Las programaciones del karma negativo y las regiones umbralinas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 24/04/2016 12:09:27
Autor Maiana Lena - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Los patrones kármicos generadores de culpa y miedo acumulados durante muchas vidas inducen a la gran mayoría de los habitantes de la tercera dimensión, almas reencarnadas en el mundo terreno y planetas similares, a permanecer vinculadas a las entidades que mantienen una gran confederación en el mundo umbralino, alimentando la culpa y el miedo dentro de los registros acoplados en gran parte en el cuerpo astral.
Estos seres, conocedores de alta tecnología, mantienen a través de implantes y dispositivos similares (miasmas, formas-pensamiento, elementales negativos) el control de estas programaciones, en que, a través de la culpa y el miedo controlan las fracciones de almas a ellos vinculadas por millones de años tridimensionales, manteniéndolas ligadas a la Rueda de Samsara.
En este contexto, al desencarnarse, estas parcelas de almas se conectan a estas regiones umbralinas, sirviendo como verdaderas cobayas energéticas de estas entidades confederadas. El mayor objetivo de estas corporaciones umbralinas es el alimento energético que los seres ligados a la tercera dimensión les ofrecen a través de sus emociones. Para que las fracciones de almas del mundo terreno puedan libertarse de estas programaciones es necesario que equilibren sus emociones y creencias dentro de un nuevo nivel de consciencia.
En cada reencarnación, quedamos expuestos a las frecuencias de vidas paralelas relacionadas con la vida actual, y en ellas participamos aun siendo inconscientes de todas sus actuaciones, entrando y saliendo concomitantemente de estas realidades. Siendo así, estamos expuestos a la acción y reacción de estas otras realidades y sufriendo el impacto de sus vibraciones, no como consecuencia de un “débito a pagar”, sino como resultado de la participación en los efectos de la acción y reacción de todo lo que evidenciamos y vivimos en esas otras vidas. De esa forma, muchas fracciones de almas interrumpen durante muchos años-luz su proceso evolutivo, quedando expuestas a la ilusión de que deben “pagar” por sus débitos; eso las coloca en regiones inhóspitas después del desencarne, como condición natural de este contexto.
Vigilar nuestras acciones mientras estamos encarnados nos sitúa en una frecuencia de luz, y hace a nuestro yo multidimensional inserir el ADN sagrado en nuestra conciencia, lo cual nos habilita para emanar esta vibración a todas nuestras fracciones de vidas paralelas que estén en la frecuencia apropiada para recibirla. La desprogramación de todo este contexto requiere un trabajo continuo junto a las jerarquías amparadoras, lo cual exige un compromiso con la verdad y de reconducirse al camino de la luz.
¡Sigue, escucha y confía en la voz del Alma que llama hacia otro camino!
Maiana Lena, conciencia unificada en servir a la luz.