Madre Tierra... Nuestra casa es un Ser Vivo.
por Rubia A. Dantés em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:56
Traducción de Teresa - [email protected]
Parece que solo ahora me doy cuenta de cuán distante he estado de ti Madre Tierra.
A finales del año pasado o principios de este, no lo recuerdo bien, llegó por correo un paquete con 3 preciosos libros, regalo de un amigo. Los tres son de Drunvalo Melchisedek.
Había acabado de escribir un texto en el cual hablaba sobre la teoría del centésimo mono y, cuando tomo uno de los libros y lo abro, corro los ojos por la página y percibo que en ella precisamente se hablaba de esa teoría. Sincronismo, pensé.
Empecé a leer uno de los libros, cada noche un poquito. y muchos sincronismos sucedieron. que después contaré en otro artículo.
Un día durante la lectura, oí una voz interna que me habló así. Algunas cosas que pides al Padre del Cielo deberías pedírselas a la Madre Tierra.
Aquello me causó un impacto inesperado, porque siempre doy las gracias a la Madre Tierra y busco contacto con Ella, puesto que hace algún tiempo ya que he comprendido que cuanto más profundas sean nuestras raíces en la Tierra más aumenta nuestra conexión con el Cielo. pero realmente no me acuerdo de pedirle nada a Ella. siempre me veo pidiendo al Gran Misterio como si fuese a la Divinidad. Lo entrego todo en manos del Padre del Cielo.
Bueno. pero por no comprender o no sentirlo todavía, había quedado en eso. lo comenté con algunas personas y no lo llevé adelante.
Muchos días transcurrieron hasta que, la semana pasada, llegué a una parte del libro en la cual el autor habla sobre cómo entrar en contacto con el Yo Superior.
Y dice que primero tenemos que entrar en contacto con el Yo Inferior. que es la Madre Tierra. y solo entonces. después de una conexión verdadera con la Madre Tierra será cuando Ella nos presente al Yo Superior. al Padre del Cielo. los dos que son también partes nuestras.
Leyendo la descripción del autor sobre lo que era de la Madre Tierra, comprendí cuán alejada estoy aún de ella, y de todo cuanto ella realmente representa.
Cuenta él cuánto valoran los indios esa conexión; que cuando quieren sustento lo piden a la Madre Tierra y que Ella de alguna forma indica el camino. y así muchas cosas que están relacionadas con Ella.
Si bien la Madre solo nos recibe si entramos en contacto con Ella con la pureza y la inocencia de un niño, con el corazón puro, amando y jugando con Ella.
Podemos intentarlo todo. pasarnos la vida meditando, pero ella solo nos recibe cuando ese contacto se verifica por la pureza del niño.
Es muy bonita toda la explicación que el autor da para eso y asimismo su declaración sobre su experiencia de cómo a través de ese contacto con la Madre Tierra llegó el contacto con el Yo Superior. y qué diferencia se ha marcado desde entonces.
Finalmente, cuando estés completamente en contacto con el yo inferior y con el yo superior, quedará claro que todo está vivo. Después de que esa percepción pasa a formar parte de tu vida, entonces todo será comunicación y todo tendrá un significado. El yo inferior y el yo superior pueden comunicarse contigo de las más diversas maneras, por la visión de los ángeles o como una voz que habla con lenguaje secreto en tu cabeza. Después de conectada, la Realidad entera se vuelve viva y plenamente consciente, y todo se comunica todo el tiempo. Drunvalo Melchizedek.
Solo sé que lo he creído. he sentido que realmente es así. Y ese mismo día empecé a dialogar con la Madre Tierra, dándole a Ella un nuevo valor. no sé explicarlo, pero he sentido que algo había cambiado dentro de mí en relación a la Madre Tierra.
Decidí hacer un dibujo suyo. de una mujer que la representase.
Estuve hasta tarde dibujando y. me fui a dormir con la sensación de un contacto ya más profundo.
Entendí que la Madre Tierra nos da tantas cosas y que nunca le damos el valor real que Ella tiene.
Dormí y soñé.
Soñé que estaba en la casa de tres mujeres negras. La madre, la hija y la nieta. Eran muy guapas y se parecían mucho. y yo estaba en su casa para hacer alguna cosa.
Notaba que ellas eran muy tranquilas, dormían cuando les apetecía y tomaban un té helado que se llamaba charama. Transmitían mucha paz. era como si aquella casa fuese un lugar de seguridad y acogimiento, muy sencillo. yo me sentía en casa con ellas allí. sin prisa por nada. sin tener que nada.
En dado momento miro hacia el frente de la casa y veo que allí hay un huerto con frutas increíbles, pero lo que más me llama la atención son las papayas enormes, maduras. que se mantienen a ras de suelo debido a su tamaño, ya que tienen alrededor de un metro y. veo asimismo muchos árboles con frutos rojos y maduros.
Y aquellos frutos son de todos, quien quiera puede tomarlos y comer.
Estoy perpleja ante aquella visión de hartura y pregunto a la abuela si puedo sacar una foto. A lo que ella me contesta indicando el lado izquierdo. todavía no has visto nada hija mía. Suena el teléfono y me despierta. Pero aquel día me sentí con mucha vitalidad y muy alegre.
Continué mi contacto con la Madre y tuve otro sueño al día siguiente.
En ese sueño descubro que he traído de la finca una tortuga en mi coche. y cuando la tomo en las manos veo que su casco estaba roto en algunos puntos cerca de la nuca. pero ya estaba siendo reparado por una especie de membrana. me viene el llanto y pido perdón a la Madre Tierra por todo cuanto le llevamos hecho. Las lágrimas van cayendo en el casco de la tortuga y éste poco a poco se va recomponiendo y poniéndose fuerte hasta que queda completamente curado. En las enseñanzas de los nativos americanos la tortuga es el símbolo más antiguo del planeta Tierra.
Despierto muy afectada por ese sueño y profundamente agradecida a la Madre Tierra que nos da tanto a cambio de tan poco.
He sentido mucho Amor hacia la Madre Tierra. la he sentido viva bajo mis pies. y me he visto viajando por sus tierras y mares. las aguas claras y la vida abundante. el aire puro. y he visto a todos viviendo en Armonía porque al fin hemos comprendido que esta es nuestra casa y que Ella es un Ser Vivo.
