Maestros que inspiran
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:26
por Tom Coelho
[email protected]
Traducción de Teresa
[email protected]
"Profesor no es el que enseña,
sino el que despierta en el alumno el deseo de aprender".
(Jean Piaget)
Mi pasión por la banda Supertramp, cuando aún era un chaval, me ha llevado a apreciar un instrumento musical en particular: el saxofón. Tanto que decidí comprar uno, aunque fuese usado, a partir de anuncios clasificados de un periódico, en un tiempo en que Internet aún estaba en mantillas en nuestro país.
Entonces, busqué un instructor y empecé a ir a clases periódicas con la expectativa de, un día, tocar "The Logical Song". Pero para alcanzar ese nivel, descubrí que tendría que aprender escalas musicales, además de leer partituras.
Pasaron meses y, frustrado, me descubrí absolutamente desprovisto de talento musical. Mirar un pentagrama con sus claves de sol, semibreves, corcheas, bemoles y sostenidos era un atestado de ignorancia plena. Era lo mismo que vislumbrar la fórmula del tolueno sin entender nada de química orgánica.
Resignado, en el auge de mi adolescencia, aparqué mi sueño. Y, desde entonces, el saxo ha pasado a ser un mero adorno. Aprovechando su belleza estética, lo he colgado en la pared del despacho y, más tarde, en la sala de estar de mi casa.
Pasadas casi dos décadas, en una de aquellas fases de la vida que resultan de una crisis existencial, experimenté mi "momento de la virada". Entre diversas deliberaciones, establecí como meta aprender a tocar aunque no fuese más que una canción con el instrumento.
Fue cuando conocí a Alexandre Pena, un joven profesor que, de tan enamorado de la música, desarrolló su propio método. Y él, con ponderación y tolerancia, me ha hecho comprender que yo podría no tener talento musical, pero tenía inteligencia musical suficiente para aprender a tocar el saxofón. Escala por escala, acorde por acorde, rompí el bloqueo mental que se había instalado y aprendí a apreciar la música y a estudiarla en mi rutina.
Dicen los diccionarios que profesor es aquel que profesa, ya sea una creencia o una religión. Y tú sólo puedes profesar algo en que crees, confías y sigues.
Shakespeare, a su vez, decía que "héroes son personas que han hecho lo que era necesario, apechugando con las consecuencias".
Cuando elegimos un gurú, y muchos profesores asumen ese papel, lo cierto es que estamos vislumbrando un héroe, que a lo largo de toda una trayectoria de errores y aciertos ha pavimentado una senda por la cual el aprendiz transita seguro y con comodidad.
El tiempo pasa y cada uno de nosotros también abre claros por entre el matorral. Y nos descubrimos igualmente como héroes, en especial cuando estamos dispuestos a apechugar con las consecuencias.
Como educadores, esta es nuestra mayor y quizá única misión: inspirar a nuestros alumnos. Ayudarles a descubrirse, a desarrollar sus múltiples inteligencias. Trabajar habilidades técnicas, pero también conductuales y de valoración. Proporcionarles la oportunidad de caminar por el suelo batido o asfaltado de terrenos abiertos y señalizados por el placer o por el dolor de nuestras experiencias.
Muchos quizá fueron alumnos que han capitulado en sus anhelos, expectativas y sueños por cuenta de malos maestros que, consciente o inconscientemente, regaron semillas con hiel o las sembraron en terreno estéril. Pero, afortunadamente, también están aquellos que han promovido el entusiasmo y han despertado vocaciones. Porque la vida de un profesor se prolonga en otras vidas.
