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Misterios Femeninos III

por WebMaster em STUM WORLD
Atualizado em 01/04/2015 09:14:07


por Marisa Petcov - [email protected]

Traducción de Teresa - [email protected]

LOS MISTERIOS DE LA SANGRE

En el libro Sacre Pleasure – Sex, Myth and Politics of the Body (Harper Collins, 1995), Riane Eisler nos relata que los pigmeos Bambuti, de los bosques del Congo, se refieren a la menstruación como “ser bendecida por la Luna”. No hay, en aquella cultura, nada de aparentemente negativo asociado al período de la menstruación.
La primera sangre menstrual se celebra con una fiesta llamada “elima”, que envuelve a toda la aldea. Después de la primera menstruación, ser nuevamente bendecida por la luna en el futuro es simplemente mirado como parte natural de la vida de la mujer, y no hay ninguna celebración posterior asociada a ello. No hay tabúes ligados al período menstrual y eso, quizá, represente bien la antigua mentalidad no-judeocristiana.

El flujo de sangre y su cese están ambos íntimamente ligados a los Misterios Femeninos. Menstruación, embarazo, parto y menopausia son aspectos del ciclo vital de todas las mujeres. La sangre, o su ausencia, señala naturalmente las fases de transformación de una mujer, desde la ruptura del himen, a la sangre del parto, al final de los sangrados en la menopausia. En tiempos remotos, el modo en cómo una mujer llevaba su guirnalda era un signo externo de cuál fase de su vida había alcanzado.
En Blood Relations – Menstruation and the Origins of Culture, Knight nos cuenta que los primitivos humanos que habitaban los bosques, dormían en la copa de los árboles bajo el cielo nocturno. Los ciclos de luz de la luna apropiadamente influenciaban los ciclos menstruales. Los estudios de Knight indican que en la mayoría de las mujeres, el ciclo menstrual comienza durante la luna nueva y ellas ovulan en torno a la luna llena. Luisa Francia, en su libro Dragon Time – Magic and Mystery of Menstruation (Ash Tree, 1991), también afirma que las mujeres que viven y duermen al aire libre (lejos de las luces artificiales) están sintonizadas con ese ciclo.

Knight presenta algunos interesantes descubrimientos de la biología femenina. Un estudio sobre la duración de 270.000 ciclos de mujeres, representando todas las edades de la vida reproductiva, ha revelado lo siguiente: el mayor porcentaje simple de las mujeres del estudio, menstruaron durante la luna nueva. El segundo porcentaje más alto, menstruó durante la luna creciente y sólo un 11'5% menstruó durante la luna llena. Esa encuesta también indica que la mayoría de las mujeres presentaron un ciclo menstrual de 29,5 días. Ese ciclo se reveló también como el más fértil. El estudio aportó además el descubrimiento de que las mujeres heterosexuales que practicaban sexo con regularidad semanal, tenían un ciclo más íntimamente ligado al ciclo de la luna que las mujeres cuya vida sexual era de naturaleza esporádica o célibe. El estudio también indicó que las feromonas masculinas pueden estar implicadas en la alineación del ciclo menstrual al llamado ciclo “normal” que se inicia con la luna nueva.

En los Misterios Femeninos, vemos que la sangre menstrual era más que el indicador del ciclo de fertilidad de una mujer. La vagina era tenida como portal mágico a través del cual la vida surgía en una misteriosa fuente interna. En la religión matrifocal era un portal, tanto para la regeneración física como para la transformación espiritual. Las mujeres están más sintonizadas con su naturaleza psíquica durante la menstruación. Toda vez que el flujo de sangre menstrual tiende a absorber energía, las mujeres están más aptas para curar a otros durante ese período. Así, las mujeres en menstruación pueden absorber la energía de otros y bajarla a tierra a través de su propio sangrado físico. Una vez arrojada la sangre a la tierra, la energía queda neutralizada y la sanación puede empezar en la persona enferma.
La sangre menstrual también se utilizaba para fertilizar las simientes para la siembra, transmitiéndoles la esencia de la vida. Los campos eran a veces rociados con una mezcla de agua y sangre menstrual para estimular el crecimiento. Las simientes y plantas absorbían algo de la energía antes de que el suelo neutralizase la carga. Las mujeres chamán también transferían cargas mágicas a los campos cultivados a través de la sangre menstrual, con el fin de influir sobre la mente grupal de la comunidad que se alimentaría de la cosecha. Durante la Edad Media las meigas eran constantemente acusadas de embrujar las plantaciones...

Otra función de la sangre menstrual era la de ungir a los muertos. Se creía que eso aseguraría su renacimiento, gracias a las propiedades vitalizadoras de la sangre que manaba del propio portal de la vida. Durante el Neolítico y el inicio de la Edad del Bronce, en la Antigua Europa, la región del Egeo testimonió la construcción de tumbas redondas con pequeñas aberturas vueltas hacia el Este, hacia el sol naciente. Esas tumbas representaban el vientre de la Diosa, y la abertura era su vagina. En vasos sagrados se recogía la sangre menstrual para ungir a los muertos. Eran vasos de la fertilidad, la luz y la transformación. Los muertos eran ungidos con sangre menstrual y posicionados en el interior de las tumbas. La luz del sol naciente simbolizaba la renovación y la regeneración mientras penetraba por la abertura de la tumba (el falo solar penetrando la vagina telúrica). Posteriormente, esas tumbas terrenas evolucionaron en forma de montes, remanentes del Culto a los Muertos.
En Sacred Pleasure, Riane Eisler relata cómo los ritos y las ceremonias funerarias prehistóricas incluían actos sexuales. Tales actos tenían por objetivo conectar la tumba con la energía de la procreación. Símbolos espirales eran constantemente grabados en las tumbas neolíticas como señales de regeneración. También simbolizaban la transformación chamánica de la conciencia que empleaba hongos alucinógenos. Los hongos tienen fama de afrodisíacos y su semejanza con el aparato genital masculino se hacía ciertamente evidente a los primitivos europeos. La rapidez con que crecen los hongos y también desaparecen contribuyó a asociarlos con el falo. Así, podemos fácilmente asociar las danzas extáticas con los ritos funerarios de la magia de la sangre.

En las Enseñanzas Misteriosas la magia de la sangre está ligada a las fases de la luna. La luna llena inicia la ovulación y simboliza los poderes de transformación de la energía lunar (y por consecuencia, de la energía femenina). Por su aspecto fértil en el ciclo de una mujer, la luna llena es el período de la madre. Esa es la mejor fase para formular y visualizar todo lo que sea deseable en la vida de un individuo. La luna nueva libera la sangre almacenada en el pote mágico del vientre. La energía mágica se utiliza entonces, y es tiempo para reflexión e introspección. La luna creciente es un período de potenciación, de lectura y estudios, preparando el suelo fértil del vientre para la simiente mágica que será plantada en la luna llena.

Basado en la obra de Raven Grimassi

Marisa Petcov
Moon Mother
Alta Sacerdotisa del Clan Nacidas Para la Luna
Presidente de la Asociación de los Místicos y Esotéricos


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