Lo siento mucho, pero estás solo en este mundo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 24/11/2011 14:53:51
por Nelson Sganzerla - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Bien sé que esa afirmación es un tanto fuerte. A decir verdad, puede que la gran mayoría de las personas nunca haya reparado en esa realidad. Vivimos despreocupadamente y nunca procuramos pensar en nuestra existencia según una óptica diferente de aquello que está en nuestro inconsciente colectivo.
El otro día, observando una hormiga encima de mi mesa, en el comedor, pude ver que cuando aquel inofensivo insecto llegaba al borde, rápidamente retornaba y permanecía en círculos en torno a la mesa, sin arriesgarse a otro camino.
Tal cosa puede ser indiferente para los escépticos, que consideran que el mundo gira alrededor de su ombligo, pero si lo observamos por el prisma de la hormiga, más allá de la mesa hay todo un mundo desconocido por desbravar, pero le falta el coraje para ello, la mesa es un mundo seguro y conocido.
Así somos nosotros; arriesgar, desbravar, conocer lo desconocido es para los llamados radicales, aquellos que se enfrentan a los retos y rompen las barreras de lo insólito y lo desconocido. Preferimos nuestra zona de confort y nuestro cómodo sofá del salón. Nos resistimos a intentar ser felices y a conocer la vida intensamente con todas las posibilidades que ella nos ofrece.
Si tuviésemos una mayor conciencia de lo que pueda ser el universo, sabríamos que existe mucha más vida en dimensiones que desconocemos, y que obviamente hay seres años-luz más desarrollados que nosotros, meros terrícolas alocados y mezquinos, preocupados por las pequeñeces propias de los seres subdesarrollados que somos.
Ocurre que, cuando llegamos para formar parte de ese todo, en la gran nave Tierra, hemos llegado aquí solos, aunque a veces fuese en una familia con todo el cariño y amor para dedicarnos. Cuando seamos llamados de vuelta para otra dimensión o morada, también iremos solos, lo queramos o no, llegaremos y partiremos solos, y de ello no os quepa la menor duda.
Nuestro paso por aquí es de aprendizaje y así será hasta el día en que partamos en la posición de aprendices. Por tanto, queridos míos, bajad los humos, aquí no sois más que aprendices y nada más que eso.
Dejad de considerar que sois los mejores, que sois superiores, por el hecho de que tenéis recursos financieros, colegio de primera línea, o educación inglesa. Las personas que agregáis a vuestras vidas también están aquí para aprender. Vuestros amores, amigos, colegas, interlocutores en vuestro día a día, en el trabajo, en la facultad, en la iglesia, en el fútbol, en la familia, son aprendices que tanto pueden aprender con vosotros, en la convivencia, como tendrán que aprender en el círculo que creen durante su existencia por aquí, por eso la familia es el gran centro de discusiones y adversidades.
Somos individuos y formamos parte de un todo, pero estamos aquí solos, en el descubrimiento por medio de karmas y experiencias vividas en otras oportunidades anteriores, que denominamos vidas pasadas. Para ello estamos aquí, para ello aquí vivimos. Y tened la seguridad de que todos esos valores a que tanta importancia damos en esta existencia, nada contarán en el momento de la partida.
Una vez más estaremos solos. Una vez más estaremos sin nuestro reloj de oro, nuestro lujoso coche último modelo, nuestros trajes italianos, nuestras corbatas de seda y nuestros suntuosos apartamentos.
Estaremos nuevamente a solas y seremos recibidos en la gran cola, a solas, y seremos puestos ante el ojo que todo lo ve; y de nada servirá el acopio material. Lo que valdrá y pesará para la nota final será aquello con que tú, como individuo y aprendiz, hayas contribuido para el todo de este inmenso universo.
Piensa en ello…
