Mediumnidad Reflejo y Trastornos Psicológicos
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 13/01/2022 14:16:52
por Nadya Prem - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
(.) Las criaturas denominadas ecos del mundo son aquellas que están en la Tierra a merced de todo lo que las rodea. Están envueltas, inconscientemente, por cosas, personas, situaciones y acontecimientos, como hojas perdidas al viento en la inmensidad de una llanura. Desconocen las raíces de sus reacciones emocionales e ignoran las energías que llegan a su campo sensorio (.)
La Inmensidad de los Sentidos - Francisco do Espírito Santo dictado por Hammed
La mediumnidad tiene como característica básica la sensibilidad aguzada para captar energías circundantes provenientes de las dimensiones sutiles, tanto de espíritus encarnados como desencarnados, de ambientes y de objetos.
El médium es un canalizador y, como tal, puede recibir las más diversas emociones y diferentes pensamientos, plasmados en el océano energético que compone el mundo sutil. Recordemos que todos somos médiums en grados variados.
El espíritu encarnado recibe las emanaciones fluídicas de los planos energético y astral, por medio de sus chakras, vórtices psicoenergéticos que constituyen la parafisiología del ser multidimensional.
Los trastornos psicológicos tienen una relación íntima con la desarmonía mediúmnica, cuando evaluados desde el punto de vista transpersonal.
La conexión entre las dimensiones sigue la ley de la sintonía. Las personas que viven tan sólo en el ego tienen cierta tendencia a desajustes psíquicos y emocionales, debido a su comportamiento adverso a la comunión con la espiritualidad y con la naturaleza.
En la Medicina Tradicional China aprendemos que el hombre debe procurar estar en armonía con las energías telúricas y celestiales para que haya equilibrio y salud integral. El ch'i (energía) fluye de forma correcta y equilibrada cuando admitimos nuestra interacción con el Todo y practicamos el Tao.
El espíritu que no reconoce la interacción constante entre todas las cosas, en sus relaciones con la vida y con los demás, probablemente tiene su campo abierto a todo tipo de energías. Está descuidado y con las puertas abiertas, porque no comprende que no es una isla, como creen algunos.
El separatismo que el ego impone provoca la deficiencia de los sistemas físico y energético, altera el metabolismo y su inmunidad, entre otras consecuencias, pues el sistema endocrino está asociado a los plexos nerviosos y los chakras. El espíritu recibe las emanaciones sutiles por medio de los chakras y el cuerpo físico se resiente de las energías deletéreas.
En el campo psíquico, el individualismo exacerbado convierte la mediumnidad en un campo abierto y sin dueño frente a las energías circundantes, en especial las más densas, que con mayor facilidad se adentran en su psiquismo. El médium pasa a compartir pensamientos y emociones ajenas y enfermizas que, poco a poco, se adueñan de su aparataje mental y mediúmnico. Su comportamiento pasa a estar dominado por un enmarañado de estímulos que parecen enloquecerlo, pues desconoce su potencial mediúmnico y no tiene cómo tomar posesión de sí mismo.
Son interferencias que el espíritu encarnado sufre, por no estar consciente de su mediumnidad, y que minan su capacidad de autocontrol.
La interrelación entre médium y psiquismo es una vía de doble sentido, visto que la predisposición psíquica para el desequilibrio va a determinar el grado de desorden mediúmnico. En vidas pasadas encontramos las causas de la predisposición citada.
Espíritus que viven desde hace milenios, vida tras vida, en el egoísmo, los vicios, la ilusión de la materia, despreciando la oportunidad de las reencarnaciones, traen el cuerpo emocional y mental desarmonizado. Acumulando en su periespíritu energías deletéreas que son expurgadas en su vida actual, como una bendición, el espíritu es incentivado a modificar su patrón vibratorio para restaurar su aura "enferma".
Esa condición la he denominado Mediumnidad Reflejo. Sin autoridad sobre sí mismo, el médium se torna un reflejo de todas las energías que incorpora y que le causan trastornos psicológicos de toda clase.
Incorporar a sí mismo lo libertará de la Mediumnidad Reflejo. El médium, por medio de la autoconsciencia, adquirirá los recursos necesarios para salir de esa situación de desequilibrio.
Sabemos que hay infinidad de grados mediúmnicos que difieren según la evolución del espíritu y su estado vibratorio.
Un médium ostensivo y de probación, o sea, con mediumnidad de alto grado, debido a la mala conducta en vidas anteriores, que posee un aparataje físico y parafisiológico diferenciado de la gran mayoría, está mucho más sometido a influencias energéticas. En ese caso podemos encontrar una cantidad enorme de personas diagnosticadas de trastornos psicológicos agravados por la falta de comprender la verdadera causa, que está mucho más atraillada a su multidimensionalidad desajustada.
Todos estamos sometidos a la ley de causa y efecto, y no hay cómo apaciguarse con el Todo sin apaciguarse con uno mismo.
El proceso de sanación del ser integral se realiza por una vivencia consciente. La autoconsciencia implica reconocer nuestro estado de espíritu actual, con sinceridad, sin ocultar las imperfecciones o sombras que todavía nos mueven, aunque secretamente. Es un camino de autoconocimiento, por el cual admitimos nuestra dualidad.
Hemos de asumir humildemente nuestra condición de meros aprendices, sin pretensión alguna. Y vivir aquí y ahora, simplemente, totalmente, profundamente.
En el presente nos descubrimos a nosotros mismos y nuestra mediumnidad se aflora como loto del pantano.
Cuando el hombre llegue a asumir su esencia espiritual y su conexión con la naturaleza, podrá despertar para la visión transpersonal. Sentirse una isla proviene del hecho de que su visión es limitada. Expandir la consciencia es lo mismo que contemplar nuestro planeta desde lejos, desde una nave estelar. Entonces el hombre verá que la isla forma parte de un Todo.
¡Sé Amor!
