¡Me siento excluida!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 28/12/2011 11:09:54
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Con la sensación manifestada en un desahogo durante la primera sesión de psicoterapia interdimensional, Cristina revela la angustia que la atormenta desde los primeros años de su infancia.
Sintomática desde el punto de vista psicoanalítico, y significativa bajo el prisma de la regresión de memoria a vidas pasadas, su sensación sintetiza una infancia reprimida por haber sido una niña diferente, despierta, cuestionadora. Todo lo contrario a sus padres y hermanos, que se acomodaron en una línea conductual de características conservadoras y conformistas.
Por el hecho de haber sido sistemáticamente podada, en familia y en la escuela, Cristina se convirtió en una adolescente retraída, traumatizada y temerosa de exponerse en público. Aunque sin perder su sed de conocimiento, lo cual la mantenía enfocada en sus objetivos de vida.
Pese a ello, con el paso de los años su angustia de sentirse excluida socialmente empezó a afectar a su relación con los demás y consigo misma. Como consecuencia, surgieron los primeros brotes depresivos, acompañados de la sensación de aislamiento y abandono.
Según las informaciones que emergieron de su inconsciente durante las sesiones de psicoterapia de orientación psicoanalítica, podríamos atribuir su sufrimiento psíquico al resultado del acoso padecido en la infancia, y encaminar el tratamiento en tal sentido y con esa lógica. Sin embargo, un detalle destacó de los demás en la asociación libre: el hecho de sentirse Cristina excluida desde los primeros años de su vida. Lo cual era indicativo de que subsistía, en los recónditos de su inconsciente, la sintonía del remoto pasado.
Por tanto, en la secuencia del proceso terapéutico, se encaminó la regresión de memoria hacia el objetivo de buscar informaciones que estableciesen la conexión presente-pasado. En esa experiencia, Cristina accede a una vivencia en la cual había experimentado la misma angustia actual, o sea, la sensación de exclusión social.
Confinada en una cueva, por estar considerada (era un hombre) como una amenaza para los habitantes de la pequeña aldea, Cristina se siente extremadamente solitaria y percibe que se encuentra en aquel lugar por haber consumado agresiones físicas contra otras personas. Condenada a vivir en reclusión, tiene permiso para salir de la cueva únicamente para saciar su sed en una fuente y para atender a sus necesidades fisiológicas y de higiene personal. Ni pensar en la huida, ya que además de estar vigilada, la aldea estaba circundada por una selva densa e impenetrable.
Reclusa de la vida social y alimentando un sentimiento de rechazo, los años fueron pasando y debilitando su cuerpo y su mente, hasta desencarnar en la caverna donde había pasado la mayor parte de su vida.
En la continuación de la experiencia regresiva, Cristina se percibe como un hombre que trabaja como viajante, o sea, es representante de una empresa y viaja para establecer contactos con otras personas. Se siente feliz con la vida que lleva, aunque no haya constituido familia. Termina su trayectoria física como jubilado viviendo entre pescadores en una alejada aldea costera.
En la tercera vivencia, Cristina se percibe viviendo en medio de la naturaleza. Era bióloga, integrante de un equipo dedicado a pesquisas en una gran extensión de tierras todavía salvajes. Pese a gustarle lo que hacía, se sentía muy solitaria y con este sentimiento pasó el resto de su vida. No se casó y no tuvo hijos.
COMENTARIO
El principal objetivo de la regresión de memoria dentro del proceso terapéutico es buscar, en vivencias pretéritas, ciertas informaciones como rasgos de personalidad o de carácter que sintonicen con el momento actual de la persona, y trabajar en sentido terapéutico, a fin de que ésta elabore las interpretaciones de la experiencia regresiva.
Otro objetivo de similar importancia es el incremento de calidad a nivel del auto-conocimiento. Principalmente cuando el contenido de la experiencia regresiva pasa por el proceso de elaboración y comprensión del momento vital.
Las sensaciones o sentimientos más intensos, por lo regular, tienen su origen en otras vidas. Por este motivo, es fundamental la regresión más allá de la memoria cerebral, porque es en la memoria extra-cerebral donde se encuentran los registros más antiguos del individuo dotado de inteligencia y libre albedrío. Cuando la investigación terapéutica es limitada, el resultado es parcial e incompleto.
En el caso presentado, a partir de las informaciones recogidas en las sesiones de psicoterapia, fuimos en busca de más datos por medio de la regresión de memoria extra-cerebral. Y el pasado de Cristina nos proporcionó respuestas que se encajaron como piezas en un rompecabezas de componentes psicoespirituales. En la primera vivencia Cristina accede al origen de la sintonía que la acompaña desde la infancia, o sea, la sensación de exclusión social. Aquella vivencia había “calado hondamente” en su inconsciente hasta el punto de repercutir en la vida presente en forma de sentimiento de rechazo. Las dos últimas vivencias revelan a una Cristina más saludable, centrada, que interactúa mejor con el mundo a su alrededor, aunque la última vivencia en la que era una bióloga muestra nuevamente su rasgo de tendencia depresiva, solitaria y antisocial.
Al evaluar la experiencia regresiva de Cristina, verificamos que fue enriquecedora, tanto para el proceso terapéutico como para su auto-conocimiento. Y cuando estos factores se suman, tiene origen lo que la psicoterapia interdimensional denomina “asociación ideal”, es decir, un proceso de elaboración que, por lo regular, conduce a la persona a la auto-curación de su desequilibrio emocional.
Observación: el verdadero nombre de la interesada ha sido preservado.