Las sombras del pasado
por Wilson Francisco em STUM WORLDAtualizado em 14/10/2006 21:37:34
Traducción de Teresa - [email protected]
Quién no ha tenido una sombra del pasado que a cada instante amenaza con surgir, tornando los días horripilantes... R. una gran amiga y participante en el Projeto Mutação (Proyecto Transformación), ha tenido una experiencia de ese tipo, recientemente. Un novio nuevo fue a dormir a su apartamento y tuvo un sueño / pesadilla. Tan pronto como dejó el cuerpo, entrando en el mundo paralelo y realizando lo que denominamos sueño, tuvo un encuentro no muy agradable. Se vio frente a frente con el ex marido de ella, que amenazó con agredirlo si él permaneciese allí. Despertó sobresaltado, contando en detalles lo que había visto y sentido. Estaba horripilado.
Él sabía que R. había tenido una relación de algunos años y que su antiguo compañero era celoso y violento. En el sueño, el hombre que lo abordó era exactamente él, por la descripción que había tenido. Peor para mi amiga, pues perdió en el acto al nuevo enamorado. Me habló al respecto y he procurado investigar el caso. He descubierto que ella mantenía muchos objetos, ropas de cama, muebles y tantas otras cosas aún del tiempo en que había vivido junto a tal hombre. Le expliqué que era necesario y hasta urgente, que se deshiciese de todo, incluso del apartamento.
Hay casos en que una nueva pintura, sal gorda y unos sahumerios pueden deshacer la energía que impregna el ambiente. En un caso de esos, en que la presencia de la criatura está muy evidente, interfiriendo no sólo en su vida, sino consiguiendo entrar en el Universo de una persona extraña, el procedimiento tiene que ser diferente, más profundo y hasta radical. Y es bueno que ella se deshaga de todo eso, pues va a permitir una total transformación en su Universo energético. Va a exigir esfuerzo para adquirir una nueva casa, desprendimiento para deshacerse de objetos y muebles que eran de su agrado, pero todo esto traerá una recompensa maravillosa. Ella estará principalmente deshaciéndose de una sombra que en el pasado ha atormentado su vida y que todavía insiste en sobrevolar el antiguo nido, cual cuervo maquiavélico en busca de alimento para su insensatez.
Esa transformación va, por así decir, a “esconderla” y transferirla para otro rayo vivencial, hasta porque actualmente ella piensa de modo diferente y actúa con más propiedad, atendiendo más a su corazón en la búsqueda de sus metas, sueños y decisiones.
Cuando te deshaces de objetos y actitudes pasadas, suprimes la referencia, limpias tu rastro del camino y tanto los procesos de energía como las acciones mentales de aquellos que han convivido contigo pierden el rumbo – y a ti – de vista. Y, más importante, no conseguirán alcanzarte porque estarás viviendo en nuevo rayo consciencial.
Explico mejor esta cuestión de rayo existencial. Tú puedes, por esfuerzo y decisión interna, modificar tus metas, tus actitudes y tomar decisiones diferentes para tu vida. Hecho eso, pasas a vivir con hábitos nuevos, descubriendo tu propia historia y realizando un nuevo camino. A partir de esa mudanza pasas a ver, oír y sentir de manera diferente a las personas y al Universo. Pasas a vivir en “otro mundo” u otro rayo consciencial.
Las criaturas que pertenecen a tu pasado empezarán a no entenderte y la tendencia es que se alejen, mientras que otras personas se aproximarán aportando nuevas amistades y caminos diferenciados.
A propósito, esta cuestión de tener en casa algo que reaviva una llama casi apagada, tiene que ver con la costumbre que algunas personas tienen de guardar ropa de los muertos queridos; dejar en la pared espejos rotos o también mantener en el jardín plantas que un visitante ha “secado” con su “ojo gordo”.
Espejos rotos, relojes parados, objetos que ya no tienen utilidad, deben ser arrojados a la basura y las ropas de quien ha partido para el otro lado, dejando el cuerpo (por muerte), pueden ser donadas para una institución o para otras personas. Antes, lava y plancha las ropas, realizando un proceso de gratitud para aquellas ropas que han vestido a la persona querida. Con eso, tú estarás respetando al dueño de aquella ropa y evitarás la transferencia de su energía para otras criaturas. Muchas personas tienen tanto apego por sus propias ropas que pueden afectar a quien reciba la donación.
En cuanto a las plantas, A.L. ha vivido también una experiencia interesante. Ella tiene dificultad con su gerente. Le indiqué el siguiente procedimiento: coloca un espejo en tu mesa; cada vez que la gerente mire para tu mesa, remitiendo energía de baja calaña, el espejo le devolverá la energía emitida y le he recomendado que pusiese en la mesa una planta, de esas que tienen un poder de asimilación muy grande. No obstante, la planta ha secado, con la mirada de la gerente. Entonces, le solicité que realizase el procedimiento siguiente: toma la planta seca, envuélvela con papel de regalo y colócala en agua corriente, ofreciéndola a la diosa de las aguas. Con eso, estarás ofreciendo una actitud de gratitud y homenaje por el sacrificio a que la planta se ha sujetado para protegerte y al mismo tiempo estarás dando la oportunidad para que la esencia de aquella planta sea recibida por los seres que dominan las aguas y allí mismo se prepare para “habitar” un nuevo cuerpo vegetal.
Actitudes y procedimientos de este tipo resultan de lo que he venido aprendiendo con el Chamanismo. Todos los seres de la naturaleza están en misión en la Tierra y han de ser respetados y gratificados por las tareas que realizan. Obsérvese el trabajo que desempeñan, por ejemplo, esas plantas “protectoras”, como la espada de San Jorge (sansevieria), ruda, alecrín, pimentero y tantas otras. Dedican su “cuerpo vegetal” y sus vidas en favor de todos nosotros, purificando ambientes y formando verdaderas trincheras protectoras para impedir que una criatura pueda perjudicar a otra, con la mirada o con el pensamiento.
Y muchas otras que son sacrificadas para convertirse en medicamento. Además de nuestros hermanos los árboles, que nos ofrecen cariño y protección con sus copas frondosas, con flores que perfuman nuestros caminos, prodigándonos además el placer de los frutos.