Las resistencias emocionales dificultan tus conquistas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2010 11:32:06
por Bruno J. Gimenes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El proceso creador es divertido y ligero para quien ya está acostumbrado a construir su propia realidad con el buen uso de la ley de atracción magnética. Con todo, es muy común percibir que somos nosotros quienes impedimos que las realizaciones positivas se produzcan con más frecuencia y profundidad.
Las resistencias son sentimientos creados en el momento en que proyectamos nuestros pensamientos en dirección a nuestras metas. Son emociones basadas en creencias que tienen el increíble poder de anular el pensamiento creador.
Para comprender mejor el fenómeno de las resistencias, citaremos seguidamente algunos casos reales:
Cierta vez, un señor acudió a nosotros pidiendo ayuda. Él soñaba con adquirir una linda camioneta, de última generación. Sin embargo, aún no estaba en condiciones económicas de comprarla. Como él la deseaba mucho y sabía que podía llegar a ella con el poder de su intención, se inscribió en uno de nuestros cursos para, con la esperanza de comprender el proceso del Creador de la Realidad, manifestar su deseo.
Durante el curso, siempre debatimos mucho entre los alumnos, exponiendo ejemplos, intercambiando ideas y sometiendo las metas de cada uno a evaluaciones muy positivas, lo cual refina el deseo, haciéndolo más claro, proporcionando mecanismos para que se manifieste más pronto. En la realización de uno de los primeros ejercicios, ese señor expuso al público su meta. Habló abiertamente sobre su intención de conseguir la camioneta de sus sueños. Toda la concurrencia le dio el mayor apoyo, incentivándolo prontamente.
Hicimos una visualización, pidiendo a cada participante que imaginase como si su meta ya estuviese realizada. Todos cerraron los ojos y se zambulleron profundamente en el ejercicio. Confesamos que ese es uno de los momentos que más nos gusta presenciar, cuando los diversos participantes del curso, cada uno en su proceso creativo, se sumerge profundamente en la visualización. Todavía más interesante es observar la faz sonriente de cada uno, divirtiéndose al imaginar sus sueños conquistados. Asistíamos a todo atentamente, cuando al observar la faz de aquel señor, una gran tensión cargaba su rostro de mediana edad con fuertes marcas de expresión. Él no estaba feliz, él se sentía mal, pero ¿por qué?
Al término de la práctica, los comentarios fueron de lo más positivo posible. Cada uno a su manera, sonreía abiertamente al experimentar la sensación dulce del deseo realizado. Aún así, aquel señor se mantenía con el semblante serio, desentonando de todo el grupo. Cuando se le preguntó sobre su ejercicio, su respuesta fue típica de un ejemplo de resistencia.
Si bien había logrado imaginarse en su camioneta de última generación, aunque se había sumergido en el viaje de visualizarse dentro del vehículo, conduciéndolo alegremente por una carretera bonita, la preocupación se adueñó de su visión.
Las ideas que le venían a la mente eran:
- ¿Cómo puedo conseguir una camioneta de esas con el salario que gano?
- ¿Cómo podré pagar el seguro si ni para combustible tengo?
- ¿Qué van a pensar mis vecinos de mí?
- ¿Cómo reaccionarán mis compañeros de trabajo ante este logro mío?
- ¿Sentirán envidia las personas de mi entorno?
Sí, estos fueron los pensamientos predominantes que surgieron de aquella visualización. Mientras que él ponía intención para crear su realidad futura, los sentimientos negativos surgían en dirección contraria, generando resistencia al proceso creador.
¡Ahí es donde mucha gente queda en la estacada! Porque se ponen a preguntarse: ¿Cómo será? ¿Es posible? ¿De qué forma? ¿De qué manera?
Pues esa no es una respuesta que recibas enseguida. Tu primer paso es simplemente pedir, después creer, y a medida en que el universo responde, aprender a recibir.
Cuando pides, enfocas energía en el sentido de la meta y empiezas a crear tu realidad. Hasta aquí todo va bien. ¡Pero si no crees, tampoco manifiestas!
Muchas personas no creen en nada de esto. No aceptan la idea de la fuerza del pensamiento positivo, de la ley de la atracción magnética, tampoco que pueden crear sus propias realidades. En ese caso, siempre sugerimos que hagan la prueba, o mejor, nos gusta desafiar a los escépticos, incluso porque es un desafío en el cual nadie pierde nada o sale perjudicado y, para ello, es probable que la persona desee empezar con metas más sencillas, como ver nuevamente a alguien a quien no ve desde hace años, o comer algún tipo de comida que desea. Los resultados son muy divertidos…
Pero las resistencias, ¡esas tienes que eliminarlas!!! Ellas siempre surgen de la duda de una mente llena de creencias y paradigmas equivocados. Entonces, deja de imaginar las consecuencias negativas, como en el caso del ejemplo. Percibe que la mente de las personas está suelta, no tiene el enfoque adecuado… Claro que todos nosotros necesitamos entrenamiento, para ir creyendo más y más cada día. Pero recuerda siempre: la ley de la atracción magnética funciona, tú lo quieras o no, creas en ella o no.
Cualquiera que sea tu deseo, cuando surja, procura percibir si hay algo impidiendo que el sentimiento sea bueno, ligero y tranquilo. Si surge cualquier emoción negativa, esto indicará un desequilibrio que hará imposible la realización de la meta. Por ese motivo siempre recomendamos que las personas escriban sus metas y, a lo largo de los días, si es necesario, ajusten las peticiones, refinándolas más y más, para que sean cada vez más claras y produzcan sentimientos de alegría y confortación.
Cuando imagines tu meta realizándose, si eso proviene de tu interior, de tu alma, el sentimiento necesariamente será confortador y alegre. Siempre que tu deseo conlleve una sensación de peso, tensión o preocupación, indica resistencia; algunas surgen a causa de nuestras creencias limitadoras como se dijo en el ejemplo dado. En cambio, otras surgen como aviso de que la meta que anhelamos no producirá armonía en nuestra vida, y eso solamente puedes reconocerlo tú.
Una cosa es cierta: si persistes en hacer bien hecha tu parte, en poco tiempo encontrarás el ajuste perfecto para el contenido de tus deseos. Eso manifestará un sentimiento abundante de paz y bienestar.
