Mujeres: La duda entre tener un hijo...
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 27/02/2012 15:08:07
...o invertir en la carrera profesional
Traducción de Teresa - [email protected]
Hoy día es más que corriente que las mujeres se encuentren en angustia extrema por la decisión entre quedar encinta y tener un hijo, o invertir en su carrera profesional. Según parece, ambas cosas se hacen difíciles de conciliar, principalmente si se trata de carrera ejecutiva, pese a que no sea solo en el abanico de estas carreras donde la angustia puede surgir.
Dependiendo de la edad, cuanto más avanzada más conflictos en relación al tema se producen, de modo frecuentemente devastador para las mujeres. Casadas o no, llega un momento en que la llamada de la biología humana clama fuerte a sus oídos. Qué hacer en cuanto a esta exigencia, esa es la cuestión.
De otro modo no tan diferente, las más jóvenes también pueden pasar por esa modalidad de conflicto. Las que discuten la situación con la pareja e incluso las que desean ir por libre, saben que ese cambio de vida no es tan fácil ni tan sencillo. Por el hecho de asumir grandes responsabilidades en el presupuesto familiar y también por la apertura de la inserción en el mercado laboral, cada vez en condiciones más igualitarias con los hombres, la mujer de la actualidad se ha hecho consciente de sus múltiples demandas. Sabe que ser madre invoca una calidad de presencia y de disposición insustituibles al menos al comienzo de la vida de un hijo. También tiene conciencia de que su vida jamás será como antes. Estos motivos, sumados al cruce de historias individuales de cada mujer que está en la duda entre tener hijos o no tenerlos, son los que han hecho aumentar significativamente la demanda de terapias para esta cuestión. Terapias breves y focales suelen dar excelentes resultados en estos casos. Sabemos que esta clase de decisiones jamás podría tomarse satisfactoriamente por medio de soluciones matemáticas o razonamientos lógicos, sino por la plena disposición elaborada interiormente y por la claridad emocional que solo una buena terapia puede apalancar.
La decisión acerca de renunciar a los hijos, a la carrera profesional, o bien seguir adelante con ambas cosas, optando a tener hijos y continuar al mismo tiempo con la carrera, depende, como se ha dicho antes, de la historia de vida de cada mujer en conflicto.
Hay cierta tendencia en la clase media, más que en las otras, a optar por diferir el tener hijos, o conciliar hijos y trabajo.
No obstante, se observa que por lo regular hay empate en todas las opciones. Es relevante destacar que cada una de las opciones tiene sus cargas y sus compensaciones.
Innumerables conflictos y angustias impensables pueden surgir cuando, por ejemplo, sobreviene un embarazo inesperado. La mayoría busca una buena adaptación después del susto inicial, y las que más conflictos pasan, a menudo reciben las mercedes que un buen soporte terapéutico es capaz de ofrecer.
La excesiva preocupación por el tema “tener hijos o dar continuidad a la carrera profesional” puede ser factor de riesgo para la instalación de cuadros de estrés y ansiedad. Si en algún momento esa clase de preocupaciones adquiere dimensiones importantes, hasta el punto de influir negativamente sobre la calidad del día a día, sugiero que se acuda a un profesional capacitado, a fin de evitar que estos conflictos se conviertan en causa de síntomas emocionales mayores, de trabajosa solución.