Navegar seguros en el gran mar - Radiestesia
por Sergio Scabia em STUM WORLDAtualizado em 27/05/2009 13:08:57
Traducción de Teresa - [email protected]
Desde siempre, el ser humano mira hacia arriba, con vistas a comprender los misterios de la Creación, del Cosmos, de la gran Mente Universal que lo ha creado todo. En esta búsqueda, ha aprendido a emplear con mucho aprovechamiento el lado racional, práctico, lógico, el que podía ser visto, tocado, contado y pesado. En cambio se ha olvidado, casi por completo, de su lado intuitivo, instintivo, creativo, inconsciente, que representa probablemente más del 90 % de su capacidad mental, cuya correspondencia en el cuerpo físico está en el lado derecho de nuestro cerebro.
Cuando finalmente buscamos la comprensión de los acontecimientos que nos conciernen de cerca, ya nos deleiten, ya nos lastimen, hemos de buscar y vivenciar la verdadera e inmortal sabiduría…
La primera y más importante ley espiritual nos dice que EL TODO es MENTE; el Universo es Mental. Y nuestra mente, de acuerdo con el segundo principio (Lo que está arriba está abajo) es uno de los preciosos ladrillos que forman la base, la parte integrante del Todo (Todo lo que existe) y como tal navega suave y permanentemente en el gran mar de la vida, (somos la gota de lluvia que ha caído en el océano, pero también somos el océano) siendo nosotros naturalmente capaces de acceder a los registros inconscientes de toda actividad creada y de toda realidad/información disponible en el Universo. Sentir esta realidad, guardar esta sagrada verdad dentro del pecho, nos permite vivir una existencia plena, que empieza por fin a formar sentido, que nos permite evolucionar en cada paso dado, en cada experiencia, positiva o negativa, a que nos enfrentamos en nuestra andadura. Sí, somos el capitán, el comandante de nuestro barco (la existencia), con la tarea de llevarlo a puerto seguro, pasando por la mar en calma y las tempestades, eligiendo la ruta, la velocidad, penalizados por el lastre (el karma) y transportando la carga preciosa (el dharma, nuestra misión de vida) que debe ser llevada incólume a su destino…
Una vez incorporada definitivamente en nosotros esta realidad, solamente resta ahora aprender cómo navegar con nuestro precioso barco (Nuestra Alma)… sirviéndonos para tanto del tipo de brújula que más se afina con nuestra personalidad única y valiosísima.
Por tratarse de algo que hemos utilizado incluso antes de haber creado el STUM, deseamos ahora introducir, para quien todavía no la conozca, una de las formas más interesantes y prácticas que el Universo ha puesto en nuestras manos para hacer contacto con Él, y que responde al nombre de Radiestesia (en sentido literal: sensibilidad a las radiaciones).
Tal como otras artes divinatorias, queda muchas veces relegada por la ciencia oficial al rol de secundaria, poco confiable o empleada por personas con algún tornillo flojo.
En realidad, se trata de una válida técnica milenaria que puede ayudarnos de innumerables formas en nuestra jornada por la vida, aportando información correcta y confiable siempre que la empleamos con la necesaria habilidad y conforme a las leyes de oro del amor incondicional y las leyes espirituales.
Los campos de actuación de esta técnica son prácticamente infinitos:
- En la cura del cuerpo y del alma, evaluando los chakras – nuestros principales centros de energía –, detectando el origen, muchas veces emocional, de una dolencia.
- Evaluando y eligiendo técnicas de cura y medicamentos más indicados
- En la prospección de agua del subsuelo, detectando su calidad, caudal y profundidad de perforación en pozos artesianos.
- Encontrando las áreas nocivas en los ambientes domésticos y de trabajo, donde pasamos buena parte de nuestro tiempo.
- Aprendiendo a elegir lo más correcto en cada situación de nuestra actividad personal y profesional… evitando, así, pérdidas y perjuicios variados al embarcarnos en proyectos sin futuro, en carreras no adecuadas.
- Encontrando objetos perdidos, personas desaparecidas, y mucho más…
Para empezar es suficiente un péndulo… una pequeña masa de metal, de madera, incluso de papel, sujeta por un hilo.
Ahora bien, quien desea operar esta poderosa herramienta ha de estar capacitado.
Debe conocerse profundamente a sí mismo, confiar en su fuerza, en su intuición y tener el corazón puro, leve, abierto a ayudar al prójimo sin invadir su privacidad, su libre albedrío, consiguiendo, mediante la sensibilidad adquirida, captar las vibraciones emitidas por los objetos o por las energías implicadas, entrando en sutil resonancia con ellas, transformándolas en movimientos que serán interpretados, por nuestro sistema neuromuscular, como respuestas positivas o negativas a la pregunta colocada.
Uno de los aspectos más valiosos e interesantes que la Radiestesia nos proporciona está representado, sin duda, por la posibilidad de ofrecernos un profundo y consistente diálogo interior cuando nos encontramos en dificultades para descubrir una salida a determinados problemas a que nos enfrentamos.
La pesquisa radiestésica nos coloca en sintonía con la Fuente y nos lleva, invariablemente y en cada paso dado, a refinar, a calibrar sutilmente nuestras opciones de búsqueda, pues, con cada “no” percibido por el movimiento del péndulo, somos estimulados a salir de nuestras opciones habituales, y desafiados, confrontados a buscar alternativas creativas que, por fin, vibran en resonancia perfecta con el ambiente a nuestro alrededor. Y finalmente, al exhalar una respiración profunda (gracias Li) percibimos que hemos llegado sanos y salvos al puerto… y eso no tiene precio.
Es esta la propia historia del STUM, donde todo lo que es realmente importante, pasa por el cribo del péndulo (y por una montaña de “no”)… que se ha vuelto nuestro gerente general, nuestro mentor que se comunica con nosotros simplemente moviéndose adelante y atrás para dar un SÍ y se balancea de derecha a izquierda y viceversa cuando la pregunta nos conduce a un nuevo NO. Claro que el ambiente del entorno es leve, vibra siempre positivamente y eso es un requisito muy importante… también sabemos permanecer neutros y aceptar de buen grado el resultado de la pesquisa. Ha venido dando buen resultado en la elección de lo que debe ser escrito en los boletines quincenales, de lo que va a la Homepage, o qué interactivos necesitamos desarrollar para nuestros queridos y fieles usuarios.Recuerdo que el STUM divulgó este importante método, esta fabulosa brújula, desde su creación, en el 2000, siempre con la puntual colaboración de Isabel Carapinha, que, tras un largo período de ausencia de nuestras páginas debido a su actividad profesional de ingeniera electrónica, ha retornado recientemente con fuerza total, escribiendo, profiriendo conferencias e impartiendo cursos, incluso on-line, sobre el tema. A ella debemos todo nuestro reconocimiento por haber traído elementos, experiencias y estudios de casos exitosos que solamente refuerzan los conceptos teóricos empleados y las prácticas transmitidas periódicamente a nuestros apreciados usuarios.
Navega a placer por las materias sugeridas al final del boletín. Confía en ti y en tu percepción y descubre la belleza de tener a tu lado nada menos que todo el Universo…
¡Sé feliz!
Somos Uno solo… yo soy el otro Tú