Los Animales y la Eutanasia
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:28
Autor Wilson Francisco
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
Recibí este correo recientemente.
"Buenas noches Wilson.
Sigo tus artículos en el Stum desde hace 7 años. Ayer mi marido y yo pasamos por la dolorosa experiencia de autorizar la eutanasia para nuestro dálmata Elvis, ya anciano y con graves problemas de salud. Sin embargo, un grupo espírita donde llevo a cabo estudios condenó severamente esa práctica. Dijeron que estorbé su evolución, que fui contra las leyes de Dios. En fin, sufrimos con la tristeza y ahora además con la culpa por la muerte de mi perrito. ¿Podrías hablar sobre esto en un artículo? Me gustaría saber cómo está él, y cómo puedo ayudarle.
Por favor Wilson, te ruego un esclarecimiento, si es posible. Gracias anticipadas".
Mi respuesta fue esta:
"Buenos días, amiga, estoy en conexión con Elvis y dándole apoyo. Queda en paz en lo que a él se refiere. Los animales son seres espirituales, pero aún no viven, después de la muerte, los sobresaltos, las dudas que son frecuentes en los espíritus humanos cuando dejan el cuerpo.
En el artículo Rex, cuento el caso de un perro que vuelve para consolar a su antiguo dueño, a través de un sensitivo/médium, que hizo de intermediario en ese encuentro. ¡La vida continúa para todos!
Respeto la opinión de la gente del Centro Espírita. Sin embargo, las experiencias espirituales, emocionales y de inteligencia del perro han avanzado. Cuando yo era pequeño, un perro era un perro, vivía en el patio, comiendo cualquier cosa, huesos, sobras de comida. Ahora son tratados como si fuesen niños, hijos. Tienen seguro médico, acupunturista, podólogo, frecuentan hoteles y spas.
Digo incluso en plan de broma: tener hoy una vida de perro no está tan mal, no. Y confieso que admiro a esta nueva sociedad y sus nuevas y avanzadas costumbres. Ella ha convertido a un animal en casi un ser humano.
Los perros hoy sienten, tienen depresión, son cariñosos, como he dicho: casi humanos. Ahora bien, si esa sociedad hace eso con los perros, ¡considero que pronto podrá convertir seres humanos en casi ángeles! No sé si lo llegaré a ver, mis nietos y biznietos, probablemente sí.
Cerca de mi casa hay un Centro Espírita que algunos días por semana atiende solamente a perros. Ellos van acompañando a sus dueños y reciben pases.
Entiendo que Elvis, como todo animal, tenía su misión: vivir. Y como Ser Espiritual Divino, desarrollar con acciones su propia esencia, habilitándose para subir en la escala evolutiva.
El Principio Inteligente del Universo, según la Doctrina Espírita, va migrando por los varios Reinos de la Naturaleza y habitando cuerpos más complejos, para expandir su Divina Luz, sus talentos.
Elvis cumplió su misión junto a ti y tu familia. Tuvo su tiempo. Observa que hay casos de personas, en grave estado físico, que continúan viviendo gracias a ciertos aparatos. Y la familia puede autorizar que éstos les sean retirados sin que esa decisión sea considerada como eutanasia. Hay también situaciones en que el enfermo, para mitigar sus dolores, es sedado hasta el punto de producirle la quiebra orgánica y la muerte.
Yo entiendo que has obrado acertadamente autorizando la eutanasia de Elvis. Y en cuanto a las críticas, queda en paz. Él está bien, lo están cuidando los Ángeles del Bien. Sugiero al personal del Centro Espírita que investigue más sobre el asunto. La Editora Mundo Maior ha publicado buenos libros sobre esa cuestión y Allan Kardec protagonizó estudios y experimentos bastante interesantes, y siempre dejó claro que podríamos y deberíamos actualizar el conocimiento doctrinario.
Respecto a ese desarrollo del Espíritu, habitando cuerpos más complejos, se puede observar en el Libro de los Espíritus la información de que el Espíritu es un foco de luz que encarna (se reviste de cuerpos), para intelectualizar la materia, o sea, el Espíritu modela y da inteligencia a los cuerpos que habita.
Dejo aquí un procedimiento, cuya experimentación ha venido dando resultados positivos, para transformar (generar salud) a los animales.
El son/mantra OM TARAGON, entonado con confianza, trabaja las mónadas de los animales, cuyas almas están ligadas a una gran mónada.
Este mantra, como una oración, recupera la malla electromagnética de los animales y les restaura los patrones originales de energía. También permite la conexión chamánica con los animales de poder. El amor y la atención también constituyen instrumentos que pueden ayudar en la evolución de los animales.
Mentaliza a San Roque, el protector de los perros.
