Los alineamientos planetarios ¿son señales especiales del cielo?
por Graziella Marraccini em STUM WORLDAtualizado em 02/10/2012 12:22:27
Traducción de Teresa - [email protected]
Ha venido circulando en Internet una noticia sobre un alineamiento planetario que se producirá la noche entre los días 3 y 4 de diciembre próximo, y esto ha llevado a mi amigo Sergio del STUM a enviarme un correo, pidiéndome que reflexionase sobre ese acontecimiento y escribiese un artículo. Confieso que, antes de escribir un artículo sobre un tema determinado, necesito sentirme muy segura y eso me ha llevado a estudiar y reflexionar sobre esa cuestión durante algunos días. Una linda foto que me han enviado y que anuncia este alineamiento como algo que se produce solamente cada 2737 años, muestra tres puntos luminosos (que se parecen a estrellas) alineadas exactamente sobre las tres pirámides de Egipto. Esa foto es claramente un montaje, pues lo descrito aún no ha ocurrido y hace 2737 años no había cámaras fotográficas. Pero vamos a mis observaciones astrológicas…
He buscado en los programas de cálculos astrológicos que poseo a fin de averiguar si podía localizar ese alineamiento. He llegado a una conclusión: sí, el alineamiento va a producirse, pero no se trata realmente de un alineamiento. Intentaré explicar ese hecho, desmitificando la parte esotérica, pero confirmándolo en lo astrológico.
Mucho se viene comentando que el Calendario Maya se cierra el 21 de diciembre de 2012. En realidad, ese día el Sol ingresa en el signo de Capricornio, dando inicio al Solsticio de Invierno en el hemisferio Norte y al de Verano en el hemisferio Sur, y este es un acontecimiento que se produce todos los años. ¡Por eso escruté el cielo a la búsqueda de otros indicios del anunciado Fin del Mundo! A fin de cuentas, los alineamientos planetarios son bastante corrientes y no siempre anuncian cosas terribles. Por ejemplo, los astrólogos afirman que incluso el anuncio del nacimiento del Mesías, que se ha atribuido a un cometa, era, en realidad el alineamiento de Júpiter y Saturno que tuvo lugar cuatro años antes del nacimiento de Cristo. Además, cuando en astrología hablamos de alineamiento planetario, consideramos que debe haber ciertos planetas (cuando menos, tres) que se encuentran en el mismo signo y en el mismo grado en el cielo y siempre con la visión trópica, o sea, la del observador situado en la Tierra. Este no es el caso del evento del día 3 de diciembre, pues los planetas alineados no se encuentran en el mismo grado de Escorpio.
De hecho, exactamente la noche entre los días 3 y 4 de diciembre de 2012, encontramos tres planetas en el signo de Escorpio: Mercurio a 22º de Escorpio; Venus a 15º de Escorpio y Saturno a 7º de Escorpio, o sea, cada uno de ellos estará aproximadamente a 7º de distancia uno de otro, ¡casi como si estuviesen ‘de la mano’, uno al lado del otro! Por tanto, para el que los observa desde la Tierra realmente parecerán alineados, lado a lado. Pero hay otro factor interesante: Mercurio estará a 16º de declinación Sur, Venus a 15º de declinación Sur y Saturno a 11º de declinación Sur y Neptuno también estará a 11º de declinación Sur. Este sí, puede ser considerado un alineamiento, pese a que Neptuno no aparece en la primera configuración por hallarse en el signo de Piscis, sin aspectos con los otros tres, y a que, siendo invisible a simple vista, no podríamos verlo aunque quisiéramos. Pero ¿qué es declinación?
Imaginemos al Ecuador celeste como una proyección del Ecuador terrestre sobre la bóveda celeste, donde los antiguos imaginaban que todas las estrellas y planetas estaban ‘pegados’. La declinación indica a qué grado (o altura) se encuentran los planetas en relación a ese Ecuador Celeste. Si consideramos que el Ecuador Terrestre pasa justo por debajo de Gizeh, donde están las pirámides, y añadimos los 15º, llegaremos aproximadamente a donde se encuentran éstas. Y elevando los ojos por encima de las pirámides podríamos entonces contemplar esos tres planetas alineados. Y espero que los astrólogos de guardia no me critiquen mucho, pues posiblemente esta explicación no sea demasiado astronómica. ¿Puede esto tener una interpretación esotérica? Es posible que sí.
Sin embargo, hay algo que me intriga. Al levantar el mapa del día 3 de diciembre, para una hora en que las estrellas fuesen visibles y para la ciudad de Gizeh (calculé sobre la media noche) la Luna estaría elevándose en el horizonte Este, pero los tres planetas en cuestión no serían visibles, pues estarían por debajo de la línea del horizonte, y solo Júpiter estaría elevado, justo en medio del cielo, en Géminis. Entonces, levanté el mapa para el día 4 de diciembre, poco antes del nacimiento del Sol, o sea, sobre las 6 de la mañana. Así, el signo Ascendente estaría en Sagitario, signo donde se encuentra el Sol, y en una declinación a 20º Sur. De esta forma, los tres planetas, Mercurio, Venus y Saturno estarían levantándose en el horizonte, pocos grados más arriba y en este caso podrían hipotéticamente ser vistos sobre las pirámides de Gizeh. ¡Ciertamente, el espectáculo sería deslumbrante! Pero ¿esto sería un mensaje del cielo? ¿Cuál?
Mercurio, el planeta de la comunicación, se alinea con Venus, el planeta del Amor y con Saturno, el Señor del Karma, todos en el signo de Escorpio, que corresponde a la Casa VIII del zodíaco, o sea, la casa de la Muerte, del Sexo, del Poder, pero también del Espíritu, de la Transformación y de la Transmutación, ¡y sobre todo, del Renacimiento! El Cielo nos comunica que ha llegado el tiempo de modificar nuestra postura para que, al unísono, vibremos los mantras que van a promover un cambio de frecuencia en nuestro planeta, ¡pues solo el Amor puede ayudar a la humanidad en este momento de evolución kármica!
¿Podemos concluir que es esta la señal que el cielo nos envía? Como astróloga acostumbrada a interpretar los jeroglíficos del cielo, no puedo afirmarlo con seguridad, solo hacer conjeturas, reflexiones, consideraciones. Lo que yo percibo claramente es que nuestro planeta está mudando su vibración y que este cambio promoverá una mutación en cada átomo o partícula que compone nuestro cuerpo físico. Si deseamos ser proactivos y, por tanto, empezar a actuar, en lugar de ser únicamente observadores e intérpretes de los fenómenos celestes, podemos empezar a alinearnos con la Conciencia Crística, pues, tal como Cristo nos enseña en sus Cartas, esa es la única forma de expandir nuestro espíritu en unión con la Mente de Dios. Con Él podemos crear una Nueva Realidad para el planeta Tierra. ¡Sí, podemos! Meditemos todos los días, durante algunos minutos, tal como nos enseñan las Cartas de Cristo que Sergio ha comentado con tanto cariño en los Boletines del STUM. ¡Solo así los mensajes del cielo no serán solamente fenómenos astronómicos! La humanidad está despertando en esta Era de Acuario que muestra su Luz y levanta el velo para libertarnos de la ignorancia y de la esclavitud de este mundo materialista.
¡Deseo a todos una semana llena de Luz! ¡Permaneced alineados con el Padre/Madre/Conciencia Divina que es Puro AMOR!
São Paulo, 26 de septiembre de 2012