Lo esencial ya nos basta
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:11
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
No pretendo aquí tratar de nivelar la vida por abajo, algo así como:
¿Te quejas de tu vida?
Entonces mira hacia atrás, observa cuántos no tienen lo que tienes tú. ¿Te quejas de la casa y del sitio donde vives? Mira entonces cuántos no tienen dónde vivir. Es una malísima idea, por cierto, la vida es una mirada y un andar hacia delante... Si hemos de tener algún parámetro en relación a un modelo de vida, éste nunca puede ser el nivelar las cosas por abajo, o permanecer mirando hacia atrás, como en el retrovisor de nuestro coche cuando vamos por la carretera; tenemos siempre que mirar hacia delante, pues el cielo es el límite cuando se trata de felicidad.
Pero el punto es:
Siempre hay quién protesta por todo, nada está a su gusto, siempre falta algo en su vida. Para ser felices, nunca logran celebrar la vida, viven angustiados, son amargados, malhumorados, preocupados por pequeñeces o por todo tipo de fruslerías que este mundo actual pone ante nuestros ojos.
Para ello basta prestar atención a lla publicidad de la TV o contemplar los escaparates iluminados y llenos de ilusión en las calles y centros comerciales.
Los anuncios nos dicen: ¡comprad, comprad... o no seréis felices! Consumid este fabuloso producto, al fin y al cabo todo el mundo ya lo tiene, a qué esperas tú...
Imaginaos a un perro intentando atrapar su propia cola... Así son esos seres, totalmente alienados y prisioneros, lo mismo que un rebaño, viviendo confinados, alimentándose de ración y esperando ir al matadero, nunca mirando más allá del propio ombligo, reprimiendo en sus corazones el deseo de clamar por la real libertad.
Todos tienen, pero no se sienten felices, y en general siempre consideran que les falta algo para completarse, pero cuando se les pregunta qué les falta no son capaces efectivamente de decir qué es; se quedan sin saber a ciencia cierta cuál es su prioridad en la vida.
A decir verdad, les falta vida, les falta la voluntad real de vivir el deseo de ser libres. Yo diría que ser libre no es tener el coche del año o una mansión en Angra, ser libre es tener ese deseo de libertad dentro de ti y exteriorizarlo rompiendo las ataduras que tanto te aprisionan, y aquí me refiero a las ataduras mentales que siempre nos quieren imponer y que nos convierten en marionetas.
Ser libre es eliminar de tu vida los malos pensamientos y todo tipo de deficiencia mental que te aprisiona, y cito aquí algunas:
Pereza;
Indiscrección;
Vanidad;
Falsa Humildad;
Indolencia;
Soberbia;
Presunción;
Aspereza;
Egoísmo.
Los seres que arrastran consigo tamaño egoísmo que jamás se permiten donarse, compartir o repartir con otro, tan apegados a sus bienes materiales que no piensan en otra cosa sino en tener más y más, hipócritas como los fariseos en tiempos de Jesucristo, procediendo sin criterio alaguno, sin ética alguna, no importando a quién perjudiquen con su actitud, con tal de sacarle provecho.
Vivimos un momento de transición que, lo queramos o no, será el divisor de aguas entre el TENER y el SER, aunque la gran mayoría no se da cuenta, no se atiene a esos cambios que están ante nuestros ojos a cada día, en las páginas de los periódicos.
Las catástrofes son cada vez más grandes y colectivas, miles de personas desaparecen de la faz de la Tierra en minutos, ya sean pobres o ricos; esa transición ya ha comenzado desde hace algunos años, y hay muchos que todavía no se han dado cuenta.
De nada servirá acumular riquezas, ejercer el poder con mano de hierro, eliminar personas; véase el ejemplo de esos pueblos donde durante años dictadores, déspotas, asesinos que solo riquezas acumularon en detrimento de la mala condición de vida de sus poblaciones, que van cayendo uno a uno, y caerán, por más que se resistan; de nada servirá esconderse en bunkers, con toda la riqueza acumulada, ya que hay una fuerza mayor que ningún poder de los hombres aquí en la Tierra detendrá.
Los seres que mucho tienen y mucho acumulan y en modo alguno abren mano de lo que han acumulado, esos ya no tendrán lugar aquí en la Tierra y realmente el mundo se va a acabar para seres así.
El ser humano fue creado para vivir con lo esencial, nada más que eso; si tienes una casa en la que puedes abrigar a tu familia en seguridad, esa casa debería bastar; si necesitas un coche para transportar con seguridad a tu familia, eso debería bastar; si tienes con qué vestirte cuando el frío llama a tu puerta y si tus hijos están al abrigo del frío, eso debería bastar.
La ostentación constituye un mal que ha venido creciendo en este siglo, pero esto, se quiera o no, está siendo asistido por un Orden Celestial, en el cual no podremos interferir, ya que escapa totalmente a nuestro control: es el orden natural de las cosas; hemos olvidado que habitamos en un planeta constituido de un 70% de agua, y un día este planeta podría quedar inundado al menor temblor de tierra; quienes sobrevivan fatalmente habrán de volver al punto cero.
Pienso que, como habitantes que somos de este planeta, tenemos la misión humana de establecer en él un grupo de individuos que llamamos familia, otro grupo que llamamos amigos y otro que llamamos agregados o compañeros; y en esas áreas tenemos que actuar de la mejor manera posible, a fin de que, en el momento en que se nos llame para el ajuste de cuentas, tengamos nuestra verdadera y buena historia de vida en este plano.
Sí, unos pasarán, otros marcarán profundamente nuestro camino, y algunos van a permanecer con nosotros hasta ese final y a menudo ni siquiera sabremos por qué. Pero estarán con nosotros y a esos hemos de valorarlos y realmente reconocerlos como verdaderos amigos y compañeros de ese viaje que llamamos vida; y nada de lo que hemos acumulado nos hará falta, pues lo esencial ya nos bastará.