Mantén la fe y la mente abierta al éxito
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2015 12:15:54
por Bernardino Nilton Nascimento - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
La tolerancia, que está entre los más elevados atributos de la cultura y del arte, sólo se encuentra en las personas que mantienen su mente abierta a todos los asuntos, en todas las ocasiones. Y sólo el ser humano de mente abierta está preparado para sacar provecho personal a las mayores riquezas de la vida, el conocimiento y el éxito.
Cuando tu mente esté abierta a todos los asuntos, y absorba todo tipo de conocimientos y enseñanzas, irás camino de convertirte en maestro de ti mismo. Y aquel que se haga maestro de si puede convertirse en maestro de su destino, en capitán de su alma. Y es la más elevada forma de autodisciplina, donde vive e incide la expresión de la humildad del corazón; cuando llegamos a alcanzar o somos pillados de sorpresa por los atajos de nuestros sueños, vamos por el camino del éxito.
Cada uno de nosotros posee una riqueza, que consiste en comprender a las personas, reconocer que todas son básicamente semejantes, en la medida en que se han desarrollado a partir del mismo Creador, reconocer también que todas las personas tienen una fuente de inspiración y que no podemos condenarlas, pues esas mismas emociones forman parte de nuestras vidas: la emoción del amor; el placer del sexo; el deseo de bienes materiales; el placer de la libertad; el deseo de auto-expresión; el placer del conocimiento de la vida eterna; la emoción del enojo; el placer del perdón y de ser perdonado; la emoción del miedo; el placer de las victorias.
El ser humano que quiere comprender a los otros, debe, forzosamente, comprenderse a sí mismo. La capacidad de comprensión elimina muchas causas frecuentes de fricción entre las razas. Ese es el principal fundamento de toda amistad; es la base de la armonía y de la cooperación entre los seres humanos. Es el fundamento, de la mayor relevancia, en todo liderazgo que exija una cooperación amistosa. Yo diría que la libertad de los pensamientos, la comprensión total de las expresiones de cada uno, es una apertura importante para una comprensión entre Creador y criatura.
La seguridad económica no es necesariamente tener dinero. Se alcanza por los servicios prestados, pues un servicio provechoso puede convertirse en todas las formas de las necesidades humanas, con o sin empleo del dinero. Un empresario millonario tiene seguridad económica, no porque controle una gran fortuna, sino por otra razón mejor: proporciona empleos lucrativos a hombres y mujeres, proporciona evolución al ser humano que hace la evolución del planeta, y también a través de esos empleos produce bienes y servicios de gran valor, alcanzando a un gran número de personas.
Por eso no veo motivo para estar en contra de los empresarios, sino a favor. Hay un viejo refrán que dice: “trabajar para pobre es pedir limosna para dos”, entonces, debemos agradecer y trabajar para que el empresario se haga cada vez más rico, ya que cuanto más rico, mayor necesidad tendrá de mantener el empleo, y mayor la oportunidad de que ganemos más. No obstante, también debemos hacer de esa ganancia una distribución que venga a suplir nuestras necesidades y a alcanzar el mayor número de personas necesitadas; cuanto mayor ese número, mayores serán sus ganancias. Cuando transformes el dinero en energía, cuanto mayor la distribución, mayor poder de distribución e igualmente más crecimiento de su fuente. También puedes emprender tu propio negocio, porque todo lo que fue creado y trabajado, no es más que el inicio de un proceso donde el progreso es infinito.
Cuando estamos preparados para recibir una cosa, ésta aparece inevitablemente.
Esto no significa que las cosas de que podemos estar necesitados vayan a aparecer sin una causa, pues hay gran diferencia entre nuestras necesidades y nuestro estado de equilibrio y fuerza de voluntad. No hacer esta distinción es perder los más importantes beneficios que podrían surgir diariamente en nuestras vidas.
Por tanto, sé paciente y déjate conducir a este estado de equilibrio y pon toda tu fe, para recibir humildemente tus sueños, tus deseos y tu éxito.
La ley eterna de la compensación garantiza que ningún servicio provechoso quedará sin recibir su justa recompensa; puede venir de donde menos se espera, pero vendrá con toda seguridad, ya que forma parte de la constitución divina.
Permanece atento, porque alguien, visible o invisible, está tratando de ayudarte, y tienes que estar enfocado, equilibrado y con toda tu fe. Crea algo para enfocar tu confianza, un mantra, una imagen, una música, un objeto o un objetivo e incluso algo que nadie ha visto nunca, fruto de tu imaginación, pero que te traiga confianza para alcanzar tus sueños, esto puede costar algún sacrificio, pero al final, será recordado como batalla vencida. Todo esto va a protegerte contra el miedo, la envida, la mezquindad, la duda, la indecisión y contra el aplazamiento de la solución. Ellos van a inspirarte para que pongas en marcha tu iniciativa personal, tu imaginación activa, manteniéndote definido y confiado para asegurarte el triunfo.
Esos ingredientes servirán de verdaderos acondicionadores de tu mente; constructores de los pensamientos positivos y libres, para las ideas y actitudes merecedoras de las victorias y consiguientemente, del éxito.
Sin embargo, en la mayoría de las personas aparece, de la nada, un pensamiento indeseado cuyo nombre es “miedo”.
Miedo a la pobreza, miedo a las críticas, miedo a la enfermedad, miedo a la falta de amor, miedo a la pérdida, miedo a la vejez y miedo a la muerte. La mejor forma de alcanzar el éxito es la esperanza de realización de un deseo todavía no concretizado. Pobre es ciertamente aquel que se juzga incapaz de mirar el futuro con la esperanza de llegar a ser la persona que quisiera, o de alcanzar el objetivo que no ha podido lograr en el pasado.
La fe es el eslabón de la mente consciente, el gran reservatorio universal de la capacidad infinita. La fe es el suelo fértil del jardín de la voluntad, donde pueden florecer todas las riquezas de la vida. Es el elixir eterno, que confiere un poder creativo a los impulsos de los pensamientos.
La fe es la base de los llamados “milagros” y de muchos misterios que no podemos explicar por la lógica o por la ciencia.
La fe es una sustancia química espiritual que, cuando mezclada con la oración del corazón, provoca la unión directa e inmediata del ser humano al universo divino.
BNN