¡Mega-crisis, pero de valores!
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 22/10/2011 10:24:51
por Flávio Bastos - [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
El materialismo está en crisis. Actualmente, a excepción de China y de la India, naciones consideradas emergentes, los demás países, principalmente los de modelo capitalista del bloque occidental, pasan por una crisis social de valores ético-morales cuya situación se agrava con la desestructuración del modelo económico norteamericano que empieza a afectar a la economía de todas las naciones.
Con la saturación de los modelos económicos tradicionales que de una u otra forma han afectado y siguen afectando a la calidad de vida de los ciudadanos del planeta Tierra, el hombre empieza a contemplar su existencia desde una perspectiva menos materialista. Y la búsqueda de valores trascendentales, que colmen el vacío ético-moral dejado por el modelo consumista-materialista, representa en los días actuales la mayor motivación para el ciudadano en la búsqueda de la espiritualidad en su vida.
La humanidad, por tanto, llega a su límite en relación a antiguos patrones político-económicos y, partiendo de esa constatación, empieza a buscar valores que trasciendan su propia experiencia, que ha sido frustrante en lo que atañe a la posibilidad de desarrollo del potencial inherente a cada uno de nosotros.
Valores materialistas, dicho sea de paso, que han condicionado a generaciones de humanos, al propiciar en sus mentes verdaderos “lavados de cerebro”, a fin de que supervalorasen lo superfluo en detrimento de lo profundo. El resultado de ese proceso que afortunadamente empieza a dar señales de agotamiento, comienza a manifestarse a medida que el instinto de conservación del hombre indica la necesidad de buscar alternativas de supervivencia frente a la crisis actual, que no se verifica únicamente en el ámbito de la economía y la política, toda vez que esos símbolos representan la “locomotora” de la decadencia de valores todavía arraigados en la conciencia humana.
El espiritualismo, a partir del tercer milenio, surge como alternativa en la cual el individuo pueda hallar valores para equilibrar su experiencia en la materia. Valores que se habían subestimado y descuidado debido a cierto estado de cosas, pero que ahora pasan a tener la importancia que el ser humano necesita para sentirse más libre y leve en su trayectoria terrena.
Hemos llegado a la derrocada de un modelo económico, a la conclusión de que el fardo de la materia ya se hacía muy pesado y que es momento de que la humanidad busque alternativas que puedan conciliar de forma más humana, ética y justa para todas las naciones, un nuevo modelo económico que contemple la transparencia de valores más verdaderos en la relación del hombre-materia con el hombre-espíritu.
Con la aparición de la mega-crisis económica, ha llegado el momento de que el hombre “caiga en sí” y proyecte para el futuro, con base en las iniciativas del presente, una realidad mundial menos densa, pesada, conflictiva y sufrida. Sin embargo, para que esto suceda, los intereses deben ser comunes a todas las naciones, y la riqueza obtenida por los lucros del nuevo modelo económico mundial, lo mismo que hacía Cristo con el pan, ha de ser repartida entre todos los pueblos. Solo así llegaremos al equilibrio entre valores materiales y espirituales. Solo así progresaremos como individuo, nación y humanidad.
“¿Tenéis algo que decir a vuestros semejantes? Ellos os escuchan. Pero ante todo, nunca pidáis ser escuchados. Y mucho menos que os llamen “maestros”. Sembrad y esto ya será bastante. No procuréis cosechar. La cosecha quizá no sea vuestra. Sol y lluvia, únicamente, son lo decisivo para las germinaciones futuras”. (Krishnamurti)
Flávio Bastos
Psicoanalista Clínico e Interdimensional