Mediumnidad de Incorporación o Psicofonía
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 18/12/2013 09:11:32
por Nadya Prem
Traducción de Teresa - [email protected]
La mediumnidad, como sabemos, es un sentido común a todos los seres humanos. Al ser multidimensionales, intermediamos entre las dimensiones.
No obstante, algunas personas tienen cierta mediumnidad, que les confiere una capacidad de comunicación con los espíritus, diferenciada de la gran mayoría.
No vamos a analizar, en este momento, cuáles son las causas que han proporcionado esa condición especial. En general, el médium ya nace con el aparataje propio para ese tipo de mediumnidad.
La mediumnidad de incorporación o psicofonía es una categoría mediúmnica que se caracteriza por la transmisión oral de la comunicación del espíritu desencarnado.
La incorporación también es conocida como psicofonía, por producir una alteración en el chakra laríngeo que habilita al espíritu para hablar a través de las cuerdas vocales del médium. Toda incorporación viene acompañada de la psicofonía.
El fenómeno es bastante interesante y aparte de la actuación en el laríngeo, el espíritu puede adquirir cierta libertad de movimientos, dependiendo del médium, y de ahí el apelativo de incorporación.
El espíritu, en su aproximación al médium, produce una alteración en el sistema endocrino y en los chakras de éste, por donde actúa e interfiere en la organización mediúmnica.
El médium posee en sus chakras un movimiento mayor de captación en el sentido anti-horario, por eso es tan receptivo.
El síntoma típico de la psicofonía es una sensación de nudo en la garganta, una presión. A menudo, durante el estado de sueño, el médium suele hablar mientras sueña.
En la incorporación los síntomas varían según el espíritu comunicante. Las manos se ponen extremadamente heladas con el acercamiento del espíritu, se siente frío y también existe una sensación de pérdida de consciencia. A medida que el espíritu se comunica y, cuando es un sufridor, la sensación de malestar continúa hasta que el espíritu se va. El médium puede sentir su dolor, su sufrimiento y su energía pesada.
En el caso de un espíritu iluminado y evolucionado, la sensación de frío que se produce con su aproximación va siendo poco a poco sustituida, durante su contacto, por un bienestar incomparable. El cuerpo se entibia, el chakra cardíaco Anahata es tomado por un calor que se difunde. Se siente crecer y expandirse el cuerpo energético. Las mejillas parecen quemar de tan calientes. Es una sensación de éxtasis, de conexión con las esferas superiores sintonizadas con el amor incondicional.
Al comienzo, normalmente, el médium se ve asediado por las energías de los espíritus de baja frecuencia, que con más facilidad provocan su despertar mediúmnico. Las facultades medianímicas, cuando todavía no han madurado, provocan una serie de trastornos psicológicos y físicos.
Mientras no están bien canalizadas, las energías captadas quedan estancadas en el cuerpo energético provocando desequilibrios de todo orden.
Entre los trastornos psicológicos más comunes, podemos citar el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el síndrome del pánico.
Son muy corrientes las alteraciones hormonales, resultantes del desequilibrio en la actividad de los chakras, que acogen las energías circundantes sin el menor dominio del médium.
Los médiums de prueba, como son llamados aquellos que nacen con una constitución física y energética apropiada para el intercambio, necesitan educar sus dones mediante el estudio, la práctica y el autoconocimiento.
De nada sirve la mediumnidad si no se la utiliza para fines benéficos y evolutivos, tanto para el médium como para tantos a quienes él pueda auxiliar.
La maduración mediúmnica se producirá con el tiempo. Es necesario adquirir la seguridad y el dominio sobre la mediumnidad por medio del entrenamiento y principalmente del desarrollo asistido.
Siempre será exigido un cambio de conducta, tanto en la alimentación, como en el estilo de vida y en la transformación interior, aparte de seguimiento terapéutico y espiritual.
El médium ostensivo necesita de alguien, un terapeuta que ya haya vivenciado esa trayectoria, un maestro que tenga ese conocimiento y pueda aconsejar, encaminarlo y ampararlo en sus dudas y cuestiones.
A través de la mediumnidad de incorporación y psicofonía, los espíritus sufridores que están aferrados a la materia y al orbe planetario pueden ser auxiliados y tienen la oportunidad de ser conducidos a los puestos de socorro diseminados por el umbral astral.
El espíritu que está aún muy ligado a la materia física no consigue ver por entre la niebla perturbadora a que está vinculado por sus sentimientos negativos y su apego a la vida que dejó.
Con el impacto anímico que se produce a causa de la incorporación, el espíritu sufridor consigue manifestarse, como en una catarsis, obtener una percepción de la luz y escuchar las palabras del terapeuta espiritual, también llamado adoctrinador, en el Espiritismo.
El terapeuta espiritual es alguien que tenga como capacitación la sabiduría de influenciar positivamente a ese espíritu que sufre, por medio de su bondad, amor, seguridad y madurez espiritual.
El médium desarrollará y madurará su talento, como en una escuela, para ser un instrumento de auxilio a las dos dimensiones, física y espiritual, y también para su propia evolución. A través de él, los espíritus encarnados y desencarnados podrán conectarse de forma más efectiva.
En tiempos de transformaciones constantes, los médiums ostensivos de la actualidad tienen como tarea la de auxiliar la apertura de portales de luz y de socorro espiritual, trabajando en pequeños grupos esparcidos por el planeta.
La transreligiosidad viene a sustituir los conceptos limitantes del dogmatismo religioso, abriendo campo a nuevos rumbos para el intercambio espiritual.
Queridos hermanos:
Miremos a los médiums como semillas que, esparcidas sobre la tierra, crecen y se desarrollan con la tarea de producir los frutos que colaborarán en el despertar de la humanidad. Aportar al conocimiento humano su condición eterna y la esencia divina que lo habita, el despertar de la conciencia multidimensional y de la espiritualidad sin fronteras.
¡Ánimo, médiums! Manteneos firmes y no os dejéis abatir ya en la primera dificultad. En la batalla entre el bien y el mal, el enfrentamiento es indispensable. Las herramientas serán la firmeza de pensamientos y actitudes en el bien, siempre cautivados por el amor que transforma los corazones.
Nadya Prem
Om Shan