Las confrontaciones de la vida nos preparan para el éxito
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/11/2010 11:46:42
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Las confrontaciones de la vida pueden hacernos personas más espiritualizadas y evolucionadas, basta no sentirnos víctimas del mundo, tener buen humor para encarar los hechos y asumir las responsabilidades personales en hacer los cambios y adoptar las actitudes necesarias.
Si somos tan limitados en nuestras percepciones, ¿cómo podemos percibir lo que está por detrás de todo? Ahí se hace difícil…
Las confrontaciones de la vida son necesarias para poner en jaque todo aquello que considerabas verdad. En esa confrontación, las ilusiones del ego se confrontarán con tu esencia divina, de ahí su importancia vital.
Pero hay muchos riesgos de que uno se pierda en esa adversidad. Puedes considerarte una víctima, sentirte carente, llorar, entristecerte, lamentarte, protestar y protestar. Muy bien, ese es el camino del autoengaño y consiguientemente de la construcción de las enfermedades. Lo peor de todo es que se trata de un camino que te conecta con una secuencia de alienación y crisis constantes, todo ello demostrando la necesidad que tienes de una intensa transformación interna.
Las confrontaciones de la vida son evidentemente comprendidas como crisis, problemas, mala suerte. No obstante, es una lógica espiritual, o mejor, es la ley de causa y efecto en acción.
Date cuenta de que la gloria o el fracaso se discurren y construyen consciente o inconscientemente. Si tu vida es el mayor fracaso, ten la seguridad de que incluso sin saberlo, has construido, has erguido ladrillo a ladrillo esa construcción, o mejor, ese castillo del terror en que tu vida se ha convertido.
Pero la gloria y el éxito también se conquistan mediante la planificación y realización de un proyecto personal. Algunos proyectos salen bien. Otros, no tanto, pero dejan sus lecciones y aprendizajes.
¿Cuántas son las personas que necesitan fracasar antes de vencer? Simplemente por la necesidad del aprendizaje. ¿Entonces? Ahí está la clave, aprender que incluso el fracaso puede ser el instrumento de la victoria.
Una persona espiritualizada aprende a tener noción de esos procesos y desarrolla condiciones para aprovechar cada movimiento de la vida como un instrumento de evolución, ¡en todo, siempre!
¿Estás sufriendo? Párate, piensa; ¿qué es lo que yo podía haber hecho de modo diferente?
Actúa de otra manera a partir de ahora. Abandona las culpas y sigue adelante. ¿Estás enfermo?
Cura tu forma de pensar y de sentir. ¡Equilibra tus emociones definitivamente, expande tu conciencia, ensancha tus límites de una vez por todas!
Si te estás muriendo, con los días contados, en estado terminal, recuerda: ¡tu conciencia no muere! Tu cuerpo no es tu conciencia, él no es más que el vehículo del plano físico que lleva tu alma en esta existencia. Aunque no tengas más que 24 horas de vida en ese cuerpo, empieza ahora, ¡cambia! Esto como mínimo ayudará a tu conciencia a elevar el máximo posible a tu alma a dimensiones muy positivas, con más armonía y sutileza.
¿Y si se acaba el mundo dentro de unos días?
No importa… Si tienes la conciencia más evolucionada, convirtiéndote en alguien espiritualizado, jamás vas a sufrir ni te importará eso, ya que, incluso sabiendo que todas las vidas llegasen a ser diezmadas en el planeta, aún así sabrías que tu alma soportaría las catástrofes del plano Tierra. No importa lo que ocurra, si piensas en evolucionar, en expandir tu conciencia, aunque el mundo se acabe, sabes que tu esencia divina y tu espíritu se perpetuarán. No importa lo que pase, si eres un ser espiritualizado, siempre estarás bien.
Pase lo que pase, busca tu Dios interior, procura ser una persona mejor, y descubre que ese proceso puede ocurrir de diversas formas, con independencia de creencias o religiones.
Una conciencia espiritualizada presta alas al alma. Sin ella estarás pesado, denso y totalmente dependiente de la tercera dimensión y de todas las ilusiones del ego.
Es corriente la sensación de miedo e inseguridad para todo. Miedo a perder el empleo, a romper la relación, miedo a la soledad, miedos y miedos.
Espiritualizarse es alcanzar un estado constante de búsqueda de expansión de la conciencia, y esto te da la certidumbre de que, no importa dónde ni cuando, ¡todo saldrá bien!
Si la espiritualidad es un estado de conciencia que te sintoniza en una frecuencia, ésta, por la ley de la atracción (resonancia) desencadena acontecimientos en la misma vibración, por tanto, conciénciate definitivamente:
¡Cuánto más espiritualizado seas, mayor será tu capacidad de ser feliz y libre!
Conoce el Luz da Serra
Conoce los libros del autor
Sigue a Bruno en el Twitter
Texto revisado
