Momento de aguardar...
por WebMaster em STUM WORLDAtualizado em 27/02/2013 11:42:58
por Teresa Cristina Pascotto [email protected]
Traducción de Teresa - [email protected]
Aguardar no es sinónimo de "no hacer". Aguardar, con conciencia, es "hacer que suceda" vibracionalmente, a niveles elevados de conciencia, para poder manifestarse en el momento en que todo esté verdaderamente listo para recibir la manifestación.
Estamos viviendo un momento de aparente indefinición. No sabemos exactamente lo que queremos, pero sentimos fuertemente que queremos "algo" que es muy diferente y está mucho más allá de todo lo que ya vivimos, si bien no tenemos la menor conciencia de qué es exactamente ese "algo". Vivimos una mezcla de sensaciones y sentimientos, tenemos una sensación de estancamiento que en algunos momentos nos incomoda y en otros esa misma sensación nos da la seguridad de que únicamente estamos aguardando.
A pesar de no saber qué es lo que estamos aguardando, nuestro corazón nos dice que está todo bien con este aparente momento de vaciamiento, espera, falta de objetivos o falta de certeza ante los objetivos. A pesar de sentir que todo está bien, incluso con la incomodidad que esto nos trae, la mente está siempre exigiéndonos comprensión, racionalizando: pero a fin de cuentas, ¿qué estamos esperando? ¡No soporto la angustia de no hacer, no saber, no querer! ¡Yo quiero respuestas, no acepto, no me conformo con no tener poder sobre lo que está sucediendo en este momento! ¡No soporto la desesperación de sentir que es preciso hacer algo, sin saber qué es ese algo, yo quiero saber, yo quiero hacer!
Podríamos únicamente aguardar, respirar y observar lo que está pasando dentro (y fuera) de nosotros, pero la mente nos atropella y nos sitúa nuevamente en la ansiedad, en la desesperación, en la necesidad de saber, de racionalizar una experiencia que para la mente es imposible de comprender. En ese contexto, perdemos el equilibrio a que habíamos llegado y empezamos nuevamente a cuestionar la vida, a dudar de todo aquello en que comenzábamos a creer, empezamos a pensar en desistir de todo nuevamente, nos sentimos apáticos, desanimados, desestimulados y sin esperanza.
Si consiguiésemos comprender que después de haber recorrido durante un largo período nuestro camino de búsquedas, autoconocimiento, comprensión de nuestra realidad interna, comprensión de la condición humana en que vivimos - período este de mucho sufrimiento, dudas, miedos e incertidumbres - es inevitable que nos sintamos "estancados", pues necesitamos un cierto tiempo para tomar aliento, necesitamos parar, a fin de que toda esa energía "negativa" que arrastrábamos (de los contenidos que hemos trabajado) empiece a liberarse, para que podamos renovarnos y liberarnos. Pero aquí es donde las cosas se complican, pues el ego no quiere saber de una libertad que da poder al alma, y si ese proceso de quitar de nuestros ojos los velos de la ignorancia que nos ha puesto el ego y de liberar la carga energética de nuestras antiguas pautas negativas de conducta nos hará ser más leves y libres de las garras del ego, en un acto de desapego real, llevándonos a observar con el corazón y poniéndonos en posesión de nuestro coraje, obviamente el ego hará todo por frenarnos. Así, a pesar de la fuerza de nuestra intuición que nos dice que todo está bien, que no tenemos que "hacer algo" en este momento y que aguardar, con auto-observación, es más que "hacer", acabamos dominados por los impulsos del ego y empezamos a entrar en el proceso de desequilibrio.
Es momento de aguardar. Momento de respirar, meditar, deseando entrar al nivel del alma para poder sentir sus impulsos y anhelos. Nunca nos han enseñado a "hacerlo", es algo que tendremos que aprender. Estar conscientes de todo lo que está pasando dentro de nosotros, sin intentar modificar nada, al tiempo en que aceptamos y deseamos que nuestra alma nos guíe en los pasos siguientes, aguardando, pacientemente, y sólo siguiendo los impulsos sutiles y poderosos emanados del alma, es algo totalmente nuevo para nosotros y, por eso, parece un camino vago o . "loco". Se nos ha criado para ser "máquinas de hacer", aguardar es algo totalmente contrario a todo cuanto hemos vivido hasta hoy. Sin embargo, este es el camino: aceptar, aguardar, observar y estar atentos a las oportunidades que la vida nos traerá. No sirve de nada esperar fórmulas mágicas y poderosas que nos quiten del lugar común y nos arrebaten a un nuevo lugar.
Existen, sí, energías cósmicas que nos ayudan a movernos hacia una dirección totalmente nueva, pero no podemos simplemente abandonarnos a eses impulsos cósmicos, pues tenemos que sujetar las riendas de nuestra vida/energía en nuestras manos, en nuestro poder personal, con auto-responsabilidad, si no, sería como un huracán que simplemente pasa y nos arrebata. Los impulsos cósmicos y divinos que nos ayudan y conducen a un nuevo momento de vida, sólo podrán auxiliarnos si estamos firmes en nuestros propósitos, conscientemente responsables por nuestra vida, no con el viejo control del ego, sino con la fuerza y sabiduría de nuestra alma. Y es muy sencillo lograrlo, basta únicamente con tener esa conciencia y desear estar alineados con nuestra alma, desear seguir los impulsos, anhelos y propósitos de nuestra alma. La intención tiene poder y cuando la intención es consciente y responsable, su poder se intensifica. Así, todos los impulsos divinos que tenemos a nuestra disposición serán los apoyos que necesitaremos para continuar firmes en el "carruaje del alma".
Pero ¿hacia dónde estos impulsos divinos, asociados a los impulsos del alma, habrán de llevarnos? Y ¿qué debo hacer para estar abierto y entregado a esos impulsos? Si hacemos estas preguntas, buscando respuesta racional, con toda seguridad será el ego el que tome el control y no obtendremos respuesta. Pero si hacemos las preguntas únicamente con el deseo de que la respuesta venga en el lenguaje del alma, sabremos qué hacer en cada momento de nuestra vida, no conseguiremos "vislumbrar" ningún camino ante nosotros, ¡pero sentiremos un fuerte impulso interior que nos hará dar un nuevo paso, por el desconocido y sabio camino del alma!
En este punto de comprensión y aceptación, podremos hacernos otras "preguntas de poder":
¿Qué debo hacer para estar verdaderamente entregado al poder de mi alma?
¿Cuáles son los reales anhelos y propósitos de mi alma?
¿Qué debo hacer para estar alineado con esos anhelos y propósitos?
¿Qué contenidos, ocultos dentro de mí, me impiden entregarme a la verdadera "jornada del alma"?
¿Qué debo hacer para libertarme y desapegarme de las amarras y bloqueos que yo mismo he creado?Crea otras preguntas. La pregunta contiene la respuesta, lo cual significa que sólo debemos quedarnos en la pregunta, sin esperar las respuestas racionales. Cuando hacemos así, algo "mágico" sucede en nosotros y una poderosa energía de alma es liberada en nuestro ser, desactivando bloqueos y liberándolos, y activando todo lo más precioso que pueda haber dentro de nosotros, conduciéndonos al poder personal.
