Los grados evolutivos del ego
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 19/04/2017 10:02:59
Autor Mauro Kwitko
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Traducción de Teresa
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Estamos todos aquí en la Tierra olvidados de que somos Dios en una micro-manifestación. Nuestro Espíritu (una micro-consciencia divina) ya animó a innumerables cuerpos, innumerables personas, en innumerables encarnaciones pasadas, y en todas ellas nosotros teníamos una personalidad. Lo máximo que esa micro-partícula divina alcanza cuando muere su vehículo físico, es el Plano Astral de la Tierra, pues olvidamos que somos el Todo y nos sentimos únicamente aquí, presos aquí. Es como alguien que afirma que está preso en una celda, cuando ésta existe tan sólo en su mente. Esa micro-partícula divina cree que está aquí en la Tierra, cuando ella forma parte de un Todo y, más que eso, es el Todo. ¿Para qué está aquí? ¿Para pagar, para sufrir? Sí, caso la persona crea en un Dios juzgador, punidor y castigador (el Dios de Moisés). No, si su creencia es en un Dios de Amor (el Dios de Jesús) o en un Dios Neutro (la concepción oriental de lo Divino). Si estamos aquí en la Tierra y creemos que sólo estamos aquí para acordarnos de nuestra Esencia divina, para liberarnos de la fuerza gravitacional de este planeta y del Plano Astral de este planeta, entonces no iremos a un sitio más elevado, simplemente nos sentiremos en un sitio así donde siempre hemos estado (y estamos) aunque sin recordarlo. Para ello necesitamos hacernos más ligeros, más fluidos, y esto sólo puede suceder si nos libramos de las inferioridades que creamos desde que hemos llegado y que nos mantienen presos en esa ilusión de que estamos aquí; y ese es el trabajo que hay que hacer, esa es la misión de la Psicoterapia Reencarnacionista.
Vamos a estudiar los niveles del ego:
• Las personas de ego predominantemente infantil inferior son aquellas que llevan la vida como un juego, viven para divertirse, no les gusta asumir responsabilidades o compromisos, son extremadamente centradas en sí mismas, viviendo para su propio placer; también infantiles son las personas tristes e infelices por sí mismas, las que se ofenden fácilmente, las que se sienten rechazadas, las que se amohínan por cualquier cosa, las que se aíslan, callan, guardan sus dolores para sí o atormentan a los demás con sus propios dramas, por ser aún extremadamente auto-centradas. Las personas con características infantiles superiores son las que viven la creatividad, la belleza, el arte, lo lúdico, la alegría, la levedad y, evidentemente, esto ha de ser mantenido permanentemente. Un ego de nivel predominantemente anciano posee esas características; los egos predominantemente adolescentes y adultos inferiores han perdido esas características y deben encontrarlas dentro de sí para ser más felices.
• Las personas de ego predominantemente adolescente inferior son las sublevadas, rebeldes, beben, fuman, consumen drogas, les gusta competir, quieren sobresalir, destacarse, ser vistas, quieren ser notadas aunque sea negativamente; las de ego predominantemente adolescente superior son las que emplean su energía para mejorar el mundo a través del amor, promover una revolución por la paz, las que viven una indignación pacífica, aun siendo muy soñadoras, algunas veces con dificultades de adaptación a la realidad, con dificultades para concretizar sus ideales y utopías, lo cual necesita un ego más adulto, realizador.
• Las personas de ego predominantemente adulto inferior son las que están superando esas fases infantil y adolescente inferior (un proceso que lleva cientos de miles de años), ya son más adultas, pero aún no han alcanzado un grado suficiente de sabiduría, pues se irritan con las cosas que les parecen erróneas, son dogmáticas, critican, se impacientan, se van haciendo rígidas, duras (física, emocional y mentalmente); las que ya están alcanzando o han alcanzado la fase de ego predominantemente adulto superior toman la vida en serio, como las anteriores, pero ya están superando o han superado la crítica, la impaciencia, la irritación y la dureza. Si bien todavía tengan características infantiles y adolescentes e incluso adultas inferiores, lo que predomina son las características adultas superiores, están a camino del nivel anciano de su ego.
• Las personas de ego anciano son los Chico Xavier, las Teresa de Calcuta, los Gandhi, los Yogananda, y, un día, todos llegaremos a esa fase. Aún pueden presentar características infantiles y adolescentes e incluso adultas, pero predomina el nivel de la sabiduría, quizá aún no plenamente, pero muy aproximado.
A decir verdad, todos tenemos todos esos aspectos dentro de nosotros, pero en cada uno predomina uno o más de ellos. Lo que importa en un Tratamiento con la Psicoterapia Reencarnacionista es lo que predomina en cada persona: aspectos infantiles (inferiores o superiores), aspectos adolescentes (inferiores o superiores), aspectos adultos (inferiores o superiores) y aspectos ancianos. Debemos hablar con las personas sobre todo eso, animándolas a detectar en sus pensamientos, sentimientos, actitudes, preferencias, costumbres o palabras, lo que es infantil, adolescente, adulto o anciano. Y que eso sea motivo de conversación durante el Tratamiento, para que su ego pueda ir madurando y, poco a poco, reintegrándose a su Yo Divino. E igualmente lo hemos de hacer con nosotros mismos. El Ejercicio “¿Qué es lo que predomina en mi ego?” colabora bastante en ello, debe hacerse en el Curso y en nuestro consultorio con las personas en Tratamiento, y nosotros también, evidentemente, con nosotros mismos.
Utilizamos el término Espíritu para nuestro aspecto energético sutil que anima nuestro cuerpo físico, por ser esa la denominación habitual y de uso corriente utilizada por las religiones predominantes en Occidente. Decimos entonces que nuestro Espíritu reencarna, que tras la muerte del cuerpo físico nuestro Espíritu se libera y sigue hacia el Mundo Espiritual, pero a decir verdad, nosotros no somos un Espíritu, sino que somos el Todo. En la Tierra, caemos en la ilusión de ser nuestro cuerpo físico, mientras que en el Plano Astral de la Tierra caemos en la ilusión de ser un Espíritu, cuando en realidad nosotros somos el Gran Espíritu. Lo que se llama Espíritu es una micro-partícula del Todo, muy alejada del Núcleo Central del Universo, que olvidó que es el Todo y pasó a sentirse individualizada, cayendo entonces en la ilusión del separatismo, y sólo cuando recuerde que es el Todo (Dios), comenzará realmente a expandir su Consciencia hacia más allá de los aparentes límites corporales y, gradualmente, empezará a acceder a otros Planos, otras Dimensiones, donde siempre ha estado aunque no lo recordaba. Y, de esa manera, irá liberándose de la sensación equivocada de estar alejada de Dios y volviendo a aproximarse del Centro del Universo, del Gran Sol Central (que posee un gigantesco cristal en su interior), que todo lo controla, que todo lo mantiene. Todos nosotros estamos en ese Sol Central y en todos los Planos, en todas las Dimensiones, todos nosotros somos Dios, pero esa micro-partícula de lo Divino “abandonó la Casa Paterna” y entonces, aquí estamos, en este planeta, en la 3ª Dimensión, pero también estamos en la 4ª, en la 5ª y más arriba, estamos en todas las Dimensiones, nosotros somos el Todo, ¿dónde, entonces, no estamos?
Ayudar a liberarnos de esa ilusión (Maya) es la función principal de la Psicoterapia Reencarnacionista avanzada, mucho más que una Terapia de Reforma Interior similar a las psicoterapias occidentales, una Terapia de liberación del comando del ego, de línea oriental. Si bien, como he abordado anteriormente, el uso que un alumno del Curso de Formación, los monitores, los que imparten el Curso y los psicoterapeutas reencarnacionistas en general, harán de esa ante-visión futurista, va a depender del grado evolutivo del ego de cada cual. Cada uno de nosotros entiende, asimila y practica cuanto alcanza su grado de entendimiento consciencial.