Negatividad
por Elisabeth Cavalcante em STUM WORLDAtualizado em 17/04/2007 14:22:27
Traducción de Teresa - [email protected]
La mayoría de los seres humanos vive todo el tiempo bajo el dominio de la mente. Como a la mente le encanta crear problemas y mantenernos siempre dependientes de ella y de sus maquinaciones, esto nos lleva a observar los acontecimientos de nuestra vida con una óptica pesimista, siempre esperando por nuevas dificultades.
En algunas personas esta negatividad se ha hecho tan arraigada y parte integrante de su naturaleza que ellas ni siquiera consiguen percibir tal mecanismo. Quien vive bajo el dominio de la negatividad tiende a vivir permanentemente ligado al pasado, o mejor, a las experiencias negativas del pasado, con la certidumbre de que ellas se repetirán, invariablemente.
Por ejemplo, frente a cualquier problema cotidiano, estas personas siempre imaginan el peor resultado, anticipando en sus mentes que no conseguirán encontrar una solución y que nuevos problemas y dificultades surgirán como consecuencia. Y, claro está, acaban muchas veces atrayendo exactamente aquello que temen, visto que nuestra mente tiene la fuerza de crear lo que imaginamos.
Si esto es una verdad, el camino para liberarse de la negatividad es hacer el ejercicio contrario. En cada dificultad, debemos imaginar que todo se resolverá satisfactoriamente, que para todo problema existe una solución, no importa que ésta sea fácil o difícil de alcanzar, pero que el resultado final nos será favorable.
Como la mente está programada desde hace mucho tiempo en la negatividad, ella reaccionará e intentará, repetidas veces, mantenernos esclavos del pesimismo. Cuando la mente nos presente recuerdos negativos del pasado, busquemos en nuestra memoria los momentos positivos, en que nos hemos sentido verdaderamente felices, y procuremos mantener esta energía.
Poco a poco, con el desenvolvimiento de la atención y de la consciencia permanente sobre los artificios de nuestra mente, aprenderemos a identificar sus tentativas de mantenernos presos a la negatividad, así como a ejercitar la fe y la confianza en la vida.
LA LLAVE MAESTRA
El hombre está constituido de tres capas: el cuerpo, la más visible; el ser, la más invisible; y la mente en el medio.
La mente es un buen mecanismo, pero no un buen maestro. La mente puede servirte si tú eres el maestro y ella la sierva. Con todo, si la sierva se convierte en maestro y comienza a gobernarte, ese es el estado de insania. He ahí por qué digo que toda la humanidad está “normalmente insana”.
¿Qué es la mente? Es toda préstamo, y préstamo de fuentes diferentes – de los padres, de los vecinos, de los profesores, de los sacerdotes, de las bibliotecas. Su hambre es insaciable; ella va engullendo todo tipo de informaciones.
Esa información puede ser contradictoria, esa información puede crear tensiones, puede crear una división – o muchas divisiones. Si tú de alguna manera puedes mantener tu equilibrio, esto es insania normal. La insania está presente, pero ella es exactamente la misma para todo el mundo. A menos que te acerques bien próximo a una persona más saludable, no serás capaz de considerarte a ti mismo insano.
..El estado de la no-mente es desconocido para Occidente, y es tan sólo en el estado de la no-mente cuando la persona se torna consciente de aquello que está más allá de la mente… Porque cuando todo el parloteo de la mente cesa y no hay más ruido, la delicada pequeña voz del ser es escuchada. Por primera vez la persona se torna consciente, “Estoy aquí”. Yo no estaba en aquel lugar atestado, siempre he estado fuera de él.”
Un único momento de conocerse a sí mismo para estar por encima de la mente te ha dado una llave maestra. Ahora la mente no puede nunca convertirse en tu maestro. Y si la mente no puede nunca convertirse en tu maestro, ella nunca podrá llevarte a la locura. Ahora la mente no puede continuar acumulando todo lo que ella desee. Una vez que el ser se establece, la mente se torna muy sumisa – inmediatamente.
La meditación es una ruta directa hacia el ser. Ella simplemente trasciende la mente. Y una vez que tú estás centrado en tu ser, la mente – que permanecía saltando arriba y abajo fingiendo ser tu maestro – súbitamente se torna sumisa; ella inmediatamente se silencia, abandona toda su parafernalia. Y un hombre del ser puede usar la mente exactamente del mismo modo que tú utilizas cualquier mecanismo. Pero si el mecanismo comienza a usarte, ese es un estado feo.
El hombre debe recordar que él es el maestro de su cuerpo y de su mente. Ciertamente el maestro tiene que estar más allá de ambos… La meditación te conduce al ser. Es una ruta directa hacia el más allá.
Y una vez que el maestro está allá, la mente se rinde inmediatamente. En esa rendición está la salud, porque el maestro está en su lugar y la sierva en el suyo; la armonía está restaurada. Y ser armonioso es todo cuanto la salud significa.
Osho, Extraído de: From Bondage to Freedom
