Los dos lados de la vida
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 05/12/2011 11:12:53
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La visión interdimensional transita, libremente, por los dos lados de la tenue línea divisoria que separa la vida actual y sus acontecimientos, de las vidas pasadas y sus registros en el inconsciente humano.
Esa “línea divisoria” es únicamente una referencia, tal es la implicación entre ambas situaciones, que representan las vivencias del espíritu inmortal.
Pese a ello, el atávico miedo a lo desconocido ha venido enturbiando la visión de la interdimensionalidad humana, y la cultura materialista de occidente, contribuyendo a que nuestra mirada permanezca limitada para la contemplación de lo que pueda haber más allá de esa frontera…
El apego a la dimensión física nos transmite una perspectiva parcial de nuestra naturaleza, comprometiendo, en cierta forma, el conocimiento científico y el conocimiento acerca de nosotros mismos, que quedan en la dependencia de las percepciones sensoriales comunes.
Como seres dotados de inteligencia, libre albedrío e inmensa capacidad de expansión de la conciencia, en esa forma de contemplar el mundo y a nosotros mismos, nos limitamos a vivenciar únicamente un lado de nuestra existencia. Lo cual es un inaceptable desperdicio de potenciales.
Como fachada, nos ocultamos detrás de una pseudo-seguridad psicológica atraillada a los valores materialistas, y desconocemos o desatendemos los valores de la esencia que representa nuestra legítima identidad universal.
En función de ese equilibrio vital, la vida, para muchos de nosotros, pasa a no formar sentido. De ahí el preguntarnos: ¿Por qué la diferencia entre ricos y pobres, sanos y enfermos, felices e infelices?
Intentamos caminar hacia la frontera en busca de respuestas, pero abandonamos a medio camino, al considerar que es una zona desconocida y poco explorada por el conocimiento humano. Nos conformamos con respuestas limitadas y andamos por la vida sin comprender su significado.
La visión interdimensional no ha venido para impresionar o confundir, por el contrario, ha venido para esclarecer y para advertir que existen esos dos lados de la vida, y que cada uno de ellos tiene su grado de importancia en el contexto de las reencarnaciones del espíritu.
Por este motivo, deben ser consideradas en el proceso vital como una simbiosis responsable por todo lo que le pasa al individuo en el sentido de su integración bío-psico-socio-espiritual con el mundo en que vive.
Sin embargo, en esa dirección no percibimos que la vida es una consecuencia, cuyo patrón conductual – que traemos del pretérito – puede ser alterado para mejor, a medida en que modifiquemos nuestra visión a través del prisma interdimensional de la existencia.
Hemos de conocer el otro lado de nuestra naturaleza requiere desafiar el miedo a la verdad que cultivamos desde tiempos inmemoriales.
Hay que comprender que las realidades dimensionales constituyen medias verdades, y que cuando unidas por la visión interdimensional se convierten en una única verdad, o sea, la verdad de cada individuo y del colectivo de almas que forman la población de la Tierra.
El miedo – y la confusión – que nos produce la frontera entre las percepciones de la dimensión física y la espiritual, representa la forma en cómo visualizamos los desequilibrios psicoespirituales que allí se encuentran, a los cuales denominamos “esquizofrenia” y “trastorno límite de personalidad” (limítrofe). Sin que, no obstante, lleguemos a comprender sus verdaderas causas.
Por otra parte, la muerte del cuerpo físico y sus consecuencias sigue siendo un misterio de laberínticos caminos para la ciencia, que pese a las evidencias sobre la inmortalidad del espíritu, es reacia a aceptar la reencarnación como fundamental para el contexto y significado de la vida.
La psicoterapia interdimensional, así como otras escuelas creadas en el Brasil, que asocian la psicoterapia y la regresión de memoria en la investigación del inconsciente de sus pacientes, transita en la tenue divisoria entre las dimensiones física y espiritual en busca del origen de los desequilibrios psicoespirituales. Y los descubrimientos impresionan por la exactitud de sintonía entre la causa y el efecto de lo que es investigado.
Muchos casos que pasan desapercibidos para la investigación médica, como marcas o cicatrices de nacimiento, que molestan, sin que nada se pueda diagnosticar en los exámenes clínicos, por lo regular revelan sus causas en la regresión de memoria, que sintoniza los sucesos traumáticos de vidas anteriores. Son situaciones que se encuadran en los casos de “difícil diagnóstico médico”.
Muchos casos de fobia, pánico y depresión, entre otros, encuentran el “hilo de la madeja” en situaciones pretéritas que han quedado grabadas en el inconsciente, a las cuales se accede por medio de la memoria extra-cerebral vía regresión de memoria.
Por tanto, los dos lados de la vida, realidad más que comprobada por investigadores neutrales e idóneos, mediante la práctica espírita y la experiencia psicoterapéutica de ámbito interdimensional, representan el paso a dar por la ciencia oficial en este comienzo de milenio. Avance que acompañará las transformaciones previstas en la relación del hombre con su planeta, cuya fase inicial ya se encuentra en curso.