Los Chakras: un puente hacia el Yo Superior.
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 23/02/2015 10:15:40
por Luis Gustavo Pereira Lopes - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La palabra chakra viene del sánscrito y significa “rueda de luz”. Como estáis leyendo este artículo, considero que ya tenéis cierto conocimiento básico sobre la cuestión, no obstante, para aquellos que están empezando ahora su búsqueda espiritual haré un resumen sobre todo lo que os vais a encontrar por ahí.
Todo lo que tiene vida tiene chakras. Los chakras son ruedas de luz que absorben y emiten energía; están presentes en nuestro cuerpo astral (el cuerpo energético, que da forma a nuestro Espíritu).
Ellos penetran todos nuestros cuerpos, y los proveen de energía.
¿Pero qué energía es esa? ¿Para qué la necesitamos?
Bien, todo en el Universo es energía. La Materia en realidad no existe, porque lo que llamamos Materia es energía vibrando en cierto patrón que podemos ver y tocar. No obstante, hay energías vibrando en patrones que no podemos percibir con nuestros órganos físicos, pero que sí podemos percibir de otras maneras.
Nuestro cuerpo físico necesita energía para funcionar, por eso nos alimentamos, y eso es natural. Los alimentos proporcionan la energía, que nuestro cuerpo emplea para llevar a cabo sus actividades, esto es obvio para nosotros.
Con nuestros otros cuerpos no es diferente; ellos necesitan energía para funcionar. Esa energía está presente en todo el Universo, en todo. En el sol, en las piedras, en los colores, en el sonido, en los animales, en los ambientes, en las personas, en absolutamente todo.
Así como nuestra boca es puerta de entrada para los alimentos, nuestros chakras son vórtices por donde toda esa energía es absorbida.
Tenemos siete chakras principales, y según las tradiciones antiguas, tenemos más de 80.000 chakras distribuidos por todo nuestro cuerpo, haciendo que la energía pueda fluir a través de las venas de nuestro cuerpo astral, que llamamos “nadis”.
Bueno, hasta aquí todo bien. Nuestros chakras absorben la energía universal (universal porque está presente en todo en el universo), distribuyen esa energía por los “nadis” (venas del cuerpo astral), la energía fluye por todos los cuerpos y todos trabajan y cumplen sus funciones.
Pero no es eso lo que quiero exponer aquí. Además de absorber energía y distribuirla por nuestros cuerpos, los chakras, en su más profunda atribución, representan un mapa. Un mapa para el desarrollo, peldaños de la materia hacia el Espíritu. Juntos, forman un puente, para conectarnos a nuestro verdadero Ser, nuestro YO SUPERIOR, la Fuente.
Cuando todos los chakras están en su pleno funcionamiento, literalmente conectan la Tierra al Cielo, tomamos conciencia de nuestra verdadera naturaleza, redescubrimos nuestro potencial divino, restablecemos nuestra conexión con la Fuente.
La Fuente es lo que se suele llamar Dios. Pero no es un Dios como el de las religiones (nada en contra, por favor), un Dios lleno de rótulos, conceptos y reglas. Es una energía pura, infinita. Fuente de todas nuestras realizaciones, fuente de todos los mundos y de todo lo que ocurre en ellos. Es la Fuente de la Riqueza, de la Sabiduría, del Amor, de la Felicidad. Es nuestro Yo Divino. Nuestro Dios interior. Nuestro Self... Llámale como mejor te parezca. El caso es que esa Fuente es la fuente de todo en nuestra vida. Absolutamente todo. Todas nuestras situaciones, creaciones, cosas que atraemos hacia nosotros o no. todos nuestros deseos, los realizados y los no realizados. Toda nuestra VIDA viene de esa Fuente interna. Pero para tener acceso a ella, para restaurar nuestra conexión profunda con ella, necesitamos un puente, un camino, una vía que nos lleve hasta ella. Ese puente, camino o vía está descrito en un mapa: los chakras.
Lo que ocurre es que nuestra sociedad está construida de manera a bloquear nuestro sistema de chakras. Como éstos están ligados íntimamente a todos nuestros cuerpos, todo lo que pasa con esos cuerpos les afecta profundamente.
Cada chakra vibra en una determinada energía, cada uno de ellos está ligado a determinado sentimiento humano, cada uno de ellos está conectado a nuestro cuerpo, mente, emociones, pensamientos, etc..
Cuando tenemos una emoción muy negativa, esta emoción afecta a determinado chakra y éste deja de funcionar correctamente. Esto afecta a todo el sistema (ya que cada chakra está ligado al otro formando una red). Cuando el sistema de chakras se ve afectado, nos desconectamos de la Fuente, empezamos a olvidar quienes realmente somos, nuestro potencial queda drásticamente reducido a casi nada. Pasamos a vivir una vida sin sentido, sin energía, sin propósito. Ya no somos capaces de realizar nuestros deseos si no es a costa de muchos esfuerzos y sufrimientos. Parece que nos falta algo. Estamos siempre incompletos, empezamos a buscar fuera esa pieza que nos falta, en el mundo, en el otro, en las cosas, en el dinero, en el amor.
Lo cierto es que todo eso es añoranza. Una añoranza eterna. Nostalgia de nuestro verdadero Yo. El primer amor. Nostalgia de nuestro vínculo con la Tierra (madre) y con el Cielo (padre). Sentimos nostalgia de nuestra alma, de lo que ella era antes de ser esclavizada por este mundo.
En los próximos artículos voy a escribir sobre cada chakra, cómo hemos sido bloqueados, cómo nuestro sistema ha sido saboteado, e indicar un camino de vuelta a casa, de vuelta a la Fuente. De vuelta a dentro.
Hasta la próxima.
