Y el mejor regazo del mundo…
A velha, mulher de idade, sabedoria e poder, de Barbara Walker, Editora A Senhora
Mulheres que correm com os lobos, Clarissa Pinkola Estés, Editora Rocco
Circle of stones, woman's journey to herself, Judith Duerk, Innisfree Press
