MEDIUMNIDAD, SEXO, VIDA SOCIAL, PROFESIONAL y FAMILIAR
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 02/09/2015 10:23:03
por Maísa Intelisano - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Sexo es energía, es vida, es salud. Forma parte de nuestra fase evolutiva y debe ser encarado con naturalidad. Como todo en la vida, debe ser pensado, usado, practicado y apreciado con equilibrio y buen sentido.
El sexo sano, hecho con amor y placer, con alguien a quien amamos, tenemos respeto, afinidad y una relación estable y sana, es extremadamente beneficioso y ayuda a equilibrio psíquico y energético del médium.
Si se hace en demasía, podrá desgastar a la persona física, mental y energéticamente, por el esfuerzo de todo el complejo energético implicado en la búsqueda del orgasmo.
Si se practica menos de lo necesario, por la razón que fuere, también podrá sobrecargar a la persona, por la acumulación de energías muy vivas y activas en el cuerpo físico y en el complejo espiritual, pudiendo originar bloqueos y desequilibrios que también van a afectar a la persona en su todo.
En el acto sexual, las dos personas implicadas entran en profunda conexión energética y comunión espiritual, e intercambian no sólo fluidos corporales, sino además fluidos espirituales, indispensables para el bienestar psicológico, emocional y físico de cualquier ser humano.
La abstinencia de sexo la víspera del trabajo mediúmnico sólo tendrá sentido si el médium se encuentra realmente bien con ello, sin sentirse contrariado por un eventual “sacrificio”. De nada sirve que el médium se abstenga del sexo la víspera o incluso el día del trabajo si llega a la reunión completamente desequilibrado por una acumulación de energías sexuales, que le restarán concentración e interferirán en su sensibilidad mediúmnica y energética. Mejor sería que practicase sexo con equilibrio y fuese a la reunión satisfecho, feliz y equilibrado.
Siendo así, que el propio médium aprenda a encarar su sexualidad con naturalidad y equilibrio, dosificando su necesidad de sexo y tratando de practicarlo de forma equilibrada, sana y elevada, eliminando prejuicios y tabúes que nada aportan.
Debemos recordar que el sexo también es creación de Dios y, por tanto, también es sagrado, elevado, necesario, positivo, siempre que, como en todo, pueda ser visto con buen sentido y discernimiento.
Vida social, profesional y familiares
Ramatis, en el libro "Mediumnismo," también psicografiado por Hercílio Maes, nos dice que “considerando que la facultad mediúmnica de prueba o de obligación es siempre el añadido que lo Alto concede al espíritu endeudado para lograr su rehabilitación espiritual, en hipótesis alguna debe ser ésta negociada o vilipendiada. Es el servicio de confianza que el médium presta en favor ajeno sin dejar de cumplir todas sus obligaciones para con la familia, la sociedad y los poderes públicos. Los mentores siderales no le exigen el sacrificio económico de la familia, la negligencia educativa de la prole, el descuido con las necesidades justas de la parentela, para atender indiscriminadamente sólo al ejercicio de su facultad.
“Cada médium, como espíritu en evolución, conduce su propio fardo kármico, originado en el pretérito delictuoso, el cual también le determina las obligaciones en común en el hogar, donde víctimas y verdugos, amigos y adversarios de ayer emprenden el curso de acercamiento espiritual definitivo. Así es que, en última hipótesis, ha de prevalecer sobre el servicio mediúmnico el cumplimiento exacto de las determinaciones kármicas que dieron origen a su existencia en la materia”.
Ramatis deja bien claro, por tanto, que nuestra misión aquí es crecer y mejorar ESPIRITUALMENTE, y por eso nuestro compromiso más importante es con lo que nos llevó a buscar esta encarnación, más que con la mediumnidad, dando a entender que la mediumnidad sólo nos es dada DESPUÉS de que ya hemos decidido reencarnar y ya tenemos listos los planes para la reencarnación. Ella es realmente un AÑADIDO de servicios, algo que es ACRECENTADO a nuestro proyecto original de vida, para “APROVECHAR el viaje”. Siendo así, no debe nunca estar por encima de nuestros compromisos como encarnados, ya sean personales, familiares, sociales o profesionales, los cuales son importantes para el cumplimiento satisfactorio de todo cuando nos hemos comprometido a realizar espiritualmente, para nosotros mismos, durante la encarnación.
Tampoco debe estar por debajo de cualquier compromiso material. La mediumnidad debe ser considerada siempre como UNA de las partes, UNA de las actividades del médium en su vida como encarnado. Es preciso recordar que antes que médium, él es un espíritu, y que para ser médium en la Tierra, ha necesitado reencarnar, o sea, tomar un cuerpo material con todas sus implicaciones.
La mediumnidad debe estar lado a lado en las actividades sanas y justas del médium, para que el propio médium no venga a desequilibrarse física o psíquicamente, perdiendo el contacto con la realidad material de su condición de encarnado.