Los Siete Cuerpos y la Terapia de Vidas Pasadas
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 01/07/2016 10:13:55
Autor Ericka Pereira da Silva - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
“Las enfermedades son el resultado de la desarmonía entre el espíritu y el cuerpo, la vida y la forma” (Robson Pinheiro, ALÉM DA MATÉRIA, 3-1).
Hoy ya somos capaces de comprender que nuestro YO no está contenido únicamente en ese cuerpo físico que podemos ver con los ojos de la materia. Los estudios de Robson Pinheiro, junto a tantos otros mediadores del plano espiritual a través de la psicografía, nos muestran en los renglones de sus obras, con informaciones lógicas y cohesionadas, que todo estudio de la energía más allá de la materia es necesariamente un factor importante para nuestra salud.
Consideremos aquí como significado de salud la ausencia de enfermedad. Observaremos entonces que cada uno tiene su nivel alto o bajo de falta de salud. Esto proviene no sólo de problemas físicos, porque en los últimos 50 años hemos podido observar que a esa falta se añaden ahora los problemas psicológicos.
Y la comprensión de esos cuerpos energéticos ¿cómo puede ayudar a sanarnos? Sabemos que los únicos cuerpos hoy día, para la materia física, son nuestro cuerpo físico y el doble etérico (capa energética que envuelve el cuerpo físico, constituido por materias planetarias y cósmicas, por lo que se le considera un cuerpo físico, pero en forma más sutil, al que muchas veces se denomina energético).
Ese cuerpo etérico es la forma “plástica” que hace de barrera entre el plano físico y el astral, siendo en esa barrera donde se alojan la mayoría de las llagas que podemos sentir en nuestro plano físico. Ejemplo: Si fumamos, los elementos químicos de la nicotina afectan no sólo a los pulmones como además a las capas energéticas, causando una deformidad en esa “barrera”, que, a su vez, emite cierta inconformidad energética en nuestro cuerpo físico, el cual da comienzo a la deformación de la propia materia. Entonces, esas enfermedades o falta de salud, merecen una atención energética mucho mayor que la dedicada hasta no hace mucho por la ciencia médica.
Hoy ya podemos ver a científicos y estudiosos que logran alcanzar ese sector con prácticas energéticas que indiscutiblemente están ayudando a muchos pacientes en sus lechos.
Así, vemos que aun estando considerado como escritor espiritualista, y a partir de libros “religiosos”, Robson Pinheiro viene a aportar verdades a nuestra ciencia, con independencia de lo que podamos creer dentro de nuestra fe.
Podemos observar que en la Edad Media ese cuidado con la parte energética tenía gran importancia. ¿Cuántas son las prácticas milenarias que observamos en los consultorios de terapeutas de las más variadas vertientes? Sucede que el planeta se ha ido haciendo cada vez más materialista y el hombre se ha ido alejando de la sensibilidad hacia lo que no era susceptible de visualización física.
Los avances de la ciencia médica y de las comprobaciones en el cuerpo físico han hecho que el hombre olvidase todo lo que ya había adquirido en enseñanzas y métodos milenarios. Se puede decir que el capitalismo ha sido quizá uno de los mayores incentivos para esa quiebra, ya que en aquella época remota no existía remuneración ligada a la formación de curanderos, chamanes, magos, brujos, hechiceros, bendecidores, reikianos. Ellos “nacían” así y transmitían de generación en generación sus conocimientos y sus sanaciones de forma natural y no monetizada.
Hoy el planeta tiende a volver a “ver”, y con ello, tantas prácticas milenarias, como la regresión, vuelven a ser un método para intermediar la sanación a través de esos cuerpos energéticos. A fin de cuentas, no podemos olvidar que entre nuestros cuerpos energéticos tenemos el mental inferior y el mental superior (sin contar el búdico – el gran banco de datos), responsables por el almacenamiento de todas nuestras vivencias, no importa dónde y cuándo hayan sucedido; así, la Terapia de Vidas Pasadas se sirve únicamente de técnicas para rebasar ese banco de datos, sacando a la superficie las informaciones necesarias para restablecer ese equilibrio energético, con el fin de lograr la sanación o al menos mejorar el potencial de salud.