Las diferencias son complementarias: Parte 2
por Vinicius Santos Rocha em STUM WORLDAtualizado em 17/07/2008 14:07:23
Traducción de Teresa - [email protected]
¿QUIÉN SOY YO?
Invito a todos los que leen este mensaje a que detengan sus actividades por un instante para una breve reflexión y evaluación sobre lo que somos o pensamos ser en este Universo, galaxia, sistema solar, planeta, continente, país, estado, ciudad, municipio, barrio, calle, casa, habitación, sitio, cuerpo y finalmente el núcleo de nuestro más puro y verdadero Ser. Nuestro Espíritu.
Como podemos percibir, somos apenas un átomo, una pequeña partícula, que si profundizamos en ella, veremos que las palabras “apenas” y “pequeña” dejan de tener sentido.
Hace tiempo hemos perdido la referencia de lo que somos y de qué manera debemos realmente vivir. Este dilema nos convierte en seres insatisfechos e infelices, por mayor que sea el triunfo profesional, social y personal.
¿Qué tipo de felicidad realmente buscamos? ¿Qué tipo de satisfacción procuramos? ¿En qué punto nos hemos perdido? ¿Por qué tantos dolores, tantos sufrimientos, tantas guerras y tanta falta de unidad? ¿Dónde está el AMOR y la verdadera razón de vivir?
Sé que son muchas preguntas, y muy difíciles de responder.
Pero creo que podemos intentar responderlas a través de un intercambio de experiencias y puntos de vista diferentes de este Universo maravilloso y de infinitas posibilidades y oportunidades, de las que disfrutamos apenas una minúscula parte.
Hemos de comprender entonces que para efectuar el intercambio, primero hay que considerar la existencia de las diferencias, y que a su vez, sin éstas no habrá intercambios, pues lo que es igual no se cambia. Sin el cambio tampoco existe el movimiento, y sin el movimiento, no hay evolución.
Y ¿por qué será que la humanidad no está evolucionando?
Claro que muchos podrán decir que tecnológicamente el hombre ha alcanzado un estado evolutivo relativamente avanzado. Pero espiritual, moral y socialmente, no podemos decir lo mismo.
Si esto fuese verdad, la tecnología no estaría encaminada a fines bélicos, el respeto por la vida en todos los sentidos, bien sea mineral, vegetal, animal o humana, se produciría de forma natural y no habría ricos ni pobres, sino una igualdad fraternal.
Me atrevo a dar la opinión de que uno de los motivos de la actual situación de la humanidad es la falta de respeto por la propia diferencia y por la diferencia del prójimo.
Así, el intercambio de diferencias no se efectúa, el movimiento no surge y por consiguiente, no evolucionamos. Y como afirma el dicho popular, “Agua parada produce dengue”, y “dengue” son las guerras, las dolencias, la miseria, la riqueza desequilibrada y la falta de respeto para con todas las formas de vida.
Esto caracteriza la pérdida de la referencia de lo que somos, dificultando el encuentro con nuestra satisfacción personal, social y nuestra real función dentro de esta vida.
Hay una manera de analizar de qué forma hemos ido perdiendo gradualmente la referencia de nuestra esencia, empezando por nuestro nacimiento.
Se trata de una regresión y análisis consciente de nuestras vidas para el reencuentro con nuestra esencia, y, dentro del libre albedrío de cada cual, realizar la auto-recolocación de nuestras verdades originales dentro de la sociedad de forma natural.
Mientras tanto, reflexionemos sobre los puntos expuestos, y la próxima semana, nos sumergiremos en nuestras vidas.
Que la Luz del PADRE/MADRE UNIVERSAL bañe nuestros corazones.
