Nada será como antes
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 08/04/2020 11:34:55
Traducción de Teresa - [email protected]
¿De dónde proviene tanto coraje y también tamaña cobardía?
¿Qué es lo que impele a ciudadanos normales, hombres y mujeres que en todo se parecen a muchos de nuestros vecinos y amigos a desafiar a pecho descubierto a las tropas que disparan contra ellos indiscriminadamente?
¿Qué gobernantes son esos que mandan matar a sus compatriotas desarmados que pacíficamente se reúnen en plazas y avenidas clamando por cambios, por dignidad, libertad y justicia?
¿Cómo era posible y todavía lo es, en el siglo XXI, mantener a millones de personas en condiciones socioeconómicas, culturales y materiales degradantes, sin acceso a una vida plena, orientada por el libre albedrío y por las leyes naturales?
¿Qué hacen las "grandes potencias", aparte de pensar en amenazar con la imposición de "pesadas" sanciones económicas a esos dictadores a quienes han apoyado durante décadas?
Por fin algo extraordinario ha permitido que personas subyugadas y hasta entonces aplastadas manifiesten la fuerza de la Unidad, su poder innato, la determinación de decir basta a tantos desmanes, corrupción, nepotismo y violación de los derechos humanos. En el mundo de hoy, en que los poderosos medios de comunicación - privados y estatales - todavía manipulan y ocultan la verdad, filtrando cuidadosamente aquello que puede ser leído y divulgado, y lo que debe ser censurado y vetado, una herramienta nueva que tú muy bien conoces está revolucionando nuestro planeta: sí, me refiero a la democrática y omnipresente Internet. "La Red" es hoy un enorme multiplicador de ideas, de reivindicaciones, y la utilización bien enfocada y correcta de las redes sociales se encuentra en el origen del triunfo de todos los movimientos que están borrando del mapa de una vez por todas a los dictadores vitalicios, gobernantes medievales que trataban a la mayoría de la población como ganado, como esclavos, como seres desechables.
E Internet está tan presente en la vida de los gobiernos de todo el mundo, de las empresas, de las familias, de los sistemas de salud, de educación, en el orden público, en cada servicio y evento, que ya no es posible silenciarla ni sacarla de antena, pues se paralizaría - aparte de los que protestan - a todo un país, originando insostenibles pérdidas en la economía, al igual que en el funcionamiento de toda su infraestructura. Parece que solo ahora nos damos cuenta de a qué ha venido esta herramienta que informa, enseña, une y permite comunicarnos instantáneamente con nuestros semejantes en cualquier parte del mundo, poniendo en la pantalla de nuestro monitor vía Twitter o Facebook imágenes aterradoras, impactantes, que nunca hubiéramos visto divulgadas, organizando estrategias vencedoras y eficaces de agrupación, defensa y fuga en los enfrentamientos contra las milicias de los tiranos.
Una oleada de profunda transformación está barriendo la Tierra.
Para quienes acompañan lo que está pasando ahora en el mundo, Túnez, Egipto, Bahrein y Libia, por citar a los principales, se trata de algo absolutamente sin precedentes, comparable, quien sabe, a la caída del telón de acero y del comunismo en 1989. A partir de ahora ningún gobierno, elegido democráticamente o no, se trate de una monarquía o de una república, podrá ignorar dónde y en quién está de veras el poder, que emana de la verdad, de la voluntad, hasta el momento despreciada, de los seres humanos despiertos, más y más conscientes de su fuerza y de sus derechos.
Percibimos claramente la podredumbre y debilidad que impregnan todas las estructuras que aún dominan a las naciones, y no solo en los gobiernos, sino además en los bancos, los sistemas educativos, los jurásicos servicios públicos, los contaminados sistemas de salud, las religiones que nos engañan e intentan controlarnos, las grandes corporaciones transnacionales, los fabricantes de armas y los señores de las guerras, los que se atiborran con malversaciones de presupuestos y comida, que sin pudor alguno contaminan el aire, la Tierra, el agua, con la producción y distribución de alimentos transgénicos, con los oscuros señores de los medios de comunicación que ocultan y camuflan la verdad de los acontecimientos, sirviéndonos tan solo banalidades, chismorreos, consumismo desenfrenado y miedo, mucho miedo.
El Universo está indicando que ha llegado la hora.
El grito de dolor de los oprimidos se ha vuelto fuerte en demasía, rasgando el éter y dando la vuelta al mundo, y se escucha fuerte y claro por todas partes. Tan solo no lo oye quien no quiere oírlo, quien se sitúa por encima de los demás, se considera diferente, superior, como ungido por algo sobrenatural, satánico. En realidad, de nada servirán las riquezas acopiadas con el saqueo de los pueblos, o las poderosas armas, guardadas en sus arsenales y palacios, con que en vano intentan comprar la fidelidad y el "amor". Quizá sean aún tan ignorantes acerca de las leyes de la vida que no conozcan ni siquiera la primera, la del karma, que cuando hayan pasado al otro plano los pondrá a sufrir todo lo que ellos, conscientemente o no, han impuesto a otros hermanos de andadura.
Nada quedará tal como estaba, la Historia está sucediendo a pasos largos y a nosotros también se nos invita a hacer nuestra parte, enviando Luz a todos aquellos que son perseguidos, maltratados, heridos o que desencarnan en las confrontaciones, que hoy en día afectan a la vida de todos los habitantes del globo, incluso a la de muchos compatriotas que trabajan allí al servicio de algunas de nuestras grandes empresas, que aún no han logrado salir de aquellos países en ruinas, ni por mar ni por aire.
Debemos permanecer atentos y calificar como extremadamente positivos todos esos acontecimientos que están solamente en sus comienzos, interpretando el mensaje del Universo como una enorme inyección de ánimo y esperanza para los muchos que se sentían abatidos, aplastados por el aparente aislamiento, por las infinitas injusticias y por la tiranía. Estamos empezando a valorar más nuestra misión, a contemplar nuestra andadura como parte de un plan superior que tiene por objetivo restablecer la Luz y el orden en el caos, propagando buenas nuevas, bienaventuranza, y haciendo volver la armonía entre todos los reinos y todo lo que existe.
Hombres y mujeres libres, despiertos y con los ojos bien abiertos harán del mundo un lugar de paz, de amor, de felicidad.
Sí, somos uno y estamos reencontrándonos, rescatando los valores de la Unidad, de la Fraternidad, y difundiendo la Verdad que nos hace libres, preparados para realizar con honradez, coraje y determinación lo que nos corresponde por derecho divino.
Sigamos adelante y arriba, no hay alternativas.
Muchos de los que lean este mensaje aún habrán de vivenciar el Paraíso aquí mismo.Doy las gracias aquí a los queridos y pacientes Guías y además a toda la pandilla que permite que este Sitio exista: Rodolfo, Sandra, Teresa, Marcos, Anderson, Ian, Lidiane... ¡ y Tú! Somos uno!
Namaste (El Dios que existe en mí saluda al Dios que habita en ti).