Narcisistas Perversos: cómo funcionan los hijos de los abusadores emocionales
por Silvia Malamud em STUM WORLDAtualizado em 13/07/2015 10:01:18
Traducción de Teresa - [email protected]
El Trastorno de Personalidad Narcisista es una patología de la mente que, aunque no sea fácilmente detectable, sus síntomas y su acción sobre las personas con quienes conviven suelen ser devastadores. Conocidos como verdaderos predadores emocionales, poseen cero capacidad de empatía hacia el otro y no se envuelven emocionalmente con nadie.
El Narcisista Perverso destructivo se cree un ser especial, con mucha más importancia que la mayoría de los mortales. Se ama de modo grandioso y acaba actuando casi ciegamente en la función de sanar necesidades emocionales específicas, como por ejemplo, ser admirado más de lo normal. No tiene consideración por nadie y lo único que cuenta son sus propios deseos. Por increíble que pueda parecer, las personas con esa patología son totalmente inconscientes sobre el modo en cómo funcionan, cosa que también caracteriza esa especie de enfermedad del psiquismo.
El Narcisismo Predador, cuando se origina en el modo de criar al niño, si no se corrige debidamente puede tener efectos devastadores por toda una vida. Cuando esos hijos perciben que algo proveniente de los padres no está siendo emocionalmente sano y se atreven a reivindicar algo mejor para sí mismos, son inmediatamente disuadidos de tales pensamientos, con tanta vehemencia e inserción de culpa, que empiezan a dudar de sus propias percepciones. Aprenden a abandonar su integridad por el temor al desamparo y al desamor. Pasan la vida desistiendo de sí mismos y de sus necesidades primordiales, en nombre de cuidar de que sus padres estén felices y satisfechos en sus infinitas demandas. No obstante, cuando crecen, los efectos negativos del narcisismo destructivo parental se revelan en las dificultades que los hijos pasan a tener en sus relaciones afectivas, en la satisfacción para con la vida, en la duda sobre lo que es lesivo, en la posibilidad como consecuencia, de atraer más relaciones abusivas y sin que sepan ya discernir ni confiar en lo que sienten. Todo eso y además con poquísima autoestima.
Si albergas dudas sobre si tus padres, o uno de ellos, son Narcisistas Perversos, averigua si tienen características en común con los tópicos relacionados a continuación:
1 - Tus padres solían mostrarse frágiles o contar historias de vida sufrida hasta el punto de que sentías la necesidad de ampararlos emocionalmente, a fin de que pudieran sentirse mejor? ¿Como si la responsabilidad de confortarlos fuese todo el tiempo tuya?
2 - Frecuentemente intentabas agradar a tus padres para que ellos te mirasen con buenos ojos, para de algún modo poder ser vista? O quizá para recibir una migaja de afecto, posiblemente estuviesen tan centrados en sí mismos que tú encontraste ese medio para que ellos pudiesen salir un poco de su auto-hipnotismo y pudiesen mirarte con buenos ojos, sin indiferencia ni crítica, o sin echarte la culpa, incluso en un momento en que tú podías sentir que no estabas en deuda con ellos.
3 - ¿Has tenido la percepción de que tus padres eran indiferentes a tus sentimientos?
4 – ¿Frecuentemente te han culpado por no estar conforme con sus incesantes demandas?
5 – ¿Sistemáticamente has sido criticado o desvalorizado en lo que hacías? ¿Has sido malinterpretado cuando ofreciste amor? ¿Humillado sin sentido alguno y de una hora para otra?
6 – Si no eras obediente a sus deseos e incluso si ellos estaban frustrados por algo de la vida, ¿te sentías blanco de sus proyecciones negativas?
7 - ¿Jugaban contigo diciendo que no te preocupabas por ellos?
8 - ¿Siempre ponían empeño en decir lo mucho que merecían ser admirados?
9 – Cuando pedían algo ¿tenían que ser atendidos de inmediato, so pena de echarte la culpa y aún se mostraban muy ofendidos y airados?
10 – Si te atrevías a quejarte de su falta de empatía para con tus sentimientos, ¿te hacían sentir ingrato, a fin de cuentas, ellos eran los mejores padres del mundo, y si algo fallaba se disculpaban a sí mismos porque eran humanos, y tú, sin embargo, no eras suficientemente comprensivo? ¿Te hacían sentir equivocado y hasta avergonzado por haberte quejado de algo?
Por otro lado, si es el caso, tú también podrás identificarte como adulto que ha recibido tales influencias si:
Difícilmente logras satisfacer tus propios deseos en nombre de estar “gastando tu tiempo buscando identificar y calmar las necesidades de los demás. Por cierto, tú has sido entrenado toda tu vida para eso, y ahora te sientes responsable por el bienestar de todos. Te has especializado en reconocer lo que otros necesitan y te conformas sin lograr imponer límites personales cuando estás en compañía de personas demasiado exigentes. Te da miedo el abandono y el desamor, y fácilmente te conviertes en rehén de otros abusadores emocionales”.
Si esa ha sido tu vida, has de saber que la mayoría de las víctimas, si no todas, necesitan terapia profunda y acogedora para que el rescate de sus valores personales y de su autoestima pueda de verdad producirse.