Lo que afecta a la prosperidad financiera
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/03/2018 10:12:01
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Mucho se sabe sobre las causas de las dolencias físicas y cómo prevenirlas. Los más conscientes entienden que la parte emocional está íntimamente ligada a una buena salud. Aparte, todos reconocen la importancia de la alimentación y del ejercicio. Cuando descuidamos estas cosas, ¿qué ocurre? Una mayor propensión a desarrollar enfermedades. Sabemos cuánto podemos influir sobre nuestra salud con nuestros actos, pensamientos y emociones. La parte financiera también debería ser vista de forma semejante. Lo "saludable" es la prosperidad, tener una vida abundante materialmente. Una vida plenamente saludable implica bienestar físico, emocional y material, todo en equilibrio. Las deudas y otras dificultades financieras son como enfermedades que han de ser tratadas, de la misma forma que conseguimos tratar las dolencias físicas. ¡Hay cura para eso!
¿Qué es lo que está por detrás de la falta de prosperidad? Hay factores que influyen fuertemente. Podemos decir, de forma resumida, que la abundancia material va a depender de la autoestima y de las creencias que la persona mantiene respecto del dinero.
En este texto hablaré de factores interiores en el ser humano, y no de factores externos que no tenemos modo de cambiar, tales como la economía del país, por ejemplo. Por más que haya influencias externas, el gran motor de la prosperidad es interior, y éste, cuando bien regulado, puede vencer toda y cualquier dificultad que se presente. La baja autoestima puede actuar de innumerables formas trayendo consecuencias financieras negativas. Sentimientos de no merecimiento, de no ser lo bastante competente, miedo excesivo a arriesgar, no asumir responsabilidad por la propia vida (victimismo) etc... No es preciso ser ningún genio para entender cuánto influyen estas cuestiones en el trabajo o en los negocios; de qué manera tales sentimientos pueden llevar a una persona a perder ascensos (o un trabajo mejor) o dejar de conseguir más y mejores clientes. Los sentimientos generan pensamientos, los pensamientos generan acciones, que a su vez generan resultados. La calidad de las acciones dependerá de la calidad de las emociones y pensamientos que llevas contigo.
Las emociones negativas son muy saboteadoras y pueden prendernos en algo que trae poco retorno financiero, al igual que pueden hacer que tú gastes todo, por muy bien que ganes. Algunas personas no consiguen generar prosperidad, en cambio otras incluso consiguen ganar muy bien, pero están constantemente en dificultades porque gastan compulsivamente, o porque se ven obligados a cargar financieramente con otras muchas personas. Todo eso es desequilibrio, es como si fuese una enfermedad, y ha de ser tratado si deseas mejorar financieramente.
Una vida financiera difícil es un fuerte indicador de problemas de autoestima que han de ser trabajados. El fallo de la mayoría de las personas es atribuir el éxito financiero o la falta de él a la suerte, al infortunio, a la casualidad y a otras cosas que escapan totalmente a nuestro control. Así, no toman las riendas de su vida, se sienten impotentes, o incapaces de cambiar su destino.
Cuando tomamos conciencia de que lo que más influye es la forma en cómo sentimos y pensamos, empezamos a comprender que es posible modificarlo todo a partir del cambio interior. No hay forma de poder cambiar el mercado o la economía del país en que vivimos. No obstante, cambiar nuestro interior es algo totalmente accesible. Hay innumerables herramientas para ello. No faltan libros, cursos e infinidad de material en esa área. Particularmente, la técnica que más utilizo en mi trabajo es la *EFT (técnica para auto-limpieza emocional, véase cómo recibir un manual gratuito al final del artículo) por lo sencilla y extremadamente eficaz que es.
Desarrollamos creencias negativas con relación a la autoestima a partir de cosas que vemos y oímos en la sociedad o la familia, y a partir de experiencias personales que hemos vivido. La experiencia de una infancia pobre podrá llevar al individuo a desarrollar creencias como que la vida es muy difícil, o que él no merece o no ha nacido para ser próspero. Un niño que ha sido rechazado por sus padres puede desarrollar sentimientos de culpa por sentirse como si fuese un problema, lo cual acaba originando creencias como "yo soy un estorbo, no merezco nada bueno, si incluso mis padres me rechazan es que hay algo equivocado en mí.". Pensemos cómo esto acarrea auto-punición. Inconscientemente, las personas van eligiendo opciones durante la vida, las cuales generan dificultades materiales.
En lo relativo a las creencias limitantes ligadas directamente al dinero, es fácil ver sus efectos saboteadores. Somos llevados a creer que el dinero es la causa de varios males: avaricia, egoísmo, explotación, etc... En las películas y novelas vemos a aquellos villanos ricos que personifican todo esto. El dinero, en verdad, es neutro, y es una herramienta que puede ser usada para cosas buenas o para cosas malas. Puede ayudar a crear salud, a promover la paz, o puede financiar guerras. Pero quien hace todo eso no es el dinero, sino el ser humano que está por detrás de él. Decir que el dinero trae el mal es lo mismo que decir que un martillo hace daño, porque puede lastimar e incluso ser empleado para matar a alguien. El martillo no es más que una herramienta, y bien utilizada es extremadamente útil. Hay además creencias y pensamientos ligados a la religión y a la espiritualidad que llevan a las personas a sentir culpa por tener o desear una vida más abundante.
Cuando asociamos el dinero a cosas negativas habrá dentro de nosotros una parte que deseará tenerlo bien lejos. No importa cuánto diga la persona que quiere tener una vida financiera mejor, pues una parte de su pensamiento dice que el dinero es causa de varios males, y, para protegerse, el individuo se saboteará.
Cuidar de la autoestima y modificar las creencias es fundamental para mejorar la vida material. Eso es lo que hacemos al utilizar la EFT. Tenemos acceso a los sentimientos negativos, a las cuestiones de autoestima, a acontecimientos pasados que la persona ha vivido, y empleando esa técnica, hacemos una limpieza profunda en las emociones guardadas. Limpiamos también la energía (sentimientos) ligada a las creencias limitantes, lo cual hace que éstas pierdan totalmente el sentido para el individuo. El resultado es la elevación de la autoestima y la limpieza de pensamientos contraproducentes. Así, la persona se vuelve mucho más eficaz sin las barreras mentales y emocionales que antes la dejaban estancada.Y en cuanto a ti, ¿qué creencias limitantes y cuestiones de autoestima pueden estar bloqueando tu prosperidad?
Quienes quieran compartir experiencias, o hacer preguntas, solo tienen que enviarme un e-mail.
André Lima - Práctico en EFT, Terapeuta Holístico, Maestro de Reiki e Ingeniero.
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