Los mejores consejos del mundo
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/03/2018 10:12:07
por Andre Lima - [email protected]
Traducción de Silvana Partucci - [email protected]
Piensa en una persona que te gustaría que cambiase. Puede ser alguien que haya hecho algo que te enojó mucho, o que deseas que sea comprensiva. Debe ser alguien que provoque sentimientos negativos en ti (tristeza, rabia, rechazo, decepción, etc.). Juzga y describe todo lo que esa persona hace y que comportamiento debería tener para que te sintieses más feliz con ella. Describe también cómo te sientes con sus las actitudes.
Ejemplo: tengo resentimiento con mi padre. No me comprende ni me acepta de la manera que soy. Toda vez que doy un opinión que sea contraria a la suya, no la acepta y se irrita pidiendo que cambie mi opinión. El debería ser más comprensivo conmigo. El debería aceptar mi forma de pensar y no querer que yo cambie. Debería amarme incondicionalmente y no sólo cuando estoy de acuerdo con él.
Ahora, invierte las frases para ti, de la siguiente forma: mi padre está resentido conmigo. Yo no lo comprendo y no lo acepto de la manera que es. Todas las veces que opina de manera contraria a la mía, no lo acepto y me enojo queriendo que cambie de opinión (si, cuando yo quiero que él acepte mi opinión y él no lo hace, estoy también no aceptando la opinión de él). Debería ser más comprensivo con mi padre. Debería aceptar su forma de pensar y no querer que cambie. Debería amar a mi padre incondicionalmente y no solo cuando está de acuerdo conmigo".
Todos los consejos que le gustaría a esa persona que siguiese el padre, sirven exactamente para la misma persona. El remedio que recetamos con tanta facilidad para los otros es el remedio que estamos precisando. Normalmente, queremos que los otros cambien para que seamos felices y ese es el camino correcto hacia el sufrimiento.
¿Podemos conseguir aquello que pregonamos que hagan los otros?
Muchas veces no lo conseguimos, pero creemos que los otros deberían conseguirlo. Esas inversiones vuelven todo esto mucho más claro.
Fulano es muy arrogante, prepotente y juzgador. Él no debería ser así, debería ser más humilde y parar de juzgar a los otros. Ahora invierte. Yo soy muy arrogante, prepotente y juzgador. Yo no debería ser así. Yo debería ser más humilde y parar de juzgar a los otros. ¿Será que suena verdadero también?.
Durante la aplicación de la EFT* (técnica de auto limpieza emocional, fíjate como recibir un manual gratuito al final del artículo) a veces hago esas inversiones durante la ronda. Algunas personas se sorprenden y tienen insights profundos con esto y acaban abandonando el juicio que hicieran del otro y la sensación de que él debería cambiar. Eso nos lleva a estar en paz.
Somos una fuente inagotable de sabiduría. Los mejores consejos que podemos seguir son aquellos que damos a los otros cuando los estamos juzgando. Basta invertir. Siempre que precisamos que el otro cambie, es porque nosotros precisamos cambiar. Cuando asimilamos eso de una forma más profunda, dependemos menos de los otros para sentir paz interior.
En el libro "Amar lo que es" de Byron Katie, ella enseña un proceso donde vamos a juzgar quien nos incomoda, después haremos cuatro preguntas sobre nuestros juicios y por último, realizaremos diversas inversiones con el juicio que hicimos. Es increíble cómo vamos a encontrar en nosotros mismos los defectos que estábamos viendo en los otros. Es un proceso llamado "The Work" (El Trabajo). Éste trabajo tiene un efecto profundo y libertador. Antes de leer el libro, instintivamente ya hacia algunas inversiones durante la aplicación de EFT, pero después de la lectura entendí una forma más profunda y amplia el poder de las inversiones.
Existe otro tipo de inversión: "Mi esposa no me valoriza y no me reconoce. Podemos invertirlo: "Yo no me valorizo y no me reconozco". ¿Será que suena verdadero? ¿Si realmente te valorizases y reconocieses te sentirías tan incómodo con el pensamiento: mi esposa no me valoriza y no me reconoce?
¿Sentirías una necesidad emocional de ser valorizado y reconocido por ella? Ciertamente, no. Esa necesidad viene de nuestra carencia interior y genera insatisfacción y conflicto en las relaciones, pues queremos que el otro cambie para que podamos ser felices.
Buscamos nuestro valor a partir del valor que los otros nos dan y nos volvemos emocionalmente dependientes, como niños. La función de valorizarse debería ser exclusivamente nuestra. Pero es como si delegásemos esto a otras personas. Y es claro que, de vez en cuando, alguien no irá a valorizarnos. Y, como no estamos asumiendo nuestro papel -el de valorizarnos a nosotros mismos incondicionalmente- sufrimos. Un niño no tiene la capacidad para comprender esto, pero ya somos adultos y podemos entender y comenzar a cambiar, asumiendo esa responsabilidad.
Cuanto más baja es nuestra autoestima, menos sentimos nuestro propio valor y nos volvemos más dependientes de la evaluación de otras personas. Una persona que tienen la autoestima más elevada lidia mejor con juicios y críticas pues ella está cumpliendo emocionalmente el papel que es sólo de ella: valorizarse así misma.
André Lima - EFT Practitioner. *EFT - Emotional Freedom Techniques
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