Los Pensamientos Son Cosas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 29/03/2011 14:51:45
por Marcos Spagnuolo Souza - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Los pensamientos y sentimientos forman imágenes mentales que pueden ser constructivos o destructivos. Existe interferencia directa de las imágenes mentales en las partículas materiales. Hay estudios que demuestran que las partículas subatómicas actúan de determinada manera cuando no son observadas y de otra manera cuando son observadas. Una subpartícula atómica puede manifestarse como partícula, como onda, y al mismo tiempo como partícula y onda, conforme al pensamiento del científico. Debemos aclarar que el ser humano solo consigue pensar en forma de partículas o de onda, pero hay otras formas de pensamiento que están más allá de las partículas y de las ondas, están más allá de nuestro conocimiento, pero existen.
La fuerza del pensamiento y la de las emociones no son fuerzas abstractas, sino fuerzas materiales objetivas, vivas y actuantes, capaces de obrar y de influir sobre el aspecto somático (cuerpo) y las cosas de la naturaleza. Los experimentos llevados a cabo en laboratorio con personas dotadas de capacidades extrasensoriales demuestran que el pensamiento humano es una fuerza capaz de influir sobre la propia materia y de transformarla.
En Moscú la rusa Nina Kulagina demostró ser capaz de mover hacia todos los lados innumerables objetos. El norteamericano Ted Serios consigue grabar en películas fotográficas Polaroid imágenes producidas en su mente. Imágenes pensadas por Serios han sido grabadas en la superficie de films.
Los pensamientos y emociones actuando en las subpartículas forman imágenes que son denominadas formas-pensamientos y pasan a existir como verdaderas entidades energéticas inteligentes, alcanzando autonomía. Esas imágenes-pensamientos, para no desaparecer, sobreviven con las energías sutiles emitidas por las personas que poseen el mismo grado vibracional de sus composiciones. Los pensamientos y emociones se cristalizan en imágenes bonitas o terribles que interactúan en el campo de energía sutil de las personas, pudiendo provocar grandes alteraciones.
Cuando nos concentramos en determinado pensamiento o emoción y seguidamente la encaminamos hacia un objetivo, la forma-pensamiento viaja como si fuese una flecha en dirección al blanco, y penetra el cuerpo energético provocando rupturas que pueden llevar a la muerte. Cuando el objetivo está protegido por un escudo energético de elevadas vibraciones, la forma-pensamiento remitida pierde su eficacia. En los libros de la antigua India encontramos fragmentos que hacen referencia a un arma-pensamiento denominada “brahmastra”. El envoltorio que nos protege de las imágenes-pensamientos es nuestra vestimenta etérica elaborada con nuestros pensamientos y emociones.
Cuando nos concentramos en determinado pensamiento, pero no tenemos fuerza para lanzarlo en dirección al objetivo, queda retenido en el propio campo energético de la persona que lo ha elaborado, alimentándose de su campo energético, provocando innumerables tipos de dolencias.
Las formas-pensamientos hacen moverse las subpartículas para formar imágenes y lógicamente modifican también nuestra estructura corporal sin que tengamos conciencia de su poder. Los pensamientos, por tanto, son cosas, capaces de influir sobre otras cosas. Podemos decir que el cuerpo es esclavo de la mente y que las enfermedades tienen sus raíces en el pensamiento.
Los pensamientos enfermizos se expresan a través de un cuerpo enfermizo. Los pensamientos impuros y negativos no tardarán en destruir la estructura somática. El cuerpo es un instrumento plástico, delicado y sensible, que responde prontamente a los pensamientos que lo impresionan.
Actualmente, tenemos la ciencia denominada ecología mental, que estudia las relaciones entre los pensamientos y los seres humanos, así como el modo en cómo los primeros influyen sobre los segundos. El pensamiento y las emociones son estructuras energéticas constituyendo la base fundamental en la vida espiritual.
