Miedo a Morir
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 23/04/2013 11:42:15
Traducción de Teresa - [email protected]
Es difícil en extremo entrar en contacto con la brevedad de la vida, tomar conciencia. Es duro saber que todo aquí está de paso y lo peor y más terrible, no tener ninguna referencia concreta de la existencia de un universo tangible más allá.
Tan sólo aquellos que pasan por la cada vez más conocida EMC, o sea experiencia de muerte cercana, los cuales vuelven totalmente transformados y redimensionados en lo existencial. Aquellos que pasan por experiencias fuera del cuerpo también declaran la no muerte tal como la concebimos. Aun así, ese tipo de experiencia es siempre muy individual y por más que se quiera compartir es más que normal que haya dudas e incredulidades al respecto.
Desde los primordios, hay quien diga que todo lo que se vive no es más que un sueño, hay quien diga también que coexistimos en múltiples realidades e incluso que pasado, presente y futuro están en la misma línea temporal. Es muy posible que todo eso sea verdad, pero por otra parte, puede ser observado como una gran locura, ¿no es cierto?
Otros dicen que en las religiones es donde están contenidas las grandes verdades y hay quien denuncie que también eso es locura, ficción, mitología.
Las experiencias concretas, no obstante, son diametralmente diferentes del creer en algo, muy diferentes de la fe o de cualquier sentido racional que cualquier buena explicación intente encaminar.
Nuestra gran cuestión, sin embargo, se perpetúa… ¿Y la muerte? ¿Qué será de todos nosotros? ¿Por qué será que todo aquí se siente de modo tan intenso como si la vida nunca fuese a tener un fin? ¿Qué información es esa que aparece y que la mayoría de nosotros considera verdad subliminal? Y ¿por qué será que muchos sufren de pánico al entrar en contacto con cuestiones sobre la finitud de la vida y por consecuencia, de sí mismo?
Este artículo es cuestionador, aunque con el propósito de revelar nuestra situación existencial.
Varios autores escriben y describen sobre el proceso de la muerte y del morir.
Hay una extensa pesquisa con pacientes terminales y sobre cómo van quedando sus estados de conciencia hasta el momento de la muerte propiamente dicha. El penúltimo libro que leí y que fue un verdadero poema, fue el del Dr. David Servan-Schreiber, fallecido en junio del año pasado, ‘Podemos decir adiós más de una vez’, pero incluso éste no fue suficiente para elucidar y calmar el tema de los que aún están aquí. Recientemente, el también excelente libro ‘Proof of Heaven’, o sea, prueba del paraíso, escrito por Eben Alexander, neurólogo de los E.U.A., revelaba su experiencia de casi muerte incluyendo toda su aventura más allá del cuerpo, que duró una semana mientras que su organismo luchaba contra una bacteria aparentemente fatal que estaba dañando su cerebro, causándole inicialmente una especie de meningitis…
Son todos relatos personales, interesantísimos, pero según la visión de muchos, especulativos. Las religiones, a su vez, nos cuentan sus verdades por historias ocurridas hace largo tiempo, cuando ninguno de nosotros era vivo.
Todos estamos en el mismo barco intentando existir de la mejor manera posible para poder al final, que puede ser a cualquier momento, salir de aquí con algo impreso que diga: ha valido la pena. Una especie de diploma, quizá.
Ese es el recado. Tu presente es donde estás ahora. Toda tu memoria y proyecciones para el futuro pueden y deben estar presentes también, pero sólo eso. Jamás consientas permanecer en situaciones donde el pasado y el futuro te están hurtando de ti mismo, de tu aquí, de tu eternidad en este presente que es el existir. Mira: ahora mismo yo aquí escribiendo y tú ahora mismo estás leyendo esto. ¿Existe el tiempo tal como nos ha sido enseñado? Lo sagrado es mi presente y el tuyo aquí en este artículo, ¡ahora! ¡Y eso es todo! Divertido, interesante, y lo mejor, ¡lleno de vida!
Fíjate que todo momento en que tienes miedo a la muerte, es el lugar donde tú efectivamente no estás viviendo. En el momento en que te ves acometido por ese sentimiento, pensamiento y percepción, cambia el foco solamente, ve a beber agua, percibe tu respiración, estate en ti. Diviértete por el simple hecho de existir. Disfruta.
La pregunta final y comienzo de todo es: ¿Por dónde has venido dejando resbalar tu presente ininterrumpido?
